viernes, febrero 01, 2013

Pantano sirio



La crisis en Siria parece no tener fin. El Consejo de Seguridad de la ONU define qué hacer, mientras el gobierno sirio convoca nuevamente al diálogo

La historia de nunca acabar tuvo un nuevo capítulo el martes. El enviado de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Lakdhar Brahimi, se reunión con los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para intentar, nuevamente, encontrar una solución real y concreta al conflicto sirio, que lleva casi dos años, unos 60 mil muertos y la confirmación de que los grupos terroristas que operan en la nación árabe se mantienen a base de dinero enviado desde el exterior.
En esta ocasión, Brahimi defendió la aplicación de la Declaración de Ginebra, acordada por un grupo de países entre los que se encuentran Estados Unidos, Rusia y China, miembros permanentes y con derecho a veto en el Consejo de Seguridad. En este documento se propone un proceso de transición dirigido por los sirios y la creación de un cuerpo provisional de gobierno integrado por miembros de la actual administración y de los grupos de oposición. Con la Declaración de Ginebra se podrían frenar los intentos de invasión militar a Siria, impulsados por Washington y sus aliados, y anulados en tres oportunidades por Rusia y China dentro del Consejo.
En su declaración en la ONU, Brahimi defendió la declaración porque “contiene muchos elementos que pueden conducir hacia una razonable solución”. Igualmente, el enviado alertó, por primera vez, que la crisis siria se puede expandir en Medio Oriente si no se logran medidas urgentes para detenerla. “El país se está desmoronando a la vista de todos. Sólo la comunidad internacional puede ayudar, sobre todo el Consejo de Seguridad”, manifestó Brahimi.
Según lo publicado, en la reunión entre el enviado y el Consejo de Seguridad no hubo referencias al accionar de los grupos terroristas que operan en el país.
Por su parte, el gobierno del presidente Bashar Al Assad continúa con la difusión y discusión del programa presentado por el mandatario semana atrás, que tiene el objetivo de impulsar el diálogo entre todos los sectores de la sociedad. El ministro sirio para la Reconciliación Nacional, Ali Haider, afirmó que la crisis en su país puede ser superada a través de conversaciones, en las cuales esté “inmersa toda la ciudadanía”. Haider remarcó que el Ejecutivo apoya cualquier iniciativa popular y de la sociedad civil que contribuya a respaldar los esfuerzos de paz, de manera organizada e integral. El ministro también denunció que en las últimas semanas que los grupos terroristas han incrementado los secuestros de civiles, con la finalidad de “incitar al sectarismo u obtener beneficios materiales”. Haider además reconoció que el país “requiere planes de emergencia integrales, que apunten sobre todo a garantizar las necesidades básicas de los ciudadanos, como el pan y el combustible”.

Millones hacia Damasco

Con una situación humanitaria crítica en Siria, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunció este miércoles que en la Conferencia de Donantes de Siria, celebrada en Kuwait, los participaron prometieron una ayuda de más de 1.500 millones de dólares para asistir al pueblo sirio. El anunció fue respaldado por la ministra kuwaití de Estado para los Asuntos de Planificación y Desarrollo, Rula Dashti, quien expresó su satisfacción por el acuerdo.
Los principales donantes fueron Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, que han prometido una donación de 300 millones de dólares cada uno. Estas tres monarquías del Golfo Pérsico son apuntadas, junto a Turquía, como los principales financistas de los grupos irregulares armados que operan en Siria. A estas cifras se suma el anuncio de Estados Unidos, que enviará 155 millones de dólares, y la Comisión Europea que otros unos 134 millones de dólares.
La secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Valerie Amos, explicó desde Kuwait que 519 millones de dólares serán destinados a “diez sectores para asistir a los más afectados y rehabilitar las infraestructuras destruidas”.

Tensión en la frontera

Agencias internacionales reportaron que el martes por la noche la aviación israelí bombardeó la frontera sirio-libanesa, bajo el argumento de atacar un supuesto convoy con armas procedente de Siria. Aunque la información no fue confirmada oficialmente por el régimen de Tel Aviv, desde el Ejército libanés aseguraron que las aeronaves israelíes habían sobrevolado intensamente su territorio y que 16 aviones de combate habían entrado en el espacio aéreo de Líbano el mismo martes.
Por su parte, el portavoz de las fuerzas de la ONU desplegadas en el Líbano (FINUL), Andrea Tennenti, declaró a la agencia Efe que no podía informar de algo “que no ocurrió” en su zona de operaciones. Tennenti sí confirmó que aviones israelíes han intensificado sus vuelos sobre el espacio aéreo libanés.
Debido a la crisis siria, las tensiones con Israel han aumentado, principalmente porque Siria, Líbano, Palestina e Irán denuncian al Estado hebreo por sus políticas represivas y de expansión en Medio Oriente.
En los últimos días, el gobierno de Benjamín Nethanyau justificó sus planes de defensa debido a que en territorio sirio existen armas químicas que podrían ser utilizadas contra Tel Aviv. La acusación de armamento de destrucción masivo en la nación árabe fue rechazo en reiteradas oportunidades por el gobierno de Damasco.

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