miércoles, septiembre 01, 2021

Presencialidad, crisis sanitaria, pandemia y elecciones

Uno de los temas más discutidos durante la pandemia fue, y es, la presencialidad escolar que abre las puertas a la presencialidad laboral y la supuesta “normalidad” en medio de un rebrote de diferentes variantes que especialistas y científicos indican como “inevitable” para el país. El gobierno cede a las presiones de la patronal y del FMI, mientras el Congreso se dispone a firmar un acuerdo con el organismo luego de las elecciones. 
 La doctora Marta Cohen cruzó al Ministro de Educación Nacional, Nicolás Trotta, por la nueva medida de usar tres barbijos para asistir al colegio (La Nación, 28/8). Esta medida fue anunciada ya que la plena asistencialidad impide que los niños mantengan la distancia necesaria para evitar el contagio, que es de 1,50 mts.; y que el Ministro propone que con sólo 90 cm alcanzaría, pero usando tres barbijos. Esta aberración sanitaria fue repudiada por la pediatra que reside en Inglaterra, ya que significaría impedir la respiración de los niños. 
 Las declaraciones criminales de Trotta expresan hasta donde llegan las necesidades del capitalismo, representado en un Estado y gobierno, que con esta exigencia no previene la salud de escolares y docentes ante la invasión de una variante de gran preocupación como es la Delta, 40% más transmisible al aire libre, y un 64% más de riesgo de transmisión en comparación con la Alfa (original de Gran Bretaña). La Alfa fue la variante del Sars-Cov-2 original. La transmisión de la Delta ya es comunitaria, como sucede en provincias como Córdoba. 
 Trotta desconoce el desastre sanitario que provocó y está provocando esta variante en los países europeos, India, EEUU, Canadá. Si en Argentina no se difundió aún es porque la Andina, que es la prevalente, compite con ella. “Trotta quien destacó el respaldo de los expertos que forman parte de la Sociedad Argentina de Pediatría, Unicef, OMS/OPS, y de especialistas en infraestructura escolar, volvió a insistir que si la distancia no es de 1,5 metros, se deberán usar tres barbijos”. Los testeos de los alumnos y docentes deberían hacerse semanalmente, y quizás hasta todos los días, según refirió la doctora Cohen, algo no planteado por las autoridades. 
 Según Trotta, como hay avances en la vacunación total con 2 vacunas a fines de agosto 32% (El Economista, 19/8); y la disminución de casos paulatina en los últimos 3 meses (semana epidemiológica 20, 225.227 infectados; en la 3° semana de agosto, 46.963, es decir disminución del 80%) (Telam 20/08/2021), se podría, con estos datos, ir a una presencialidad plena. Trotta indicó que se va a acompañar el retorno a la presencialidad con inversión.. Será con aporte de tapabocas, medidores de Co2, y testeos (Idem). De este “aprovisionamiento” al día de la fecha no hay datos, y las mejoras en infraestructura, baños, aulas para generar más espacio y cubrir el metro y medio de distanciamiento que necesita cada niño, ni tampoco del personal de limpieza que es insuficiente en todas las escuelas y edificios de estudios. 
 Los países de la Unión Europea “abren sus aulas en todos los niveles de las instituciones”, “por los estudios científicos avalados para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los centros de enseñanza saben que los niños de todas las edades son candidatos a transmitir el Covid 19 y que la posibilidad de transmitir la infección crece con la edad”, es decir que la transmisión es más común de adultos a niños y no viceversa” (El Universal, 28/8). 
 La transmisión del virus por aerosoles (muy livianos y que se expanden por ductos de ventilación) y no por “gotitas respiratorias” (más pesadas) ya fue admitido por sociedades científicas de varios países lo que explica la gran transmisibilidad en lugares cerrados con corto distanciamiento entre las personas (The Lancet, abril 2021). 
 La ministra de Educación porteña Acuña, quien, acompañada por Rodríguez Larreta, afirmaba la necesidad de la presencialidad antes del comienzo del ciclo lectivo 2021, cuando el personal educativo no estaba vacunado. El Ministerio de Educación, declaró el inicio de las clases en CABA y Provincia de Buenos Aires en marzo, con inmensas dificultades de estructura, comorbilidades de maestros y de familiares de los niños, en forma semipresencial y /o presencial con las famosas burbujas que claramente se rompían frecuentemente. Las luchas de los docentes se extendieron por todo el país, contra la presencialidad y las condiciones del personal y los niños, claramente en interrelación con la comunidad, con aumento de contagios por las aperturas laborales, sin testeos ni vacunas. La apertura contribuirá a una velocidad de contagio del coronavirus por encima de uno en casi todos los escenarios.
 El debate en el inicio escolar del hemisferio norte, después de varios meses de recesión hasta el mes de agosto del 2020, fue intenso con grandes imposiciones y luchas de docentes en EEUU cuyos altos funcionarios de la era Trump llegaron a presionar el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) para que minimicen los efectos adversos que significa la apertura escolar. Muchos países ven el regreso como un imperativo para poner en marcha las economías devastadas por la pandemia (The New York Times, De vuelta a clases en todo el mundo 1/9/2020). La mayoría de los Estados suspendieron la presencialidad aún en universidades. 
 En muchos países centrales de Europa, la apertura y cierre estuvo determinada por el número de casos, aunque en países como Inglaterra, Israel, y España, el aumento del número de casos fue significativo por la apertura más prolongada y sin restricciones de las aulas. 
 La complicidad de los dirigentes políticos contribuyó sin ambigüedades a que la pandemia genere una morbimortalidad sin precedentes con una política compartida por los diferentes gobiernos provinciales y municipales, en las “aperturas” laborales, escolares. No hubo aumentos para los asalariados según el costo de la canasta familiar, ni para los jubilados. Creció el número de desocupados y los beneficios para ellos no existen o se reducen a una migaja que los lleva a la indigencia. a la par que se disponen a la reducción del gasto en salud para acordar y que vuelva el FMI, los trabajadores de salud reciben salarios de pobreza. Esta es la expresión más cruda de un régimen acabado. 

 Silvia Carranza 
 31/08/2021

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