Se discute a menudo sobre si la junta ucraniana es o no nazi. Yo estoy absolutamente convencido de que aunque Porochenko no haya aparecido en público oficializando el saludo nazi y declarando “Soy nazi” todo indica que el régimen de Kiev hunde sus raíces ideológicas en el pasado nazi. La última evidencia de esta filiación, es lo increíble que sucedió la semana pasada cuando tres países: los EEUU, Canadá y Ucrania votaron contra una resolución de la ONU que condenaba la glorificación del nazismo [Sesión 69 – Tercera Comisión – Punto 66.a del Orden del día – 21/11/14]. Los miembros de la Unión Europea no se comportaron mejor, puesto que se abstuvieron. Ha sido una actitud tan sorprendente, tan insensata que bien vale la pena consultar el resultado de la votación y el documento original que dio lugar a esa votación.
Los resultados de la votación muestran que Bélgica, Alemania, Francia. Grecia, España, Italia, Portugal, el Reino Unido y los Países Bajos votaron en contra de la Resolución del 21 de noviembre que proponía combatir la glorificación del nazismo, del neonazismo y de todas las prácticas que contribuyan a alimentar las formas contemporáneas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia que generan.
Es ciertamente un resultado absolutamente repugnante. Hay dos países que tratan de ubicarse como los más pro-israelíes del planeta (Estados Unidos y Canadá) a los que se suman los países de la Unión europea que no solo han sancionado leyes que condenan la propaganda nazi como ilegal, sino que detienen a quién ose cuestionar los asesinatos masivos de judíos por los nazis (llamado holocausto).
Sin embargo esos países que se creían anti-nazis y democráticos rechazan actualmente condenar la glorificación del nazismo no por que amen especialmente a los nazis sino para proteger a la junta ucraniana. También esta ha rechazado condenar la glorificación del nazismo, aunque no haya un país ni un grupo étnico que haya sufrido más el nazismo que los ucranianos. La junta no solamente se burla de los principios y valores que pretende alentar, sino que es asimismo el modo más obsceno de faltarles el respeto a los millones de ucranianos asesinados por los nazis.
Sin embargo podemos deducir al menos algo positivo: de qué manera limpia y sin lugar a dudas este hecho muestra hasta que punto detestan a Rusia las élites occidentales, a qué punto ese odio eclipsa toda otra consideración o valor.
El disgusto ruso
Estos últimos días o aún estas últimas semanas ha quedado en evidencia el profundo disgusto de los rusos en relación a occidente. Si en el pasado los diplomáticos y los políticos rusos trataban de ser educados, ya no se preocupan por no poner en evidencia su disgusto. Afirman ahora abiertamente que Europa no tiene política exterior ni opinión, que solo es una servil colonia de los EEUU. Y en cuanto a estos últimos los rusos dicen actualmente sin ocultarlo que toda la crisis ucraniana no es más que un pretexto y que el objetivo de los EEUU solo es someter a Rusia, Es por eso que Putin afirmó la semana última que nadie ha logrado someter a Rusia y que tampoco lo lograrían los EEUU. No se trata solo de palabras, porque Rusia ha anunciado que va a boicotear la Cumbre sobre la seguridad nuclear del 2016. Eso quedó claro cuando los rusos informaron a los demás participantes que Rusia no participará en los trabajos preparatorios de la Cumbre.
Carlos Debiasi
vineyardsaker.fr
Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino
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