Muchas de las empresas capitalistas que operan en Argentina están haciendo pingües ganancias en el marco de la crisis. Mercado Libre, que pertenece a Marcos Galperin –el empresario más rico de país-, es una de ellas.
Entre enero y junio de 2023, la compañía mejoró un 29,8% su facturación y obtuvo gracias a eso ganancias por 335 millones de dólares. Ese resultado fue favorecido por la inflación, si se tiene en cuenta que los artículos vendidos en la plataforma crecieron solo un 1% interanual. La suba incesante de los precios actúa como una transferencia de ingresos desde los trabajadores hacia los bolsillos de los empresarios.
Los capitalistas se quejan del desquicio inflacionario pero muchas compañías se están beneficiando al calor de ese proceso y también de la devaluación del peso que viene llevando adelante el gobierno de Massa-CFK para cumplir con las exigencias del FMI (disminuye el precio de la fuerza de trabajo medida en pesos). Las empresas alimenticias, los sojeros y muchos industriales han hecho grandes negociados gracias a esto.
Esto demuestra que hay margen para avanzar en un aumento de salarios que los equipare al costo de la canasta básica familiar, como plantea la lista del Frente de Izquierda encabezada por Gabriel Solano. Bastaría con afectar la ganancia capitalista. Muchísimas compañías están en condiciones de incrementar los sueldos de sus obreros. En todo caso deberían mostrar por qué no podrían hacerlo abriendo sus libros contables ante los trabajadores.
Por otro lado, la cantidad de personas que utilizan Mercado Pago (fintech) está aumentando al calor de la estampida inflacionaria; esto, porque buscan cubrir sus ingresos de ella “invirtiendo” al 80% aún cuando no cuentan con capacidad de ahorro, porque pueden seguir utilizando el dinero. Se trata del fondo de mercado monetario minorista más grande del país.
Las acciones de Mercado Libre en Wall Street subieron un 11,88%, luego de que se difundieran los balances de la empresa. Fue el mejor resultado de una compañía argentina –Edenor y Loma Negra quedaron por detrás.
El empresario “nacional” es un militante de la reforma laboral, de las exenciones impositivas en beneficio de la clase capitalista –y particularmente en beneficio de su propia empresa- y de una modificación negativa del sistema jubilatorio –quiere que vuelvan las AFJP para hacer negocios a costa de los jubilados. Mercado Libre rechaza enmarcar a una parte de sus trabajadores en el convenio bancario (Mercado Pago) y hace unos años firmó un convenio especial flexibilizado con el sindicato de Carga y Descarga para encuadrar a otra parte del plantel.
Galperín es un parásito al igual que el resto de los exponentes de la burguesía criolla. Celebró la reestructuración leonina de la deuda externa que llevó adelante Guzmán en 2020 (la cual trajo consigo nuevos embates contra la clase obrera) y banca el acuerdo con el FMI.
Además, es un evasor de impuestos. Mercado Libre recibió denuncias por defraudación contra el Estado; al parecer, vendió 1.300 millones de pesos en títulos públicos 12 días antes de que el gobierno de Mauricio Macri anunciara el reperfilamiento de la deuda. También fue denunciado por la Afip por evadir el equivalente a 7,5 millones de dólares en impuestos.
Todo esto desmiente también que haga falta implementar “reformas estructurales” para sacar al país de la crisis, como divulgan los capitalistas y sus candidatos presidenciales (Massa, Bullrich, Larreta, Milei y Grabois). Para que Argentina progrese, los explotadores que viven del trabajo ajeno deberían dejar de saquearla.
La unión entre el movimiento obrero y la izquierda es clave para organizar una pelea a fondo contra la ofensiva antiobrera de los capitalistas y sus gobiernos y por salarios equivalentes al costo de la canasta familiar. Esta es la perspectiva estratégica por la que lucha la lista que lleva a Solano como precandidato a presidente y a Vilma Ripoll como precandidata a vice.
Nazareno Suozzi
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