Contra la persecución política, huelga general
Esta vez el objetivo de la embestida española fueron algunos de los partidos con mayor tradición política en Euskal Herria. El pasado 9 de febrero elsuperdemocrático juez y miembro de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón decretó la ilegalización y la suspensión de actividades tanto de la Acción Nacionalista Vasca como de EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas). Como respuesta se decretó para el día de ayer una huelga general en toda Euskal Herria.
Como informamos desde Prensa De Frente en octubre del año pasado el magistrado Garzón, acérrimo enemigo de la causa vasca, no se ha limitado a golpear una y otra vez las estructuras políticas y sociales más representativas de los sectores de izquierda vascos, sino que también ha detenido a una buena parte de sus conducciones.
Hoy nos encontramos con una nueva zaga de la criminalización de estos sectores con la suspensión el 9 del corriente, por al menos tres años, de ANV y EAHK. Esta primera formación política fue fundada en el año 1930 como desprendimiento laico y republicano del Partido Nacionalista Vasco y solamente proscrito durante la dictadura franquista. El EAHK figura como partido a partir del año 2002 y a pesar de no ser parte de la ilegalizada Batasuna, misma situación que ANV, fueron forzosamente vinculadas por la justicia española para lograr su ilegalización.
El día 11 fue convocada una movilización en Bilbao bajo el lema «En Favor de los derechos de Euskal Herria, STOP al estado de Excepción » y encabezada por los funcionarios electos de todas las coaliciones ilegalizadas afirmaron que «aunque Garzón trate de darle un maquillaje jurídico, la decisión tomada por el Gobierno español y el PSOE es única y exclusivamente política». A partir de esa medianoche, y como reafirmación de la voluntad represiva del gobierno central, cientos de miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado detuvieron a 14 miembros de EHAK, ANV y Batasuna a los que acusan de delitos de "integración", "colaboración" y "asociación ilícita", e inmediatamente trasladados a Madrid, así como practicaron casi una veintena de registros en casa particulares.
A partir de estos hechos el conjunto de las organizaciones de izquierda vascas, así como la central sindical LAB (Comisiones de Obreros Patriotas) llamaron a una huelga general para el día 14 de febrero. La jornada se desarrolló en medio de un clima de mucha tensión. Las principales ciudades vascas amanecieron con piquetes y barricadas en sus accesos. En Bilbao dos líneas de subtes fueron interrumpidas cuando desconocidos incendiaron neumáticos entre las estaciones Areeta y Gobela mientras que otras dos personas se colgaban con arneses en otra estación. Por otra parte, el servicio ferroviario de RENFE tuvo que ser suspendido por más de cuatro horas por la destrucción de las señales entre Tolosa y Legorreta, en Gipuzkoa. Entrada la madrugada en la ciudad de Ondarroa, varios encapuchados armados con martillos obligaron al conductor de un autobus a abandonarlo y seguidamente le han prendido fuego afectando a otros seis vehículos de la misma compañía.
En tanto al cierre de esta edición se informaba de masivas manifestaciones en Iruñea, Gazteiz, Barrakaldo, Donostia, Zarautz y Bilbao, donde el cierre de la jornada quedó en manos un representante de Herria Aurrera quien enviaba "nuestro mayor abrazo a los detenidos del día de hoy. Los datos señalan que el paro ha sido muy importante, bastante superior a lo que se esperaba (…) La izquierda abertzale ha sabido responder a cada reto, y hoy ha demostrado su fuerza, demuestra que hay tranquilidad estratégica para seguir adelante. Para finalizar queremos recordar a los estados español y francés, y a los nacionalistas del PNV, que la izquierda abertzale tiene una mano extendida, con buena voluntad, pero en la otra el puño está cerrado para demostrar que responderemos a cada uno de los ataque y provocaciones. Gracias por la fuerza que hemos demostrado, seguiremos hasta conseguir la independencia y el socialismo. "Gora euskal herria socialista".
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