Exclusivo por Oscar Bravo Fong (corresponsal de Prensa Latina en Chile)
Para el prestigioso intelectual y luchador chileno Volodia Teilteboim dedicar parte de su vida a la política y la literatura constituye una de sus mayores satisfacciones personales.
Aunque ingresó a la juventud comunista a los 15 años y a los 20 era dirigente, hubiera preferido ser sólo militante de base y escribir, confiesa a los 91 años a Prensa Latina este hombre modesto, en su tranquilo hogar de la comunidad santiaguina La Reina.
Desde muchacho fui un político sin salario, con el ansia de cambiar la sociedad, y también era poeta, afirma.
Premio Nacional de Literatura 2002 y ex secretario general del Partido Comunista Chileno, se autodefine como "un hombre inquieto que ha espigado por muchos lados: la novela, el ensayo, la poesía, la biografía, la crítica y las memorias".
En mi formación intelectual, señala, influyó la literatura rusa. Junto a su fuerza en la descripción del drama humano, expresa la actitud de rebeldía ante sociedades injustas.
Aunque también leía con avidez a escritores de Estados Unidos, críticos de esa sociedad, bebía conocimientos de las obras de Vladímir Maiakovski, Leon Tolstoi, Nikolai Gogol, Alexandwr Pushkin y Fiodor Dostoievski, entre otros.
"Uno de los primeros textos importantes que publiqué es El amanecer del capitalismo y la conquista de América (1943), que explica cómo el capitalismo en desarrollo se precipita sobre América Latina para establecer su dominio imperial.
"De esa forma domina casi todo el continente e impone su sistema económico, su gobierno, prejuicios y hasta su cultura".
El amanecer del capitalismo, acota, fue publicado en Cuba luego del triunfo de la Revolución de 1959, pues casi no existían textos sobre el tema, en ese entonces.
-En 1952 publicó su novela Hijos del Salitre. ¿Cuál es, a su juicio, el mayor aporte de esa obra?.
-La escribí porque sentía latir la necesidad de revivir episodios, situaciones, dramas del pueblo chileno siempre ocultados por los regímenes gubernamentales, y que son parte de la historia de América.
Hasta que salió a la luz el texto, muy pocos chilenos sabían de ese hecho, del asesinato por militares de centenares de obreros del salitre -fertilizante natural exportable-, no sólo chilenos, sino también bolivianos, peruanos y de otros países.
El suceso se conoce como la Matanza de Santa María de Iquique, ocurrido hace 100 años, cuando esos obreros deciden reclamar mejores salarios y condiciones de vida para ellos y sus familiares, lo cual terminó en una gran tragedia.
Volodia relata: Los bolivianos, la mayor parte indígenas, se unen al movimiento. Es entonces cuando el Cónsul de ese país, por orden de su gobierno, les pide que abandonen la huelga, bajo el argumento de que las cosas se vislumbraban mal.
Es en esos difíciles momentos cuando el líder indígena boliviano manifiesta: "Con chilenos vinimos y con chilenos morimos". Fue el comienzo y el primer despertar de la conciencia obrera, teñida de sangre y silenciada, expresa.
-¿Cómo valora la trascendencia del pensamiento de Salvador Allende en la lucha actual?
-Allende simboliza un proyecto político, que ahora en muchos países como Bolivia, Venezuela, Brasil, se toma en cuenta. Allende, quien mantuvo la fidelidad a su pueblo, no es un personaje prescindible, sino precursor como lo fue Che Guevara.
Pese a que Chile es un país neoliberal, con pobreza, desigualdades sociales y predominio del mercado y el dinero, hay un despertar en la conciencia social, luego de que la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) desmovilizara las conciencias mediante represión y muerte.
-¿Qué podría significar para Chile la integración con América Latina?
-Contribuiría a superar la situación de crisis profunda que se está viviendo, como la crisis de democracia, de los derechos humanos.
Las actuales circunstancias en América Latina demuestran hoy que la solución de los problemas es favorecida por los nuevos cambios sociales. Por primera vez en América Latina se internacionaliza de conjunto la solidaridad democrática, encabezada por Venezuela y Cuba.
-¿Cómo ve el futuro de América Latina?
-Vislumbro un futuro lleno de posibilidades y también de luchas porque no hay que creer que este proceso de cambios en Latinoamérica va a ser respetado por el imperio estadounidense. Hay que animarse, como lo hizo Cuba, y responder a las amenazas de ese poder imperial.
-¿Cuál es, en su opinión, el legado del presidente cubano Fidel Castro para las nuevas generaciones y el mundo?
-Es el político más decisivo que cambió más la historia en los siglos XX y XXI. El hecho de que esté pensando y colaborando con su pueblo a través de reflexiones, de transmisión de su experiencia, es un ejemplo maravilloso de dignidad que no ha dado ningún mandatario.
El autor es periodista cubano y hasta la semana pasada corresponsal de Prensa Latina en Chile.
Nota: La entrevista fue realizada por el autor en septiembre de 2007 y hasta ahora inédita, al escritor, político y periodista chileno Volodia Teitelboim, fallecido el jueves último.
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