“Los cuatro sindicatos presentes en el aeropuerto (CNE, Setca, Transcom y UBT) aseguran que ‘tienen testimonios recientes de empleados que hablan sobre todo de armas llegadas desde Estados Unidos y transitan por los aeropuertos (belgas) desde Lieja y Zaventen (el de Bruselas) para seguir hacia Tel-Aviv”” (Clarín, 1/11).
Desde el 7 de octubre que los vuelos de pasajeros a dicha zona se encuentran cancelados. Solo lo mantienen las líneas de bandera israelíes (principalmente la compañía aérea AI Israel Airlines). No así el traslado de mercaderías y mercancías.
La terminal aérea de Lieja desarrolla principalmente el traslado de cargas. Es poca la densidad de pasajeros. De este modo, se ubica como la quinta despachante a nivel continental. Solo en 2022 el país belga exportó armamentos por una suma superior a los 830 millones de euros.
Mediante un comunicado de prensa, los cuatro gremios expresan que “mientras un genocidio está en curso en Palestina, los trabajadores de los diferentes aeropuertos de Bélgica ven armas partir hacia zonas de guerra. La carga y descarga de esas armas contribuye a armar a organizaciones para matar a inocentes. Nosotros, los diferentes sindicatos activos en el sector del aprovisionamiento en pista, pedimos a nuestros afiliados que no asuman vuelos que lleven material militar hacia Palestina o Israel, tal y como hicimos al inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania”.
Lo resuelto por los asociaciones gremiales de las terminales aéreas está en sintonía con las enormes movilizaciones que se vienen desarrollando en las principales ciudades europeas, y de todo el mundo, en apoyo incondicional a la lucha del pueblo palestino. Una nueva demostración de hermandad de clase.
Es urgente la necesidad de una fuerte convocatoria, por parte de las centrales sindicales argentinas en este sentido, haciendo sentir el reclamo del pueblo trabajador argentino contra la masacre sionista e imperialista.
Trabajadores del mundo, uníos.
Diego Bubu
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