Peligra la integridad de la embajada norteamericana y se piensan “posibles operaciones para evacuar al personal de EEUU”. Los funcionarios han enfatizado repetidamente que la seguridad en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai en Kabul es un requisito crítico para mantener al personal diplomático estadounidense en Afganistán (AP, 25/6), pero por sobre todo porque la “retirada” no incluye el patrullaje aéreo y los bombardeos de la aviación norteamericana.. También peligra el retiro de tropas de la OTAN, y sobre todo de Turquía. Según lo planificado, para el 11 de septiembre de este año, cuando se cumplan 20 años del atentado a las torres gemelas, todos los soldados norteamericanos deben ser removidos del suelo afgano.
“Las agencias de inteligencia estadounidenses revisaron sus estimaciones anteriormente más optimistas cuando los talibanes barrieron el norte de Afganistán la semana pasada, tomando decenas de distritos y las principales ciudades circundantes. Las fuerzas de seguridad del gobierno afgano se rindieron con frecuencia sin luchar, dejando sus Humvees y otros equipos suministrados por Estados Unidos a los insurgentes”. Se trata de una retirada desordenada, apremiada por una derrota.
El WSJ indica que “El miércoles, los combatientes talibanes estaban luchando contra las tropas gubernamentales dentro de la ciudad norteña de Kunduz después de ocupar el principal paso fronterizo con Tayikistán el día anterior y llegar a las afueras del principal centro del norte de Afganistán, Mazar-e-Sharif. El servicio fronterizo de Tayikistán dijo que 134 soldados afganos en el cruce recibieron refugio, mientras que otros 100 fueron asesinados o capturados por los talibanes. En general, la ofensiva relámpago de los talibanes en el norte de Afganistán resultó en la caída de docenas de distritos durante la semana pasada, poniendo gran parte del campo bajo control insurgente. Los políticos locales y los ancianos de las tribus negociaron una serie de acuerdos de rendición con las fuerzas gubernamentales. A menudo sin remuneración durante meses, estas tropas dejaron convoyes de vehículos blindados y arsenales de armamento, incluidas piezas de artillería, morteros y ametralladoras pesadas, a cambio de garantías de paso seguro de los talibanes” (ídem).
En una conferencia de prensa, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que a pesar de que aumentaron los ataques de los Talibanes contra las tropas afganas entrenadas por EEUU, no hay ataques significativos contra los norteamericanos, pero, agregó que “Si no hubiéramos empezado a retirar, la violencia también habría aumentado contra nosotros”, dijo. "Así que, en nuestra opinión, el statu quo no era una opción".
Los acuerdos de Doha, firmados por Trump con los Talibanes, “no han llevado a ninguna parte y los funcionarios de Kabul dicen que no esperan ningún progreso”. De hecho se expera que haya un “debande” y se profundice la crisis política en el país: “Los reveses sufridos por el ejército afgano en los últimos días llevaron a los destacados comandantes muyahidines que lucharon contra los talibanes antes de 2001, como Atta Mohammad Noor, a pedir a sus seguidores que se unieran a las milicias armadas en una movilización nacional. Si bien esta movilización es aparentemente en apoyo de las fuerzas del gobierno afgano, desplaza el poder de la asediada administración de Ghani hacia los señores de la guerra cuya autoridad trató de frenar durante mucho tiempo”. Los Talibanes prometen a los soldados que de rendirse los perdonarán la vida y podrán retornar a sus casas.
Biden decidió esta semana proceder con el cierre de la base de Bagram (que podría servir como punto de retiro de las fuerzas de la OTAN). Hillary Clinton indicó que la retirada podría traer “enormes consecuencias” para EEUU. La caída de Afganistán muestra el fracaso de la política belicista del imperialismo. A esto ha quedado “la iniciativa estratégica de la burguesía”.
EEUU será la tercera víctima del pueblo afgano, después de la destrucción del ejército británico en el siglo XIX, y la derrota de la burocracia rusa hace cincuenta años.
Emiliano Monge
25/06/2021
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