Según informó Infobae (5/4), el gobierno baraja sumar una hora extra por día y adelantar el ingreso de los chicos a la escuela. Dos, sumar una hora extra por día y retrasar la salida de los chicos. Y la tercera variante, mantener las cuatro horas de clase por día en la semana y sumar una jornada los sábados. A esta última variante ya se han sumado los macristas en CABA, que han salido a celebrar la medida oficial. Desde Nación aseguraron que cuentan con el aval de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco, Corrientes, Misiones, Tierra del Fuego, entre otras jurisdicciones. Los sindicatos docentes, sin embargo, no fueron consultados.
La CTERA se ha posicionado por “el rechazo de toda modificación del sistema educativo que vulnere los derechos laborales, implique una sobrecarga en el trabajo docente y no esté orientada hacia la cualificación del sistema educativo”, y pide a renglón siguiente una reunión “urgente” para “discutir toda reforma que el Gobierno esté pensando y que de una u otra manera afecte los puestos y procesos de trabajo docentes, la organización institucional de las escuelas, las condiciones laborales y los derechos adquiridos”. La CTERA, pide una silla en la mesa del gobierno para consensuar la implementación de esas reformas educativas planteadas, sin convocar a una deliberación en todo el sindicalismo docente. ¿Con qué mandato la CTERA va a discutir con el gobierno nacional?
La duración de la jornada laboral docente está pautada en el Estatuto del Docente –en el Nivel Primario la jornada simple es de cuatro horas. Una buena parte de los maestros trabaja dos cargos. De llevarse a cabo esta modificación, habría docentes que tendrían que renunciar al segundo cargo, por incompatibilidad horaria. Como era de esperar, la noticia ha generado un repudio generalizado en todo el nivel primario. Antes de hablar de cualquier aumento de horas, a los maestros habría que aumentarles el salario -a $160.000, indexado por inflación, que es lo que marca la canasta familiar.
El gobierno fundamenta la medida en que “los dos años de pandemia hicieron mella en los aprendizajes” (Infobae 5/4/22). Es una confesión del fracaso de la gestión educativa del gobierno. Durante la pandemia, millones de estudiantes fueron expulsados del sistema educativo por no contar con algo tan elemental como una notebook. La falta de recursos pedagógicos para las clases virtuales fue denunciado desde el inicio de la pandemia. Lo que ha hecho mella en la educación han sido las políticas de ajuste en el presupuesto educativo. El otro aspecto es la catástrofe social que atraviesan los trabajadores.
Es falaz la afirmación del ministro Perczyk, de que “sumar horas de clase es más conocimiento y mejor educación” (argentina.gob.ar 5/4/22). En las actuales condiciones, el aumento de la carga horaria refuerza la “guardería” en que se han convertido los establecimientos escolares. No hay detrás de esta iniciativa ningún interés por ampliar los conocimientos, ni mejorar la educación. Si lo hubiera, se desdoblarían los cursos y se nombrarían los cargos faltantes para descomprimir salones que tienen hasta 50 alumnos y alumnas. Se diseñaría un plan de obras de infraestructura escolar. Se ampliaría un programa de becas para estudiantes. No hay nada de eso.
En las escuelas, el debate sobre ir a medidas de fuerza se ha instalado. La docencia tiene planteado abrir una deliberación general mediante asambleas, auto convocatorias y plenarios para preparar la huelga en defensa de las condiciones de trabajo y el salario.
Mariano Hermida
07/04/2022
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