miércoles, septiembre 25, 2013

El retorno de Rusia



El paso en falso dado por el Departamento de Estado en su intento de bombardear Siria permite a Rusia, 22 años después de la desintegración de la Unión Soviética, retornar a la primera posición de la geopolítica mundial, un puesto que comparte con Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y China.

Lo hace con un triunfo resonante al detener la marcha guerrerista de Estados Unidos. Se trata de la consagración de un retorno que lleva más de 10 años gestándose. Aquí un repaso de las causas que lo permitieron.
La devastación padecida por la URSS primero y por Rusia después a manos de la horda liberal encabezada por Boris Yelstin (presidente ruso entre 1991 y 1999), privó a Rusia de su capacidad de intervenir con peso en el escenario internacional durante más de una década. La asunción de Eugene Primakov en 1998 como primer ministro, y luego la llegada de Vladimir Putin a la presidencia, detuvieron el desguazamiento del Estado y evitaron la balcanización que los geoestragtegas del Departamento de Estado amasaban como porvenir de la Federación Rusa.
Putin emprendió la reconstrucción del Estado ruso. La viga maestra sobre la que se sostiene este proceso es la recuperación del petróleo y el gas a manos de las empresas estatales Gazprom y Rosneft.
Esa recuperación se realizó sobre la base de la comprensión de que la principal materia prima del capitalismo (los hidrocarburos) no es un comoditie sino un bien estratégico, capaz de proyectar y darle fuerza en la arena internacional a los Estados que poseen esos recursos y a sus líneas de intervención geopolítica. Sobre estas bases, en la última década la presencia rusa en la escena política internacional y su capacidad de proyectar una línea de acción propia fue creciendo.
En los últimos diez años Rusia ha sido el articulador geopolítico de las alianzas anti-hegemónicas, es decir anti-Estados Unidos. No se trata siempre de movimientos frontales contra Estados Unidos ni están exentos de coincidencias (por ejemplo, en el ataque a Afganistán), pero sí de alianzas que constituyen factores de peso en la escena internacional y que limitan las posibilidades norteamericanas.
La crisis siria y su resolución provisoria, viene a darle un nuevo espaldarazo y a colocar en la superficie ese rol que Rusia ya viene cumpliendo de manera más o menos visible según el caso.
Por su parte, China es el motor económico de ese bloque y la UE se priva de cumplir un papel propio por la indecisión de algunos de sus integrantes, la actitud rastrera de otros y las intrigas proyectadas desde Washington.
Rusia puede cumplir el papel de articulador geopolítico en virtud de tres características:

1- Su ubicación geográfica

A- Es la bisagra entre Europa y Asia. El crecimiento de los países de Asia-Pacífico reconfigura la geopolítica eurasiática y refuerza la importancia del territorio en capacidad de conectar los dos centros industriales de la isla continental: China, Japón, Asia-Pacífico de un lado, con la UE del otro. El centro de gravedad tiende a distribuirse entre el Atlántico, Asia Central y el Pacífico.
B- Rusia mantiene fronteras con China y tiene fácil acceso a la UE, Japón e India. Contando la propia Rusia, son cinco de los siete actores principales del mundo.
C- Integra la reserva hidrocarburífera del Caspio, la tercera más grande en el mundo. Oriente Medio, primera reserva mundial, se encuentra en su zona de influencia. Participa activamente en los trazados de los corredores energéticos y sus iniciativas han tomado la delantera respecto a las de sus competidores.

2- Sus reservas hidrocarburíferas

Sus reservas de petróleo, pero muy especialmente de gas, sitúan a Rusia en posición de socio privilegiado para grandes consumidores como China y Alemania, y en menor medida (por ahora) Japón.
Es la única potencia con autoabastecimiento hidrocarburífero.

3- Su desarrollo armamentístico

Un factor fundamental para dotar a Rusia de la espalda necesaria para sostener las embestidas que suponen el papel que asumió, es el alto nivel de desarrollo armamentístico, que la ubica detrás de Estados Unidos, pero superándolo en rubros específicos. Otra potencia emergente, India, es su principal cliente en compra de armas.
De los 5 actores principales del mundo (Estados Unidos, Japón, China, India, UE) Rusia es el principal abastecedor de energía de uno de ellos (UE, particularmente de su motor principal, Alemania); mantiene una alianza estratégica con otro (China); un tercero es su principal comprador de armas (India) y un cuarto pugna por incrementar su cuota de gas ruso (Japón). Todas relaciones que configuran nudos de dependencia favorables a Rusia.
Se suma que mantiene una alianza con Irán, la segunda potencia gasífera detrás de Rusia y que juntos alcanzan el 52% de las reservas mundiales; con Brasil, actor principal de Sudamérica, y Venezuela, principal reserva de petróleo del mundo.
Hay un eje transversal de primera importancia que es el que permite aprovechar la situación geográfica, la dotación de recursos hidrocarburíferos, el desarrollo armamentístico y que permite elaborar una geoestrategia coherente: el rol central del Estado en todos ellos. Por la recuperación de su Estado, Rusia no fue balcanizada. Una lección de la historia que nunca escucharemos en la cantinela propagandística, camuflada de información, que identifica Estado con ineficiencia, corrupción y autoritarismo.

Pablo Gandolfo.

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