Palestina fue la confluencia de cristianos, judíos y musulmanes en donde se encontraron restos de una población negra proveniente del norte de África, asentada allí hace mas de cuarenta mil años y de los cuales no queda rastro alguno. Desde allí deviene el sacrificio de un pueblo que ha luchado a través de los siglos por su supervivencia. Históricamente ha sido un pueblo sumergido en severos conflictos religiosos y territoriales que hoy perdura con encono criminal bajo el beneplácito cínico del imperialismo norteamericano. Y la franja de Gaza es el ruin objetivo. Es tan ruin meterse con Gaza, como taponar a una madre preñada, la única salida biológica del parto. Porque Gaza tiene una salida a la vida. Son un millón y medio de vidas cuyo sosiego para vivir está tan solo esperanzado en la solidaridad del mundo. Buena puntería están probando las bombas más sofisticadas que ha diseñado el sionismo internacional para lograr el objetivo de destrucción de hospitales, escuelas, fábricas y negocios emplazados en los seiscientos kilómetros cuadrados que comprende Gaza. Váyase a preguntar donde están claros, los motivos que originan esta masacre. Porque el exterminio de seres humanos, no tiene jamás de los jamases, ninguna razón de juicio elemental. Búsquese entonces en algún retoño incestuoso de la población judía la mancha vergonzosa del pensamiento sionista. Y el padre aberrante se pavonea por el mundo mostrando, dinamita en mano, sus apetencias imperiales. Porque es el imperialismo yanqui el moldeador de la conducta sionista que muestra una secta desprendida de los judíos con la traición de sus preceptos, después de la segunda guerra mundial. Sionistas y yanquis, alejados de sus pueblos conforman la dupla satánica que genera pavor en el mundo. Miles de víctimas, donde niños, mujeres y ancianos son los más afectados pintan el escenario de sangre que disfrutan los hematófagos del imperialismo. Parece que no entendieran, menos comprendieran que las pretensiones de exterminio, nunca la lograron los alemanes y por el contrario las costas de tales acciones constituyeron un drama histórico para el pueblo alemán. Si la alcahuetería de la ONU no cesa y la dupla guerrerista sionista-gringa equivoca los cálculos de sus pretensiones, una larga factura le será extendida por la humanidad, cuyo monto no será ni más ni menos que el fin mas temprano de sus desafueros.
Neri La Cruz
Ingeniero geólogo
n_lacruz@yahoo.com
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