El primer ministro griego, Alexis Tsipras, recalcó este lunes que el Gobierno no dará marcha atrás en sus promesas electorales, sino que legislará sobre las primeras medidas "de inmediato". Mientras tanto, continúan las negociaciones con las instituciones de la Troika, que controlan las cuentas del gobierno en Atenas.
"Este programa tiene una duración de cuatro años y se completará hasta el final (...). Las medidas anunciadas por el Gobierno no son negociables y se presentarán en el Parlamento de inmediato", aseguró Tsipras en una entrevista concedida al diario local "Ethnos".
El primer ministro señaló que el Gobierno "informó" a las instituciones y aseguró que están "abiertos a sugerencias", pero destacó que el pueblo griego les dio su apoyo "para gobernar".
Recalcó que el país "no es una colonia" y que su Ejecutivo no contempla la posibilidad de "volver al memorando (programa de rescate)", por lo que no implementará las medidas del Gobierno anterior que "cayó por el voto del pueblo".
En su opinión, "la clave" para que haya un verdadero compromiso en la eurozona es el "reconocimiento de que la anterior política de austeridad extrema ha fallado no sólo en Grecia, sino en toda Europa".
Estas declaraciones del primer ministro griego llegan en medio de las negociaciones con el Eurogrupo y las instituciones de la Troika, sobre las medidas concretas que tomará el gobierno durante los próximos meses.
El acuerdo del 20 de febrero establece que Grecia no puede tomar ninguna “medida unilateral” y que en cambio se someterá a la supervisión de las instituciones.
Pero Tsipras pretende poder implementar alguna medida de las que ha prometido en la campaña electoral, como la electricidad gratuita para los más pobres o aumentar el salario mínimo. Para lo que necesita una mayor flexibilidad por parte de las Instituciones, que todo indica que no le van a dar.
Este mismo lunes, el vicecanciller alemán y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, pidió al Gobierno griego que se abstenga de hacer ataques verbales contra Alemania en la disputa sobre la deuda helena, en declaraciones al diario "Bild".
El político socialdemócrata señala que respeta que Grecia quiera presentar propuestas propias para superar la crisis.
"Pero lo que no puedo tolerar en absoluto son los constantes ataques contra Alemania y los ataques personales e insultos contra el titular de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, por parte de representantes del Gobierno griego", advirtió.
El titular de Defensa griego, Panos Kammenos, había echado en cara al ministro alemán su implicación en una de las crisis más grandes de la Unión Cristianodemócrata (CDU) cuando en 1999 se destapó un sistema de doble contabilidad que el partido, entonces presidido por Schäuble, había llevado durante décadas para ocultar donativos.
"Sinceramente, ya vale", declaró Gabriel, quien agregó que esta situación no puede continuar y que "esas no son maneras de tratarse".
Mientras tanto, en Atenas continúan las reuniones técnicas entre los representantes de las instituciones y el Gobierno griego y se espera que en los próximos días lleguen nuevos equipos para recopilar datos específicos, según la prensa local.
A los miembros de la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya trabajan desde el jueves en temas presupuestarios, se les unirán a finales de la semana nuevos miembros para abordar cuestiones financieras y relacionadas con el sistema bancario.
La brecha fiscal es el principal asunto que se trata estos días, pues las instituciones prevén que el país tendrá un "agujero" fiscal de 2.000 millones de euros en 2015 si el superávit primario es de entre el 1 % y el 1,5 % del Producto Interior Bruto (PIB), como apuntan las previsiones.
Los medios locales afirman que los técnicos trabajaron durante todo el fin de semana en un céntrico hotel de la capital griega aunque no mantuvieron reuniones con otros funcionarios del Ministerio de Finanzas.
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