De la ola de persecución y represión contra todos los que se atreven a solidarizarse con el pueblo palestino y a declarar su repudio a la masacre sionista no escapan ni siquiera los parlamentarios. Dos semanas atrás, al eurodiputado español por Izquierda Unida Manu Pineda se le impidió dirigirse al Pleno vistiendo la kufiya, el tradicional pañuelo palestino, durante una sesión en Estrasburgo.
La semana pasada, el turno le tocó al también eurodiputado español por Anticapitalistas, Miguel Urban, a quien se obligó a retirar un pañuelo palestino que había colocado en el escritorio de su escaño durante una sesión en la que se trataba un Tratado sobre Derechos Humanos para aplicar a empresas transnacionales, esta vez en la sede de Naciones Unidas en Ginebra.
Lo que ha pasado hoy contra mí, es una muestra de la criminalización a la que se está sometiendo a la resistencia Palestina”, señaló Urban en un comunicado. “Mientras tanto, somos millones quienes estamos saliendo a las calles para señalar nuestro apoyo a Palestina frente al Estadio colonial de Israel”.
Eduardo “Chiquito” Belliboni, quien fuera recibido por Urban en la sede del Europarlamento en Bruselas durante la “gira piquetera” a la que fuera invitado por dirigentes del movimiento de desocupados 7 de Noviembre de Nápoles, la organización política Iskra y el SI Cobas, señaló a Prensa Obrera que “apenas me enteré del hecho me comuniqué con Miguel para transmitirle toda mi solidaridad. En medio de la campaña mundial del imperialismo y el sionismo para reprimir cualquier acción de solidaridad con Palestina, estos actos de dignidad son imprescindibles”.
A pesar de la furiosa campaña mundial con que el imperialismo y el sionismo pretenden identificar con antisemitismo a cualquier declaración, opinión o acción de solidaridad con el pueblo palestino, la intervención de las masas del mundo va abriendo un cauce de lucha que va horadando el cerco mediático y represivo. Las masas trabajadoras del mundo perciben, a pesar de los esfuerzos en contrario de los medios burgueses, la legitimidad de la causa y la resistencia palestina.
Luis Brunetto
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