viernes, junio 01, 2018

Trump y la NFL prohíben manifestaciones antirracistas en el fútbol americano



Tras una amenaza de multas de Trump, los dueños de clubes impiden a sus jugadores arrodillarse en los partidos en protesta contra la violencia racial.

Los dueños de los equipos de la National Football League –la liga de fútbol americano de Estados Unidos- acordaron el pasado miércoles 23 prohibir a los jugadores que se arrodillen durante la transmisión del himno yanqui en los partidos, lo que se ha vuelto desde 2016 una extendida forma de protesta de deportistas contra los crecientes crímenes raciales por parte de las fuerzas represivas del país y las políticas del gobierno Trump -que se dio el nombre #TakeTheKnee (#TomaLaRodilla).
La resolución de la NFL sigue a la del gobierno, que horas antes había dispuesto multar a los clubes cuyos jugadores protestasen así contra la xenofobia –Trump respondía así a la declaración del jugador Colin Kaepernick (quien inauguró este gesto de protesta) como Embajador de Conciencia por Amnesty International.
La liga, que había sacado en 2017 una declaración en rechazo a las declaraciones de Trump contra los jugadores (un 70% afroamericanos) y la NFL, bajó la cabeza y determinó que en todo caso los trabajadores pueden ocultarse durante el himno, quedándose en el vestuario, buscando convertir a la acción de protesta en una acción individual. El vicepresidente, Mike Pence, tuiteó, triunfalista, “#Ganando”.

#TakeTheKnee

Luego de que un negro fuese nuevamente acribillado por la policía norteamericana en agosto de 2016 –como parte de toda una ola de violencia institucional racial durante esos meses–, los jugadores de fútbol americano Colin Kaepernick y Eric Reid (del equipo San Francisco 49ers) inauguraron en un partido esta acción de protesta en la escucha previa del himno. Este suena obligatoriamente desde 2002, tras la caída de las Torres Gemelas, como parte de la simbología de “orgullo nacional” con que el imperialismo buscó justificar sus invasiones y encubrir la ofensiva represiva y persecutoria interna, especialmente contra los inmigrantes, los negros y los musulmanes.
“No voy a levantarme para mostrar orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra", dijo Kaepernick. Trump respondió que, más que el gobierno terminar los crímenes raciales, “Kaepernick debería buscarse un país que se adapte a él” -en ese momento el magnate era candidato a presidente bajo la consigna “Make America great again” (“hagamos a América grande de vuelta”), con el apoyo de grupos racistas como el Ku Klux Klan y la llamada “derecha alternativa” (“alt-right”).
Con los meses, la señal de protesta de Kaepernick se extendió a otros equipos. En 2017, ya bajo el gobierno de Trump –que parió una nueva ola de violencia racial, incluyendo la matanza de activistas antirracistas por parte de neonazis en Charlottesville–, los jugadores de Baltimore Ravens y Jacksonville Jaguars imitaron el gesto durante un partido en Londres. El presidente respondió agresivamente en Twitter y en un acto de campaña en Alabama, señalando que "eso es una falta de respeto total a nuestra historia nacional. Es una falta de respeto total a todo lo que defendemos (…) ¿No les encantaría a ustedes ver [actuar] a los propietarios de la NFL cuando alguien le falta el respeto a nuestra bandera? Uno diría: ‘Saquen a ese fuera del campo de inmediato. ¡Fuera! Está despedido’” y alentó a los simpatizantes a abandonar la cancha contra la protesta.
Tras esa arremetida la acción se volvió masiva, volviéndose un símbolo de lucha contra la opresión y la política de Trump. Lo repitieron jugadores de básquet, de beisbol, porristas, que se arrodillaron frente a estadios enteros o se vistieron con la frase “I’m with Kap” (“Estoy con Kap”, en referencia a Kaepernick). Lo asumieron como propio las mujeres que luchan contra el racismo y el fin de la opresión de género: en la final de la liga femenina de básquet, las jugadores no salieron a la cancha hasta que terminó el himno. Lo tomaron cantantes y celebrities, como Stevie Wonder. El popular rapero Eminem lo introdujo paródicamente en una de sus letras –“[Trump] muestra su enorme coraje cuando es atacado por la NFL…”.
Kaepernick se convirtió en un referente de la lucha contra la opresión a los afroamericanos. En 2017, luego de un destacado desenvolvimiento deportivo que en 2012 había llevado al equipo a la final del SuperBowl, rompió su vínculo con su equipo y no volvió a ser contratado; el Seahawks le ofreció contrato si dejaba de agacharse antes de los partidos, a lo que se negó. A fines del año él y su ex compañero de equipo Eric Reid denunciaron a la NFL, señalando que esta se había confabulado para evitarles que estos fueran nuevamente contratados.

Condiciones y repercusiones

#TakeTheKnee es parte del movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas negras importan”), consigna que encabezó importantes movilizaciones contra el racismo de Estado y las condiciones de pobreza y superexplotación que sufre la mayoría de la población negra en Estados Unidos, agravadas durante el gobierno del “presidente negro” Barack Obama primero, y el de su sucesor fascistizante después.
Todavía están por verse las repercusiones de la disposición del mandatario y de los patrones del futbol nucleados en la NFL. Numerosos jugadores de la liga lo han criticado, entre ellos Devin McCourty (de los Patriots), Malcolm Jenkins y Chris Long (Philadelphia Eagles); mientras que Kaepernick ha compartido declaraciones de su abogado contra el vicepresidente. También se han pronunciado fans de distintos clubes, como los de Ravens. Como destaca un periodista deportivo en el Providence Journal (24/5), “ciertamente no parece que este problema vaya a desaparecer pronto”.

Maro

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