martes, abril 26, 2022

La Intendencia de Morón, la promoción del consumo de estupefacientes y el FIT-U

El domingo pasado, en un festival "recreativo y cultural" organizado por el municipio de Morón, dirigido por el intendente Lucas Ghi, del Frente de Todos, la Dirección de Políticas para Juventudes del gobierno local repartió folletería a los transeúntes sobre “reducción de daños” y consumo de drogas. 
 El panfleto tuvo repercusión mediática nacional por sus “consejos” -“cocaína: tomá poquito para ver cómo reacciona tu cuerpo”; “porro: prensado no, mejor flores”, etc- a la hora de consumir. El uso y consumo de estupefacientes, legales e ilegales, ‘puras’ o ‘impuras’, genera un daño irreversible en el organismo de las personas, sin que importe la cantidad. La reacción del organismo de cada persona es distinta, y lo que en una puede significar “un daño menor”, en otra puede significar la muerte. Por lo tanto, el planteo de "reducción de daños" es una falacia en sí misma. 
 No sorprende que quienes promueven el consumo “cuidado” o “recrativo” de drogas, desde el macrismo al kirchnerismo, hayan sido protagonistas responsables de la muerte de jóvenes en la fiesta de Time Warp, en Costa Salguero, y más recientemente con los casos de la cocaína adulterada en la zona oeste del Gran Buenos Aires. El “control de daños” de la Legislatura porteña fue poner agua en los boliches en dónde se consume éxtasis y metanfetaminas. El FIT-U no tiene diferencias de aparatos a la hora de apoyar la “recreación’ que ofrecen los estupefacientes. Todas sus fracciones coinciden cuando se trata de arremeter contra el planteo de Política Obrera de que los estupefacientes descerebran a la juventud trabajadora y la destruyen políticamente. 

 El PTS: frente único con Lucas Ghi

 La Izquierda Diario (LID, 25/04), el PTS, sin ruborizarse, reivindica lo hecho por el sabbatellismo de Morón, y sale al cruce contra una “demonización al consumo de drogas”, que atribuye a “los grandes medios y la oposición de derecha”(sic) – el gobierno de Alberto y Aníbal Fernández y de Berni y de Manzur, sería de ‘izquierda’ . Propone “una política integral (sic al cuadrado) que empiece por la legalización de las drogas” - “como sostiene, dice, el Frente de Izquierda Unidad”. El solo reclamo de “un política integral”, bajo un estado capitalista, además en descomposición, muestra la distancia que ha puesto el PTS de los intereses históricos de la clase obrera. Las advertencias de la medicina acerca de que los estupefacientes destruyen la salud en general y la mental en particular, al PTS le entran por un oído y le salen por el otro. El mismo etiquetado frontal -“droga recreativa”- delata el abismo de esta pequeña burguesía democratizante de la clase obrera consciente. Cuando Marx defendía contra el código penal de la época al obrero que se alcoholizaba, nunca se le ocurrió que esa ingesta era “recreativa” – todo lo contrario, una expresión de la brutalización capitalista. La fantasía recreativa que ha instalado el FIT-U en su programa, luego de las expulsiones masivas en el PO, la ha llevado a reclamar el dictado de una ley nacional que exija el “testeo de calidad” de los estupefacientes. De aquí la pasión que ponen estos grupos por el “etiquetado frontal”. El capitalismo envenena cada vez más la producción de lo que va al consumo personal, y la etiqueta proclama “cómprelo o déjelo”. 
 El sabatellismo es un residuo político de Izquierda Unida, donde abrevó una parte del FIT-U, y lo hace ahora la otra parte, con efecto retardado. Por aquello de que no hay puntada sin hilo, la movida del PTS, que busca comprometer a todo el FIT-U, apunta en la misma dirección que la compañía que ofreció Belliboni a Grabois en el acampe reciente de la Unidad Piquetera. O sea, ‘robarle’ votos al kirchnerismo, como Milei lo hace con el macrismo. 
 En ocasión de las últimas elecciones, hemos destacado el crecimiento del FIT-U en varios distritos del conurbano, entre ellos Morón, en contraste con el retroceso que ha sufrido en el resto del país. Dijimos que ofrecía una oportunidad de lazos políticos con los trabajadores a partir de la actividad en los Concejos Deliberantes. La trenza con Lucas Ghi estaría demostrando que se trata de una oportunidad perdida. La mona aunque se vista de seda, mona queda. 
 Por último, las columnas de opinión del diario La Nación, desmienten que los medios de comunicación se opongan a una ley que regule el consumo de estupefacientes. Y esto en un diario muy clerical. El auto calificado “candidato del mercado”, Javier Milei, no le va a la rastra. Como dice la publicidad de una cerveza – “un punto de encuentro”. 

 Nahuel BA
 26/04/2022

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