viernes, septiembre 29, 2017

Sobre el referéndum en el Kurdistán iraquí



Reproducimos la declaración del Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP) de Turquía publicada con anterioridad a la realización del referéndum por la autonomía del Kurdistán iraquí, en el que –de acuerdo a las estadísticas de la Comisión Electoral de la región– el SÍ cosechó el 92% de los votos.

¡Sí a la igualdad y a la libertad del pueblo kurdo! ¡No al imperialismo, al sionismo, al proteccionismo colonialista y a “Barzanistán”!

Han habido varias reacciones frente al referéndum previsto en el Kurdistán iraquí para el 25 de septiembre, por parte de actores de diverso rango: desde los Estados de la región hasta las potencias imperialistas y la entidad sionista. El Partido Revolucionario de los Trabajadores (DIP) aborda esta cuestión desde el punto de vista del pueblo kurdo oprimido y el interés de la clase obrera, y basado en el internacionalismo proletario considera el derecho a la autodeterminación de las naciones como un principio, y defiende la igualdad y la fraternidad de los pueblos.

¿Qué intereses se juegan en el referéndum?

Desde este punto de vista, es evidente que el pueblo kurdo tiene los mismos derechos políticos, culturales y económicos que los pueblos con los que convive, incluido el derecho a formar su propio Estado. La cuestión del “timing”, evocada por las potencias imperialistas y colonialistas para defender sus propios intereses, no tiene ninguna importancia para nosotros. La demanda de igualdad y libertad por parte de un pueblo no es cuestión de “timing”. ¡Es un derecho!
Sin embargo, y de manera contradictoria, el referéndum del 25 de septiembre no se basa en la voluntad del pueblo kurdo, sino en la usurpación de la misma. Barzani, quien decidió y presentó el referéndum, ha excedido su mandato como líder del Gobierno Regional de Kurdistán el 25 de agosto de 2015, y lo ha extendido (por medio de una decisión "de facto" del Ministerio de Justicia) hasta 2017. Además, ha expulsado a los ministros del Movimiento Goran, que forma parte de la coalición gubernamental. Por lo tanto, Barzani ha usurpado el poder, ignorando la voluntad del pueblo al impedir que se lleven a cabo las elecciones en el Kurdistán iraquí. Si las elecciones tuvieran lugar, sería bastante difícil para Barzani ganar contra otros partidos kurdos, ya que su apoyo popular ha caído por la corrupción que empapa a su poder y por su colaboración con las potencias imperialistas y colonialistas. Por lo tanto, al poner el referéndum en el orden del día, lo que Barzani busca es mantener su propio poder, tergiversando las aspiraciones de igualdad y libertad de los kurdos. En este sentido, para Barzani no puede haber mejor “timing”: si no se realiza el referéndum, se vería obligado a convocar a una elección en la que perdería.
Barzani declaró que podría renunciar al referéndum en el caso de llegar a un acuerdo con el gobierno central iraquí sobre la participación en los ingresos petroleros, y en este sentido concedió posponerlo por unos días.
Para Barzani la cuestión principal no es la autodeterminación del pueblo kurdo sino su propio destino, el de su clan y el de los que se benefician de su poder.

Las posiciones del gobierno central de Irak, de Irán y del AKP en Turquía

El pueblo kurdo vive no sólo en Irak, sino también dentro de las fronteras de Turquía, Irán y Siria. En ese sentido, el referéndum en el Kurdistán iraquí es una gran preocupación para estos países también. Aunque la posición inicial del gobierno central iraquí no fue tan intransigente, está endureciendo el tono de su negativa. Recientemente, desde el Tribunal Supremo Federal de Irak declararon que suspendían el referéndum, hasta que pudieran llegar a un veredicto sobre los reclamos que lo caracterizan como inconstitucional. Irán declaró que no reconocerá a un Kurdistán independiente, que anulará todos sus tratados con Erbil y que impondría un bloqueo en esta región.
Entre las potencias de la región, el gobierno turco es el que está en mejores términos con Barzani. Los turcomanos de la región están siendo bastante desatendidos –una de las principales razones de ello es la exclusión de los turcomanos predominantemente chiitas por parte de la sectaria política exterior turca. El motivo principal es el interés del capital colonialista turco, que pretende obtener una tajada del petróleo de la región teniendo una actitud paternalista hacia “Barzanistán” [expresión irónica sobre el Estado que procura montar Barzani]. Sin embargo, las contradicciones de la política interna impiden la implementación de esta estrategia. Erdogan y el AKP [su partido, el Partido de la Justicia y el Desarrollo] quieren evitar aparecer en desacuerdo con el MHP [Partido de Acción Nacionalista], el partido fascista que apoya al gobierno sobre esta cuestión. En cuanto al ejército turco, Erdogan y el AKP, para evitar una confrontación, le entregaron el control de su política sobre la cuestión kurda.
Es por esto que Erdogan designó al MGK (Consejo de Seguridad Nacional, compuesto por los miembros civiles del gobierno y altos mandos militares) como el último responsable en la toma de decisiones. El mandatario insinuó que el MGK, cuya reunión bimestral se adelantó al 22 de septiembre (tres días antes del referéndum), podría tomar una firme posición contra la iniciativa independentista de Barzani. Esta firme posición podría llegar a considerar la declaración de independencia como razón para una intervención militar. Pero en definitiva, no rechazarían de antemano la opción de "la realización del referéndum sin la declaración de independencia". Esta opción lograría apaciguar al ejército sin impedirle al gran capital colonial (instalado en el Hotel Diván en Erbil) mantener su mirada fija en el petróleo kurdo.
La prioridad del capital colonialista no es aislar al “Barzanistán” o aplastarlo militarmente, sino tener una actitud paternalista hacia este y obtener una parte de su petróleo. Esta es la razón por la cual Çavusoglu, el Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, se ofreció para ser el intermediario y garante en una negociación entre Barzani y el gobierno central iraquí sobre el petróleo.
Así como Barzani no es el representante de las demandas y la voluntad del pueblo kurdo, ninguna de las posiciones mencionadas anteriormente por estos gobiernos representan los intereses de los pueblos turco, árabe o iraní. Lo que hay detrás de estas posiciones políticas son los intereses coloniales del capital.

La posición del imperialismo estadounidense

Mientras Irak estaba siendo invadido por el imperialismo norteamericano [en 2003], los líderes kurdos colaboracionistas y ante todo Barzani explicaron su complicidad con la invasión bajo el argumento de que "los kurdos deben aprovechar las oportunidades para la libertad". La invasión, que dejó un saldo de 2 millones de muertos en Irak, no trajo la libertad para los kurdos. Por el contrario, sembró discordia entre los kurdos y los árabes. El imperialismo estadounidense basó su dominio en separar al pueblo árabe sobre una base de sectas, y enfrentar a los kurdos y a los árabes unos contra otros. En la actualidad continúa llevando adelante esta misma política.
La oposición de los Estados Unidos al referéndum sobre la base del “timing” proviene de su reticencia a perder su dominio sobre Irak. El imperialismo estadounidense, que usó de manera brutal la carta sectaria mientras derrocaba a Saddam, es la fuerza que ha creado un terreno fértil para el sectarismo en el que ha florecido Daesh [Estado Islámico]. Ahora teme que un apoyo a Barzani en el referéndum podría alejar a los árabes chiitas y empujarlos hacia Irán. Este es el motivo por el que en la última declaración de la Casa Blanca el referéndum es considerado "provocador y desestabilizador", y se hace un llamamiento a que sea "cancelado". Estados Unidos está enfocado no sólo en dominar el Kurdistán, sino todo Irak.

La posición del sionismo israelí

Israel, la ilegítima entidad sionista, parece ser el principal defensor de un Kurdistán independiente. Pero lo que Israel desea no es la liberación de los kurdos sino el aumento de la hostilidad entre ellos y los pueblos turco, árabe e iraní. Es decir, la libertad de los kurdos sobre la base de la fraternidad de los pueblos y su lucha común es diametralmente opuesta a los intereses de Israel. Con la carta blanca que le da al poder ilegítimo de Barzani, Israel está tratando de hacer del Kurdistán una extensión de su propia existencia ilegítima, y por lo tanto hacer que sea imposible para el Kurdistán sobrevivir sin convertirse en una base militar imperialista y sionista contra los pueblos de la región, sobre todo Irán.

(...)

“Barzanistán” no va a representar la libertad sino la servidumbre para el pueblo kurdo

El objetivo principal de la administración de Barzani es claro como el agua. Luego de alcanzar sus objetivos y consolidar su poder, no va a promover la libertad y la igualdad para el pueblo kurdo. Barzani dice abiertamente que la victoria del voto por el SÍ en el referéndum no significaría una declaración de independencia. Es decir que trataría de utilizar el referéndum para obtener una mayor capacidad de maniobra. Pero como la fuerza de Barzani no proviene del pueblo, y además tiene un temor mortal hacia la organización independiente del mismo, inmediatamente se vería obligado a entregar esa capacidad de maniobra al imperialismo estadounidense y al sionismo –y hasta cierto punto, al capital y al gobierno turcos. Bajo la dirección de Barzani, es inevitable que Kurdistán quede bajo el dominio de uno o todos estos poderes.
Esto no es libertad e igualdad sino una nueva forma de servidumbre. La entidad de “Barzanistán”, más allá de ser hostil a los árabes iraníes e iraquíes bajo la dirección de Israel, también trataría de debilitar a los kurdos en otros países. Como ya lo hizo una y otra vez, Barzani sería el cómplice de la opresión de las demandas del pueblo kurdo en Turquía.

La posición de DIP: ¡Paz con los kurdos, guerra contra el imperialismo y el sionismo!

Como Partido Revolucionario de los Trabajadores, planteamos que la servidumbre de los kurdos no le sirve a los intereses de los pueblos turcos, árabes e iraníes. Que una nación que oprime a otras forja sus propias cadenas. Y que aquellos que se benefician del colonialismo en el Kurdistán son las clases capitalistas y el imperialismo.
Además de exponer la naturaleza reaccionaria de “Barzanistán” y revelar los planes imperialistas y sionistas, consideramos que dirigirnos a la clase obrera turca es nuestro principal deber. La igualdad y la libertad de los kurdos no son una amenaza contra los trabajadores turcos. La verdadera amenaza son el imperialismo, el sionismo y el capital colonialista. El capital está dispuesto a derramar la sangre de los trabajadores turcos y kurdos para transportar el petróleo kurdo a través de Turquía.
El imperialismo y el sionismo sólo buscan obtener una nueva base, además de la Turquía miembro de la OTAN. Están encantados de que, debido a la propaganda nacionalista, la rabia del pueblo esté dirigida hacia los kurdos, y no hacia ellos. Hacer la paz con los kurdos sirve sobre todo a los intereses de los trabajadores turcos, y representa el mayor temor del capital colonialista, el imperialismo y el sionismo. La lucha común de los turcos, los kurdos y otros pueblos es el único camino hacia la victoria sobre el imperialismo, el sionismo y el colonialismo.

¡Sí a la fraternidad, la igualdad y la libertad del pueblo kurdo y de todos los pueblos! ¡No a “Barzanistán”!

¡No a la intervención militar de Turquía y otros países de la región y al bloqueo contra el pueblo kurdo!

¡Fuera Turquía de la OTAN! ¡Cierre de la base de Incirlik!

¡Fuera los imperialistas, sionistas, y colonialistas del Kurdistán!

¡Los imperialistas deben irse! ¡Israel debe ser destruido! ¡El futuro igualitario y libre del pueblo turco, kurdo, árabe e iraní se formará con la Federación Socialista de Oriente Medio!

No hay comentarios.: