Reclaman cantidad suficiente de personal por tipo de trabajo, legislación para regular el número máximo de pacientes por enfermera; horarios de trabajo regulares y predecibles y ampliación del apoyo a las enfermeras dedicadas a la formación; eliminar las prácticas médicas ilegales; aumentar el número de médicos y facultades médicas públicas; la construcción de hospitales especializados en enfermedades infecciosas lo antes posible; un centro de servicios de salud adicional para cada una de las 70 zonas médicas de Corea del Sur; y mejoras a la infraestructura médica existente, así como un mayor financiamiento para abordar los problemas del déficit (Hankyoreh, 19/8).
La pandemia en Corea del Sur como en todo el mundo ha servido de excusa para atacar las condiciones de trabajo. Una enfermera contagiada de Covid en una sala de aislamiento le dijo al diario Hankyoreh: “Incluso cuando estoy enferma, no puedo tomarme un día libre, tengo que volver a trabajar porque tenemos poco personal (...) Mucha gente hizo campaña durante un tiempo para aumentar el número de trabajadores sanitarios, pero seguimos trabajando en las mismas condiciones que el año pasado. Mucha gente se ha olvidado de nosotros. Los hospitales públicos representan menos del 10% de los hospitales de Corea, pero están a cargo de más del 80% de los pacientes con COVID-19 y que debido a esto y a las malas condiciones laborales”. “El 80% de las enfermeras están considerando cambiar de trabajo y el 42,7% de las nuevas enfermeras renuncian a sus trabajos en el plazo de un año”, denuncia el sindicato.
La única respuesta que obtuvieron luego de once reuniones infructíferas con el ministerio de salud, vino por parte del mismo ministro de Salud y Bienestar Social, Kwon Deok-cheol, quien pronunció un discurso al público explicando que las demandas del sindicato no podían resolverse de inmediato y solicitando que se abstengan de llevar adelante la medida de fuerza.
La huelga tendrá lugar cuando una nueva ola de contagios, que tiene como datos un aumento del 26,2% de los casos nacionales confirmados durante la semana pasada y que de ese número el 90,4% de los pacientes estaban infectados con variantes importantes, un aumento de 3,5 puntos porcentuales en comparación con el 86,9% registrado la semana anterior. La defensa de las condiciones de trabajo por parte de los médicos y enfermeros coreanos vista en su conjunto es la defensa al derecho a acceder a la salud en medio del vaciamiento y el ajuste capitalista al sistema de salud pública.
Mauri Colón
02/09/2021
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