Desde que asumió el mando de su gobierno, el Presidente Morales se ha visto obligado a venir denunciando al embajador norteamericano Goldberg de una serie de actos conspirativos por parte de los instrumentos que dispone esa delegación diplomática en nuestro País. Las andadas de los norteamericanos en nuestras Naciones no es nada nuevo ni extraño, lo nuevo es que hayan gobiernos que se atrevan a denunciarlos públicamente ante propios y extraños, para que los pueblos continuemos conociendo la verdadera esencia de las políticas intervencionistas de los gringos y así ir fortificando la conciencia de que ellos y sus transnacionales de la muerte ya sean militares o empresariales, represivas, de espionaje como la CIA y otras, son los responsables de las desgracias de nuestros pueblos siempre en complicidad con sus testaferros nativos.
Después de las denuncias del Presidente Morales sobre un pretendido Golpe de Estado civil, nadie debe llevarse a engaños al creer que las sucesivas visitas del Embajador a los prefectos y cívicos sediciosos opositores al gobierno de Morales, son como él ingenuamente dice “su preocupación” de conocer y coordinar políticas de ayuda e interesarse en algunos sectores. Este es el caso del sector de los discapacitados, grupo que ha venido siendo manipulado por los sediciosos para enfrentar al gobierno, Eso no se lo cree ni su abuela. Además, con la serie de atentados terroristas que han sucedido en las ultimas horas en Santa Cruz, se presume que detrás de los mismos, esta la maquinaria de muerte de la CIA, usando a sus lacayos, PUES ESTOS NO SON ACTOS DE DELICUENTES IMPROVISADOS, SINO DE PROFESIONALES DEL TERROR.
Lo seguro es que continuará con su política dicho embajador en su afán de desestabilizar al país incentivando a sus peones y azuzándoles de que continúen con sus presiones al gobierno, asegurándoles sin duda cabe, de que tienen el pleno respaldo de los EE.UU. y para eso él cree de seguro que cuenta con los sectores fascistas que subsisten dentro del Ejercito Boliviano. Y sus consabidos planes son fáciles de avizorar: convulsión general en el país, heridos, muertos y luego saldrían las FF.AA. en son” DE SALVAR LA PATRIA”, imponiendo el “ORDEN” en el País. Este guión de los norteamericanos es nuestro viejo conocido por esta latitudes, la última vez que aplicaron el formato de golpe civil que termina siempre en un golpe militar, fue en el año 2002 en Venezuela contra el c. presidente Chávez cuando los golpistas creían consolidado sus planes y ante la duda de una parte del ejercito que quería continuar con el golpe, tuvieron que retroceder ante la furia del pueblo venezolano que salio a las calles y rodeo los cuarteles, frustrando de esa forma combativa y de conciencia ese golpe militar fascista.
Los pueblos no debemos ni podemos confiarnos más que en nuestras propias organizaciones y en nuestras fuerzas. La historia nos enseño en el caso de Chile con el c. Salvador Allende. Se dijo que ese ejército era respetuoso de la constitución y de una “larga tradición democrática” y sabe el mundo lo que resultó ser como casi todos cuando sirven al fascismo, un ejército sanguinario.
Aquí algunos altos mando cada vez dicen “que son respetuosos de la constitución” y ellos defienden a las instituciones legalmente establecidas, se dice que ya no es el ejercito de antes, declaran que están con el cambio, ayudan a pagar los bonos dados por el gobierno, ayudan en las frecuentes inundaciones y riadas, eso es destacable y que otra cosa podrían hacer, sino es como decía mi señor padre “por lo menos hay que ganarse la sal que uno come” cuando uno no produce nada.
Yo tengo muchas dudas de que ha cambiado la mentalidad, en estas instituciones del Estado por que cuando se tiene un disco duro en la cabeza impuesto por las enseñanzas y doctrina del ejercito imperial de los Estados Unidos y los sistemas de estudios donde se les enseña desde que entran a las academias que ellos “SON CABALLEROS CADETES”, hablan de honorabilidad, lealtad, patria, como si ellos fueran los únicos investidos por la providencia de estas virtudes, dando a entender que afuera del ejercito, es decir en lo que llaman “mundo civil”, el hogar, el barrio, la calle, el trabajo no se formaran también hombres y mujeres de honor, de coraje, aguerridos, con moral y valentía. A la par de eso, estas fuerzas armadas tienen la gran experiencia de haber servido o defendido la “institucionalidad” de cada gobierno entreguista y abusivo. Dos años y medio de este proceso de cambio, es muy poco para pensar que esa mentalidad gorila anterior se acabo y que todo cambió para bien en nuestros ejercito latinoamericanos. Discúlpenme, pero como sobreviviente de golpes de estado, yo tengo una duda razonable. Todas las actividades del embajador norteamericano y sus sirvientes locales, apuntan a crear las condiciones para un golpe de Estado, pero eso si, una cosa son las condiciones y otras sus posibilidades.
Si alguien se atreviera en el caso concreto boliviano de seguir el juego tenebroso de los norteamericanos, como dijo Martí “AQUÍ NO PILLARAN MANGOS BAJITOS”. Este pueblo tiene experiencia en defenderse y derrotar Tiranos. La mejor garantía de defender y hacer avanzar este proceso y cualquier otro, es confiando solo en nuestras propias fuerzas, y esto es valido igualmente para los países hermanos que transitan hacia su liberación. Para ello no se debería seguir alimentando la atomización de las fuerzas populares, alentando o creando organizaciones que carecen del sentido clasista y auténticamente revolucionario, sino concentrarlas en un núcleo, desde donde se lleve de manera consistente y eficiente la victoria sobre el fascismo de turno. La tarea necesaria es recuperar la organización unitaria de los trabajadores y explotados, que reclaman una otrora poderosa, Central Obrera Boliviana (COB), que en mas de una ocasión cambio la historia de este país, APRENDAMOS DE LAS EXPERIENCIAS QUE LA HISTORIA NOS DA.
No tengamos dudas, el gobierno norteamericano y sus mandantes, están propiciando las condiciones para un golpe de Estado en Bolivia y otros países hermanos. No seamos incautos. Como quiera que sea, hay que estar siempre alerta con las fuerzas en tensión para responderles como se debe, con la ira del pueblo organizado. Solo el pueblo salva al pueblo.
José Justiniano Lijerón*
* ex miembro de la Central Obrera Boliviana
josejustinianol@hotmail.com
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