martes, septiembre 24, 2013

¿Cuatro años más para Merkel?



Angela Merkel (centro) celebrando la victoria de su partido este domingo

La canciller alemana aumentó su caudal de votos y quedó al borde de la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo, dependerá de un acuerdo con la socialdemocracia o los verdes para lograr un tercer mandato. La izquierda perdió votos, pero se ubicó por primera vez como tercera fuerza.

La mujer más poderosa de Europa tiene todas las cartas a favor para continuar gobernando Alemania por los próximos cuatro años. En las elecciones generales del último domingo consiguió alrededor del 42% de los votos y de esta manera se aseguró 311 diputados al Bundestag, el Parlamento federal del país teutón.
Por debajo de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de la canciller, quedaron el Partido Socialdemócrata (SPD), con el 25,7% y 192 diputados; la Izquierda (Die Linke) con el 8,6% y 64 miembros del parlamento; y el Partido Verde, con 8,4% y 63 representantes. Afuera del Legislativo alemán quedó el Partido Liberal (FPD), aliado de Merkel en los ocho años de gobierno, que perdió casi 10 puntos respecto a las elecciones de 2009, para terminar en éstas con el 4,8%.
De esta manera, sin sus naturales compañeros para alcanzar la mayoría absoluta, Merkel deberá buscar una alianza con el SPD o con el Partido Verde. Por supuesto, la Izquierda, que se ubicó por primera vez como tercera fuerza a pesar de caer en su cantidad de votos, no está dispuesta a negociar con la actual mandataria.
Si bien se deslizó en los medios alemanes la posibilidad de una alianza de corte progresista entre el SPD, los Verdes y Die Linke, ciertamente los socialdemócratas se mostraron a lo largo de toda la campaña más abiertos a negociar con la Democracia Cristiana que con la izquierda. Una unión de fuerzas como la primera les permitiría llegar al gobierno dejando fuera a Merkel, ya que suman entre los tres partidos 317 diputados del total de 630 con que cuenta el Bundestag.
"Para formar una coalición, el SPD debería aceptar y aplicar nuestro programa electoral", aseguró antes de las elecciones Katja Kipping, la candidata de Die Linke. Pero la respuesta de Peer Steinbrück, cabeza de la lista socialdemócrata, fue cortante. Dijo que el programa de la izquierda es “irrealizable” y que una alianza de este tipo sería “irresponsable para Europa”. Se trata, claro, del máximo representante de un partido que apoyó en el parlamento todas las medidas de ajuste -principalmente para Grecia- propuestas por la administración de Merkel.
Los analistas del diario berlinés de izquierda Junge Welt ven como posibilidad más clara la gran coalición entre los dos partidos mayoritarios, CDU y SPD. Desde el periódico indicaron el carácter “peligroso” que tendría esa alianza ya que aumentaría la legitimidad social de las medidas de desregulación de la economía y desmantelamiento del Estado gracias a la influencia que tiene el Partido Socialdemócrata sobre amplios sectores de la clase media y la gran mayoría de los sindicatos.
De esta manera, y a pesar de la rotunda victoria del partido gobernante, la situación en Alemania está abierta. Comenzará ahora un período de espera a las negociaciones entre los cuatro partidos que pasarán a integrar el nuevo Bundestag del cual saldrá, probablemente, la continuidad en el poder de Angela Merkel. Y con ella, de sus políticas de ajuste al interior de su propio país pero, principalmente, hacia los países de la periferia europea, que continúan en crisis.

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