Entrevista a Salim Lamrani sobre su nuevo libro Cuba. Les médias face au défi de l’impartialité
Salim Lamrani, profesor de la Universidad de La Reunión y periodista especialista de Cuba, acaba de publicar un nuevo libro en Ediciones Estrella con un título elocuente: Cuba. Los medios ante el reto de la imparcialidad. Este libro de 230 páginas se divide en nueve capítulos. Tiene un prefacio del gran escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor del famoso libro las venas abiertas de América Latina. Lamrani, como buen historiador e investigador, siempre enriquece su trabajo con abundantes fuentes, con más de 350 notas en este libro.
André Garand: Salim Lamrani, háblenos de su último libro
Salim Lamrani: Este libro se basa en el siguiente postulado: el fenómeno de concentración de la prensa en manos del poder económico y financiero se ha convertido, en todo Occidente, en una realidad innegable. Ahora bien, estos medios informativos, vinculados al poder del dinero y que defienden el orden establecido, se encuentran confrontados muy a menudo al reto de la imparcialidad, sobre todo cuando se trata de Cuba. Les resulta difícil presentar de modo objetivo a una nación cuyo proyecto de sociedad desafía la ideología dominante. Además, Cuba es por definición un tema mediático que suscita críticas y controversias y enciende regularmente las pasiones.
¿Qué temas aborda usted en el libro?
Mi libro trata de responder a las siguientes preguntas: ¿Cómo presentan los medios la realidad cubana? ¿De qué modo abordan problemáticas tan complejas como los derechos humanos, el debate crítico, la emigración, el índice de desarrollo humano y las relaciones con Estados Unidos? ¿Acaso desempeñan su papel de cuarto poder? ¿Acaso son capaces de emanciparse del poder político, del poder del dinero y brindar una visión plural de la sociedad cubana? Pues una prensa libre e independiente es esencial en toda democracia y se acompaña, desde luego, de un deber de verdad de información hacia los ciudadanos.
¿Por qué los medios son tan críticos con Cuba?
Cuba, desde el triunfo de la Revolución y la llegada al poder de Fidel Castro, es un tema de debate vivo y animado. Hay una razón esencial para ello: el proceso de transformación social iniciado en 1959 cambió el orden y las estructuras establecidas, puso en tela de juicio el poder de los dominantes y propone una alternativa de sociedad donde –a pesar de todos sus defectos, sus imperfecciones y sus contradicciones que conviene no minimizar– el poder del dinero ya no es el rey y donde los recursos se destinan a la mayoría de los ciudadanos y no a una minoría.
Eduardo Galeano, famoso escritor latinoamericano, redactó el prefacio de su libro.
Eduardo Galeano redactó en efecto un texto incisivo lleno de humor sarcástico, tan característico de su estilo, sobre Cuba y los medios. Aprovecho la oportunidad para expresarle mi calurosa gratitud por asociar su nombre y su prestigio a mi trabajo. Aprovecho también esta tribuna para agradecer públicamente a Estela, periodista española, que me ayudó en esta tarea.
La portada del libro tiene una cita de Jean-Pierre Bel, nuestro presidente del Senado, que le da las gracias por su trabajo. Dice lo siguiente: “Gracias por esta mirada sobre Cuba, tan útil”. Es un hermoso reconocimiento, ¿no?
El presidente Jean-Pierre Bel es un gran amigo de Cuba. Buen conocedor de América Latina. Defensor de la libertad de expresión y de la pluralidad de opiniones. Procede de una familia de resistentes comunistas y es un gran admirador de la Revolución Cubana. Leyó algunos de mis libros y me mandó un pequeño mensaje. Le expreso mi agradecimiento sincero.
Una cita de Robespierre, a quien usted dedica el libro, introduce su trabajo. ¿Por qué esta elección?
Robespierre hablaba de pasar la “verdad de contrabando” pues tenía la convicción profunda que triunfaría. Comparto esta fe.
Maximilien Robespierre es el patriota más puro de la Historia de Francia. Es la figura emblemática de la Revolución, el defensor de la soberanía popular. Comprendió desde el principio que el poder del dinero era el principal enemigo del pueblo, de la República, de la Patria. Por ello la ideología dominante vilipendia tanto su legado. Sus aspiraciones a la libertad y a la justicia social siguen vigentes.
Vivimos una época bastante curiosa. Se glorifica a los enemigos del pueblo y se desprecia a sus defensores. Tomemos la ciudad de París: No hay una sola calle que lleve el nombre de nuestro Libertador, una sola estatua de Robespierre, mientras que el traidor Mirabeau tiene un puente y Adolphe Thiers, el carnicero de la Comuna que fusiló a 20.000 patriotas en una semana, goza de un parque y una estatua. Fíjese, el 22 de septiembre, día de la proclamación de nuestra República, ni siquiera se celebra en Francia.
¿Tiene algún mensaje para los miembros de France-Cuba?
France-Cuba es una asociación que respeto y admiro por su inquebrantable solidaridad con el pueblo cubano. Se trata de la primera asociación francesa de solidaridad con Cuba y sólo podemos rendirle tributo y homenaje al Profesor Paul Estrade, su fundador, y felicitar a todos los que siguen su obra.
Aprovecho la ocasión para transmitir a los miembros de Francia-Cuba mi saludo solidario. Los veo muy a menudo en conferencias y debates y conozco sus cualidades humanas, su hospitalidad y su espíritu combativo. Seguro que tendré la oportunidad de verlos de nuevo y hablar de mi nuevo libro.
André Garand
France-Cuba Marseille
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