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martes, julio 04, 2017
El “referendo” de la MUD y su llamado a “un nuevo gobierno”, nuevo embauque al pueblo trabajador
Si Maduro, con su farsa de Constituyente busca mantenerse a como dé lugar en el gobierno, la oposición lanza una nueva política demagógica de referendo que no es más que un nuevo engaño a los trabajadores.
La oposición organizada en la MUD declaró que impulsa la convocatoria para el 16 de julio un referendo con respecto a la Asamblea Constituyente convocada por el gobierno de Maduro, en el que se planteará si se rechaza o aprueba el proceso constituyente, tras la lectura de un manifiesto que hiciera Julio Borges, integrante de Primero Justicia y presidente de la Asamblea Nacional.
En un acto acompañado por los principales dirigentes de la MUD y otros sectores de la oposición, Julio Borges anunció que solicitará a la Asamblea Nacional que preside que ponga en marcha el "proceso de consulta" y apeló para ello al artículo 71 de la Constitución, que faculta a la Asamblea Nacional para convocar a un referendo sobre "materias de especial trascendencia nacional". En su lectura del manifiesto conjunto de la oposición, también declaró "que sea el pueblo quien decida si convoca y respalda la renovación de los poderes públicos que se encuentran al margen de la Constitución, además de la conformación de un gobierno de unidad nacional y la realización de elecciones transparentes y libres". Otra cuestión planteada en el referendo se refiere al “papel que el pueblo demanda a los funcionarios y a las fuerzas armadas” a la hora de "restituir el hilo constitucional". Para “este 16 de julio”, declara la MUD, “vamos a elegir el futuro del país para este proceso Nacional de decisión soberana, y a partir de ese momento defender el mandato que surja, de ese proceso, activando una fase superior de lucha”. Aunque sin aclarar el significado de esa “fase superior”.
Aunque hasta el momento en que escribimos este artículo la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, no se ha pronunciado sobre este referendo que convoca la MUD, es claro que el surgimiento de la Fiscal General con su fuerte distanciamiento del gobierno (este lunes se presentó en la AN para que ratificara al vice fiscal general que ha nombrado recientemente y que el TSJ lo declaró sin efecto), le da un fuerte aire a esta política de la oposición. Es que empalma claramente con el discurso que viene llevando Ortega Díaz, cargado de llamados a la “defensa de la Constitución”.
Si bien en el discurso de la Fiscal en la Asamblea Nacional lo resaltante para la MUD fue su declaración de que la Asamblea no estaba en desacato y por el contrario completamente legitimada, su contenido más fuerte estaba en su llamado a la “unidad” declarando que “esa unión es la que les pido no solo a ustedes, diputados, sino a todos los venezolanos. Bolívar dijo: ‘Unidad, unidad, unidad’”, en una clara convocatoria común a todos los sectores que le adversan a Maduro. No se trataba de una línea improvisada, pues más temprano, en horas de la mañana de este mismo lunes, fue difundido un video por el Ministerio Público donde la Fiscal llamaba: "Sumemos voluntades, con el convencimiento de que el momento de defender esta tierra de gracia es ahora". Bien en consonancia con lo que declara Julio Borges de este mismo día: el país “reclama unidad de todos para defenderla, aquí estamos para hablar de una misma idea, la unidad de Venezuela”.
Si bien esta movida de la oposición no tendrá ningún efecto vinculante, se trata de una política de alto riesgo para la propia oposición. Si ya la convocatoria de la Constituyente por Maduro, que cuenta con todo el aparato del Estado y el acuerdo del TSJ y del Consejo Nacional Electoral apunta a un fracaso claro, no sólo porque se ha inscrito solamente el chavismo sino que el llamado a las urnas puede ser una estruendosa abstención, el llamado del referendo de la oposición puede llegar a tener poca participación directa si a esto se le suma que el propio gobierno de Maduro hará todo lo posible para que fracase.
Se trata de un llamado a referendo a realizarse en apenas 15 días, y justo dos semanas antes del llamado a votar por los constituyentistas por parte del gobierno, una jornada electoral que la oposición ya ha anunciado que boicoteará a lo que Maduro ha adelantado que las fuerzas del orden detendrán a quienes saboteen la votación. En un lapso tan corto, es poco viable una logística real para la realización de un plebiscito como supuestamente pretende la oposición, por lo que el contenido de tal política puede no ser en sí realizar realmente tal referendo, sino una acción política que combine el llamado a la consulta con acciones de calle.
Por eso no es casualidad que en la lectura del manifiesto de la oposición, se hablara de combinar el plebiscito con acciones de calle, lo que fue ratificado por el dirigente de Voluntad Popular, Fredy Guevara, y que funge como primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, declarando que el plebiscito planteado por la MUD tiene como objetivo llevar al gobierno de Maduro ante un escenario de "Hora Cero": "A partir de ese resultado habrá calle sin retorno y ’Hora Cero’ nacional".
Es muy probable que la oposición busque con esta política también provocar alguna acción por parte de sectores de las Fuerzas Armadas o incidir en algún sector de ella, consciente de que son los militares los que sostienen a Maduro, quien no en vano ha hecho muchos movimientos en el alto mando del Estado Mayor así como en las Zonas de Defensa Integral y en las Regiones Estratégicas de Defensa Integral. Es que, como sabemos, tanto Maduro como la oposición de la MUD se juegan a una salida que incluya a las FANB.
Pero es de alertar que todos estos movimientos de la oposición no pueden dejar de leerse tampoco como una presión in extremis para negociar en mejores condiciones. Es que una salida negociada a la crisis está sobre el tapete como hemos venido escribiendo, y no es de extrañar que se estén realizando reuniones secretas. El propio Maduro ha declarado que tales encuentros existen.
Maduro, a sabiendas que puede ir a un fracaso con su política de la Constituyente, puede ser el más interesado en llegar a un acuerdo con la MUD, obviamente que le sea de gran conveniencia al chavismo, como también a la propia oposición, quien a más de tres meses de manifestaciones prácticamente diarias, no ha conseguido su objetivo de hacer tambalear al gobierno o que un sector de los militares le saque su apoyo de manera tal que lo obligara a las “elecciones generales” que vienen llamando.
Es que se abre una situación en la que ya empezó el último mes hasta la elección para la Constituyente. Por lo tanto comenzó el “tiempo de descuento” en el que todos los días serán de mucha dinámica y tensión política, porque se define políticamente qué es lo que pasará finalmente. Por eso este mismo día lunes, por ejemplo, mientras la Fiscal se presentaba en la Asamblea Nacional, el gobierno de Maduro, vía la Contraloría General de la República, intempestivamente decidió realizar una auditoría al Ministerio Público, en una clara política de amedrentamiento, más aún, a sabiendas de que este martes está citada la Fiscal al Tribunal Supremo de Justicia para el inicio de un juicio político.
Es que la situación más de fondo está también en que luego de estos tres meses, se ha acentuado la agobiante crisis económica que golpea ferozmente a los trabajadores y a los sectores populares, y toman mucha fuerza los saqueos que se realizan en las zonas populares de varias ciudades, a las que incluso la propia derecha llama a rechazar y que se reprima, tal como vimos más recientemente en lo que llamamos “noche de furia en Maracay” pero que se repite en otros lugares. Se trata de un escenario que de tomar fuerza, se le volvería incontrolable no solo al gobierno sino también a la oposición, desatándose fuerzas que no podrían conjurar. El aumento del salario mínimo que Maduro decretó este domingo no es más que una migaja frente a la calamidad económica, y además un sector muy importante de la población laboral está por fuera de un empleo formal.
La MUD llama a la puesta en marcha del mecanismo que llevará a realizar esta consulta de "proceso democrático de retomar la Constitución". Pero bien sabemos que a los sectores de la oposición de la MUD lo que menos les interesa es defender dicha Constitución, y lo dejaron bien claro en el 2002, cuando realizaron el golpe de Estado, pasándose por encima esta Constitución y disolviendo de facto todos los demás poderes. Tal como hace Maduro hoy y toda la burocracia que buscan perpetuarse en el gobierno con su farsa de Constituyente hecha a su media y violando incluso las propias leyes que el chavismo ha levantado, la oposición impulsa una política cargada de toda una demagogia de democracia, pero que esconde sus claros fines de clase dominante, una nueva forma de embaucar al pueblo trabajador. No es casual que a tres meses de desatada la crisis, de acuerdo a las últimas encuestas el 61% se reivindica como independiente, demostrando el hastío de la población tanto con el gobierno como con la MUD.
Es más que claro que en esta pelea ni el gobierno Maduro ni la oposición aglutinada en la MUD representan los intereses de los trabajadores y el pueblo pobre. Si por un lado, Maduro con un bonapartismo mayor, con su política represiva y antiobrera viene avanzando en fuertes medidas de ajuste, la oposición opone al fracaso del chavismo un recetario de medidas neoliberales y de profundización de la dependencia, que incluye privatizaciones, mayor penetración del capital imperialista y sacrificio de derechos de los trabajadores. Por eso se hace más necesario que nunca pelear por una salida política independiente de los trabajadores y el pueblo pobre.
Milton D'León
Caracas @MiltonDLeon
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