Charla en El Vendrell
Pello Erdoziain
El pasado sábado 24 de noviembre a les 18.30 h, tuvo lugar en la Sala d’actes del Centre Cívic L’Estació, de El Vendrell una charla sobre la vida de Durruti y su relación con el POUM. Dicha charla fue presentada por el miembro de La Trinxera, “Botica” y por Pello Erdoziain de la Fundació Andreu Nin, y en la misma intervinieron Raúl Díaz, miembro de la CNT y Wilebaldo Solano, antiguo secretario general de la Juventud Comunista Ibérica y del POUM y presidente de la Fundació Andreu Nin, quien conoció y trató personalmente a Durruti.
INTERVENCIÓN DE RAUL DÍAZ (CNT)
Buenaventura Durruti representa un hito en la historia del anarquismo y de la revolución. Nació en León en el seno de una familia obrera, su padre era curtidor. Tras una huelga de curtidores, su padre perdió el trabajo y el niño Buenaventura dejaría de ir a la escuela a la que iba hasta entonces, teniendo que ir a otra más humilde.
Con catorce años entró de aprendiz en un taller metalúrgico y comenzó a establecer relaciones con el movimiento socialista y a interesarse por la lucha social. Se afilia a la UGT resultando bastante radical para sus dirigentes sindicales. Cuando terminó su aprendizaje profesional entró a trabajar en otro taller mecánico donde alcanzaría la calificación de oficial tornero.
En aquel período comenzaron las primeras huelgas importantes en León, durante la Primera Guerra Mundial. Los países de la “Entente” antigermánica necesitaban materias primas; como el carbón, abundante en las cuencas de la región asturiana y leonesa. Ante el aumento de la demanda de este mineral los mineros vieron la posibilidad de plantear huelgas mineras a fin de mejorar sus condiciones de vida. Sin embargo la huelga de los picadores no afectaba al suministro de carbón.
Durruti, que trabajaba entonces como mecánico de mantenimiento del lavadero de una mina y aunque la UGT se había desvinculado del movimiento huelguístico minero, entendía que la clave del éxito de la huelga estaba en conseguir que se paralizase el proceso de lavado de carbón. Solo al adherirse los trabajadores y personal de mantenimiento del lavadero a la huelga, se paralizó la expedición de carbón y la huelga tuvo ya un resultado efectivo, al no poderse seguir suministrando carbón en esas condiciones.
Es a partir de su participación en aquella huelga minera dónde empezaría la leyenda de este luchador obrero.
Tras ser despedido de la mina, empezó a trabajar en el ferrocarril de León, que le llevó a participar en la Huelga General de 1917 con un planteamiento revolucionario; lo que le condujo a enfrentarse al sindicato UGT, quien terminará expulsándolo por radical.
Sus compañeros le aconsejan que huya de León. Marcha a la cercana Asturias y allá se unirá al anarquismo. Es llamado a filas, deserta y se exilia en Francia, dónde se formará como líder anarquista. Regresará a España en pleno apogeo del pistolerismo patronal, de asesinatos de dirigentes obreros por parte de los llamados “sindicatos libres”.
Junto a otros compañeros anarquistas forma el grupo “Los Justicieros” quienes realizarán acciones y sabotajes a fin de ayudar al movimiento sindical. Contacta con el líder anarquista, y desde entonces su amigo inseparable, Francisco Ascaso, cuando éste se encontraba encarcelado en Zaragoza.
A su regreso a Barcelona participará en atracos a bancos. Vuelve a Zaragoza, tras salir Ascaso de la cárcel, y tras separarse “Los Justicieros”, formarán el grupo “Los Solidarios” junto a Juan García Oliver, con quien participará en sendos atentados contra la Guardia Civil y contra el cardenal aragonés Soldevila y Romero que era uno de los financiadores de los pistoleros de la patronal.
Realizarán diversas acciones armadas hasta la llegada de la II República. Tras varias deportaciones regresó a España donde continuó participando en diferentes acciones armadas y huelgas.
Al comienzo de la Guerra Civil, Durruti participa en las jornadas revolucionarias de Julio en Barcelona y, una vez vencida la sublevación militar, en la organización de las primeras columnas militares anarquistas que marchan hacia Zaragoza a fin de luchar contra los sublevados. Estando participando en la defensa de Madrid muere en extrañas circunstancias nunca aclaradas. Su regreso y su entierro en Barcelona se convirtieron en una gigantesca manifestación de dolor por la muerte de este héroe del pueblo.
INTERVENCIÓN DE WILEBALDO SOLANO
Se habla mucho del pasado pero, a menudo, lo que se dice no tiene mucho que ver con la realidad. Así se dice que el gobierno republicano no se dio cuenta del peligro que suponían los golpistas en el ejército con las consecuencias que luego tuvieron a nivel mundial. Este peligro era percibido claramente por las fuerzas populares, quienes se opusieron al avance de los golpistas mediante huelgas. El gobierno veía el peligro pero tenía más miedo a los revolucionarios. Sabía que el ejército no apoyaba a la República por lo que en los puestos de mando colocaron a los pocos generales adictos a la República, como el caso del General Batet en la capitanía general de Burgos; quien será fusilado por los golpistas.
El Golpe comenzó por el asesinato de los militares de izquierda, porque eran los que podían oponerese a los golpistas. Franco se mantenía a la espera de tener un papel más activo en el Golpe y no se adhirió al mismo hasta que Queipo de Llano tuvo controlado el proceso y vio realmente que podía convertirse en el “jefe”.
No se produjo por parte del gobierno republicano una depuración de los golpistas dentro del Ejército. A pesar de eso, en el movimiento obrero, la CNT y el POUM principalmente estuvieron siempre en guardia contra el peligro golpista.
La CNT al darse cuenta del peligro, escogió unos militantes destacados y les hizo trasladarse a vivir a casas alquiladas cerca de los cuarteles militares de Barcelona, a fin de observar los movimientos que pudieran desarrollarse dentro de dichos cuarteles por parte de los sediciosos, realizando una destacada labor de vigilancia. Así, cuando las tropas se levantaron en Barcelona, la CNT estaba sobre aviso. Comprobaron los días previos al golpe, que entraban muchos civiles derechistas en los cuarteles, concretamente en el cuartel de Pedralbes.
En el momento en que se produce el Golpe, los obreros tomaron las armas que pudieron conseguir y neutralizaron a los golpistas en Barcelona.
El espíritu de defensa y a la organización obrera consiguió aplastar a los militares. Los días previos al Golpe se produjeron reuniones políticas con los GABOC(s), la CNT y el POUM, lo que terminó resultando muy eficaz. Asimismo aquellos días, los militantes poumistas más destacados estaban en guardia; no dormían en sus casas, por lo que pudieron pasar a la acción rápidamente.
En Barcelona se ganó al Golpe y Durruti, Andreu Nin y Federica Montseny, entre otros, tuvieron un papel muy destacado en la derrota de los sublevados. En Atarazanas y en Capitanía General los militantes de la CNT y del POUM aplastaron al general golpista Goded y, a continuación, tomaron el resto de los cuarteles de la ciudad.
En aquellos primeros días el POUM se incautó, entre otros locales, del Teatro Principal situado en las Ramblas y se convirtió en el local más importante del POUM, aunque los primeros días los dirigentes del POUM no hacían uso de él por seguridad. En el Teatro Principal, el POUM tenía ya entonces alquilado un local. Tras la revolución y a iniciativa de Durruti se tomó todo el edificio del Teatro. Durruti jugó un papel muy especial en la organización de las milicias y continuamente decía: “¡A Zaragoza!” porque sabía que la victoria de Barcelona no era la victoria total.
Se constituyó, tras las jornadas de julio, un comité militar del POUM y desde el local del Teatro Principal se empezó a coordinar las acciones entre ambas organizaciones, la CNT y el POUM.
Durruti decía que como la gente nos había visto luchar juntos, ahora, tras vencer a los fascistas; tenían que vernos también unidos.
Durante las jornadas revolucionarias de Julio estuve trabajando estrechamente con Andreu Nin en el Comité Militar del POUM. El 19 de Julio de 1936 fue un gran día en la historia de la humanidad.
Unos pocos días después, sería el 20 o el 21, tras haber dormido en el nuevo local incautado del Teatro Principal, Andreu Nin me animó a contemplar la Barcelona de aquellos días, la Barcelona revolucionaria: ¡Todo Funcionaba!. Por ejemplo el transporte público lo hacía como nunca antes lo había hecho. Los emigrantes que vivían en Catalunya pedían permiso a las organizaciones obreras para regresar a sus pueblos de origen, por lo que se decidió dar gratuidad al transporte público. Andreu Nin me comentó en presencia de Durruti: “¡Mira como los obreros se han apoderado de la ciudad! Surgen iniciativas de todas partes, colectivizaciones… ¿Sabes cuánto costó en Rusia hacer una tercera parte de todo esto?: Meses y meses. Hemos entrado en un proceso mucho más importante porque en menos tiempo y debido al entusiasmo de la gente hemos hecho más cosas…”
No conseguimos ganar debido al papel de estalinismo que bombardeó las iniciativas revolucionarias. A pesar de todo el sufrimiento, podemos decir que aquella fue una experiencia que hizo grande a la clase obrera española.
A continuación se estableció un interesante debate entre los intervinientes y el público asistente al acto.
Diciembre 2007
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