Las movilizaciones del CNP eran actividades “festivas” que se realizaban semanalmente, de espaldas a los jóvenes que todos los días cortaban calles, rutas y diferentes accesos, sosteniendo el paro nacional por tiempo indeterminado. Francisco Maltés de la CUT dijo que “vamos a hacer una interrupción temporal de las movilizaciones”, algo ya repetido en 2019 y 2020. La Fecode había emitido una declaración en la que llamó a desmovilizar y anunció la vuelta a clases el 15 de junio.
“Eso no significa que la movilización social se pare en Colombia, la movilización social en Colombia va a continuar porque las causas que la han generado se mantienen vigentes”, dijo Maltés. Sin embargo, “Aunque el Comité Nacional del Paro anunció que las manifestaciones están suspendidas temporalmente, en la práctica el panorama podría ser diferente. Esto se debe a que en las principales ciudades existen movimientos que no reconocen el liderazgo del Comité sobre la protesta” (El Tiempo, 16/6).
La “primera línea” de las luchas anunció que seguirá en paro (semana, 15/6). En Bogotá, “fuentes cercanas a la Primera Línea confirmaron que la intención es permanecer en el punto. Una situación similar se vive en Cali. Precisamente este martes, a la par del anuncio del Comité, se conoció que un juzgado suspendió el decreto que había facilitado las negociaciones entre la Alcaldía y la Unión de Resistencias Cali (URC)” (ídem).
El 20 de julio está llamada una “gran movilización” al Congreso para “entregar los proyectos de ley”. El aparato burocrático apuesta a ubicar al Congreso como árbitro de la crisis, sin embargo, fue el que protegió a Duque y sus proyectos de ajuste, incluso defendió mayoritariamente la “reforma fiscal”. El Congreso rechazó la moción de censura contra el ministro de Defensa, Diego Molano, autor intelectual de las masacres contra las masas. Este Congreso liquidó la “matrícula cero” (a pesar que el gobierno ya había anunciado el beneficio para 2021, El Tiempo, 17/6), la Renta Básica, el proyecto de prohibición de fracking, y aprobó la reforma judicial antiobrera y el impuesto a la gasolina.
Una buena parte de los miembros del CNP pertenecen a la coalición Esperanza y al Partido Liberal, opuestos de entrada a las movilizaciones y al paro nacional. Diógenes Orjuela, miembro del Comité, indica que: "El virus no fue considerado como una de las principales razones para cambiar de estrategia de movilizaciones. Fue la necesidad de mantener el apoyo popular ante el desgaste natural que estábamos sufriendo" (BBC, 17/6), como si la política del CNP no tuviera nada que ver en este “desgaste”.
Un desafío estratégico
La declaración política de organizaciones y procesos sociales del comité nacional de paro CNP (CUT, FECODE, Partido Comunista, Marcha Patriótica, Movimiento por una constituyente Popular, Andes, Unir, Onic), señala que a pesar de las “conquistas” cambian el método, y reafirman que “el paro no para, continúa y se transforma”. Indican que van a realizar “asambleas, encuentros, foros, conversatorios” (16/6), y “reforzar diálogos con alcaldes, gobernadores, delegados”, con “autonomía” para decidir no movilizar si no hay garantías de DDHH para las movilizaciones. También le exigen al Congreso las garantías de la movilización, pero para el 20 de julio recién.
Emiliano Monge
18/06/2021
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