La cuestión del dictamen de Obama contra Venezuela continúa siendo parte del centro de la política nacional, y en esta línea viene tensionando políticamente Maduro. Este miércoles lanzó en todo el país una campaña por las 10 millones de firmas para exigir la derogación del decreto de Obama, bajo el lema “Venezuela no es una amenaza, somos esperanza”, convocando una serie de marchas controladas desde el Gobierno.
En el plano externo, Maduro buscaba declaraciones de apoyo, siendo que el martes publicaba una carta abierta en el New York Times dirigida “al pueblo de los Estados Unidos” y “la política equivocada de Washington”. Convocaba una reunión de los países aglutinados en el ALBA, un bloque cada vez de menos importancia, quienes cerraron filas con declaraciones en su reunión del martes en torno a Venezuela y en contra de Estados Unidos, al tiempo que solicitaron la derogatoria del decreto de Obama, acordando llevar una declaración conjunta en este sentido a la próxima Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá. En el mismo sentido los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), también solicitaron a Estados Unidos la derogatoria de la declaración a instancias de Venezuela.
También Venezuela solicitó una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA este jueves, para ser escuchada, pero de la cual no resultó en ninguna declaración formal del organismo, a diferencia de lo ocurrido en las citas de la Unasur o el ALBA. Estados Unidos no desaprovechó para fustigar, mediante la subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, en un descarado cinismo de un país imperialista, reforzando lo emitido por su representante en la OEA, quien continuaba haciendo caso omiso del dictamen de Obama, reduciendo la cuestión a “problemas de derechos humanos y democracia”, y de que no se trataba de una escalada en la injerencia yanqui en el país. En el mismo sentido se expresó el representante interino de Estados Unidos. ante la OEA, Michael Fitzpatrick, hablando de las "malas interpretaciones" que se han hecho sobre lo que implica la orden ejecutiva emitida por Washington.
En el plano interno, no han faltado actos y marchas organizadas por el gobierno, sobre todo en Caracas, como la convocada por las burocracias sindicales petroleras y del sector eléctrico, en la que prácticamente se le pedía a los trabajadores y las trabajadoras presentes que, frente a la injerencia imperialista y sus agresiones, deberían relegar sus demandas centrales más sentidas por la situación económica imperante, justo cuando es más necesario que nunca ligar toda pelea antiimperialista a las demandas más sentidas de los millones de trabajadores y pobres del país. Es que el Gobierno de Maduro, frente a las declaraciones y sanciones del imperialismo estadounidense las aprovecha una vez más para aglutinar a todo el chavismo en momentos en que vive una fuerte decadencia política. Tampoco deja de aprovechar toda esta situación para buscar desviar toda la atención frente a la fuerte crisis económica que continúa golpeando al pueblo trabajador.
Mientras el injerencismo imperialista sigue, se continúa pagando la deuda a los buitres internacionales
Mientras tanto la crisis económica en lugar de dar señales de salida, continúa profundizándose en el marco que cuando más el país necesita fondos económicos para afrontar los problemas económicos que la agobian, se siguen haciendo fuertes desembolsos de miles de millones de dólares por concepto de pagos de la deuda externa. Solo en el trimestre que va entre marzo, abril y mayo Venezuela tiene que realizar importantes pagos de bonos de deuda externa, los cuales suman $3.129,37 millones. Este 16 de marzo se acaban de cancelar 1.450,75 millones de dólares, y para el próximo mes de abril la República debe cancelar $437,2 millones y PDVSA unos $258,55 millones. Mientras que en el mes de mayo los compromisos del país ascienden a $182,50 millones por los papeles de la República y $800,37 millones por los títulos de la petrolera estatal.
Aunque los pagos por este concepto suman una cifra importante, el país aún deberá afrontar mayores compromisos en la última parte del año. Por bonos de la República se deberán cancelar unos $619,62 millones entre octubre y noviembre, mientras que PDVSA deberá sumir pagos por $4.472,15 millones. En total, Venezuela debe cumplir con compromisos de pago por el orden de los $10.000 millones durante 2015. Y en los próximos años, los pagos de miles de millones de dólares están en fila, en el 2016, se pagarán 10.792 millones y 12.730 millones de dólares en el 2017, según proyecciones del propio BCV. Recordemos que el año 2014 el Gobierno de Venezuela cumplió con su compromiso de deuda externa cancelando casi 5 mil millones de dólares.
Esta sangría acontece a la par que el país sufre una serie de demandas en el CIADI. Solo en que lo que va de marzo tres sentencias han salido en su contra, como la de la Owen Illinois por 500 millones de dólares, la del consorcio suizo-chileno encabezado por Flughafen Zürich AG del orden de los 36 millones, el caso de Tidewater, una firma estadounidense de servicios petroleros, que demanda por 46 millones de dólares, incluyendo el que le obliga a pagar a la petrolera estadounidense Exxon Mobil por unos 1.600 millones de dólares. Y aún están en fila una docena de arbitrajes internacionales más, aumentando así la presión sobre el Gobierno de Maduro, que debe afrontar millonarios pagos de deuda como hemos señalado, y mayores compromisos internos, en medio del derrumbe de sus ingresos petroleros.
Es que los ingresos petroleros han caído abruptamente, siendo que la cesta venezolana de crudo y derivados cerró este miércoles en 42,95 dólares por barril, informado por el presidente Nicolás Maduro. El petróleo local había promediado 47,91 dólares la semana pasada tras haber estado sobre los 50 dólares en meses previos. Con el desplome de los precios internacionales del crudo, Venezuela ha visto retroceder en casi la mitad sus ingresos en divisas, presionando al Gobierno de Maduro cada vez más en momentos que enfrenta la aguda crisis económica.
En cuanto se hacen fuertes desembolsos millonarios, el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, apuntó recientemente que el gabinete busca financiamiento internacional y prevé reducir importaciones este año, para hacer frente a menores ingresos en divisas y de todas formas, cumplir con el pago del servicio de deuda externa. Sencillo, se busca dinero en el exterior, se reducen importaciones cuando más se necesitan por la escasez que ronda en el país, para cumplirle a los buitres internacionales. En la búsqueda de recursos, extraoficialmente se ha hecho público que el Gobierno nacional estaría negociando con el Banco de Desarrollo de China, para recibir este año, préstamos del orden de los 10.000 millones de dólares, según informó un cable de la agencia Reuters de acuerdo con una alta fuente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Los primeros 5.000 millones de dólares llegarían en abril, después de que se firme este mes la renovación de un tramo del millonario fondo que ambos países alimentan para financiar proyectos, y para firmar en junio se estaría negociando un “préstamo especial” de otros 5 mil millones.
Ninguna medida económica seria toma el gobierno contra el imperialismo
La diputada del PSUV, Tania Díaz, durante la sesión de la Asamblea Nacional, en la que se le otorgó poderes especiales a Maduro, declaró que: "Lo que está detrás aquí, señores, es la intención impune de ponerle la mano a la riqueza de Venezuela, como lo han hecho en otras naciones; lo que está detrás de eso es la intención del señor Obama, junto con sus secretarios, de poner restricciones comerciales a la riqueza venezolana, de hacer un bloqueo comercial, un bloqueo económico de manera impune y silenciosa, y con la alcahuetería de las grandes transnacionales, los medios de comunicación y esta bancada de la derecha". Pero tanto la diputada como el propio Gobierno, hasta el momento solamente se quedan en la retórica sin tomar medidas serias contra esta “intensión impune” del imperialismo.
No debe caber duda que, en caso de cualquier tipo de bloqueo económico, inmediatamente se debe pasar a la confiscación inmediata de todos los intereses económicos del imperialismo en el país, como las transnacionales y de todas las empresas de los Estados Unidos, poniéndolas bajo el control y administración directa de los propios trabajadores, poniéndolas a producir en función de las grandes necesidades de las masas y de cualquier preparativo de la defensa del país. No se puede responder simplemente con afirmaciones retóricas, o movilizaciones controladas, que solo sirven para desarmar políticamente el pueblo, y facilitar el camino al imperialismo. Es que de contenido, se niegan a responderle seriamente al imperialismo, como la expropiación de sus intereses económicos, empresas y propiedades vitales. Pasa a ser primordial también el no pagarle un solo centavo al imperialismo y a los buitres internacionales, que respaldan la agresión a nuestro país, por concepto de la deuda externa que solo contribuye al desangramiento económico de la nación y nos debilita frente a cualquier defensa frente a alguna eventual agresión más directa. Es necesario ligar toda pelea antiimperialista a las demandas más sentidas de los millones de trabajadores y pobres del país, y esto implica cortar decididamente las múltiples vías por las cuales los capitales imperialistas se siguen quedando con buena parte de las riquezas que le sustraen al país.
Milton D’León
Caracas
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