miércoles, marzo 16, 2016

Media sanción para los buitres



Poco después del mediodía del martes comenzó la maratónica sesión en la Cámara de Diputados que se proponía votar el acuerdo con los fondos buitre.

La sesión comenzó alrededor de las 13:30 hs. con algunas intervenciones que plantearon varias “cuestiones de privilegio”, e inmediatamente fue rechazada la moción de orden por una “consulta popular” que presentó el diputado kirchnerista, Héctor Recalde.
Luego se inició el tratamiento del proyecto de "Ley de la normalización de la deuda pública y recuperación del crédito". Ese es el pomposo título que tiene la propuesta de entrega soberana a los holdouts.
El diputado de la coalición Cambiemos por Santa Fe, Luciano Laspina, comenzó con la defensa de la propuesta oficial, que según destacó le permitirá a la Argentina saldar la deuda con “el 85 por ciento de los bonistas” con una quita del 38 por ciento del capital y “un 56 por ciento en los intereses”. Estos números ya tienen una primera trampa, porque el 85 por cierto de los bonistas son los pertenecientes al “fallo Griesa”, mientras existen otros que no están incluidos en ese fallo. Por lo tanto, del total de los bonistas (7 por ciento que quedó afuera de las viejas reestructuraciones) solo la mitad está incluida en este acuerdo.
Una de las primeras respuestas que recibió el legislador oficialista vino de parte del diputado por el Frente para la Victoria-PJ y exministro de Economía, Axel Kicillof, que calificó como "un exceso del Ejecutivo" el proyecto enviado para acordar con los llamados holdouts. Kicillof denunció que "refrenda un acuerdo que genera inequidad" entre los bonistas, afirmó que "los acuerdos ya incumplen la ley" y alertó que los buitres "se reservan el derecho de seguir accionando judicialmente" contra la Argentina. El exministro exclamó que "es mentira que el gobierno de Cristina y Néstor (Kirchner) no solucionó el problema de la deuda externa", y precisó que ambos expresidentes "arreglaron todos los problemas de la deuda, menos los fondos buitre que agazapados esperaron para atacar al país".
Los conceptos y definiciones elegidos por Kicillof (“exceso”) fueron precisos y acordes a la posición política de su bloque. El FpV-PJ no rechaza el pago a los buitres, sino que considera que tiene que buscarse una quita mayor. La “equidad” de la que habla Kicillof es el 300 % de ganancias que ofreció el kirchnerismo en los canjes de 2005 y 2010, además de beneficios atados al crecimiento y la inflación. No tienen diferencias de fondo con lo que se propone el gobierno de Mauricio Macri, sino de cantidad. Por eso puso como ejemplo a los gobiernos de Cristina y Néstor Kirchner, que tuvieron la “táctica” de pagarles hasta que les duela (al FMI, al CIADI, al Club de París y a Repsol). Una friolera que en la década pasada sumó cerca de 200 mil millones de dólares.
Varios legisladores kirchneristas intervinieron a lo largo de la sesión con la misma posición que Kicillof, repitieron varias de sus diatribas aunque no agregaron ningún argumento.

Pro-griesismos

Luego vino una andanada de intervenciones de legisladores de diferentes bloques de ejem... “oposición”, que dejaron sentadas distintas tonalidades de “pro-griesismo”.
Diego Bossio, hasta ayer ultrakirchnerista en general y supercristininista en particular, afirmó: "Vamos a aprobar y estamos convencidos de que Argentina tiene que dar un paso adelante. Entendemos que es importante que se deroguen la Ley Cerrojo y de Pago Soberano para que el Poder Ejecutivo pueda avanzar según lo que dispuso el Presidente de la Nación y la voluntad popular del 22 de noviembre. Hubiésemos querido otro resultado, pero el resultado fue ese", enfatizó Bossio. Hacia el final de su discurso subió el tono, en una pobre actuación, e hizo una afirmación curiosa: dijo que para terminar con esta “lacra” de los buitres hay que darle más poder a Macri (sic!).
En la misma sintonía intervino el diputado nacional por el Frente Renovador, Marco Lavagna: alegó que el acuerdo "marca una derrota" para la Argentina "por diversos factores" y consideró que "es un tema que se tendría que haber cerrado hace mucho tiempo atrás". Sin embargo, dejó sentado que con algunas modificaciones menores su bloque está dispuesto a apoyar al Gobierno.
Margarita Stolbizer no se quedó atrás y aseveró que el arreglo promovido por el Gobierno "no es bueno, no es justo y es caro encima", pero aclaró que "no hay alternativa”.
"Es el voto de la urgencia, no de la alegría", aclaró Stolbizer antes de anticipar su apoyo a la iniciativa del Ejecutivo.
A su vez, la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda criticó al Gobierno por decir que "si no se aprueba (el acuerdo) va a venir un feroz ajuste", y argumentó que "es la misma excusa repetida por todos los gobiernos anteriores.
"Sabemos que muchos votan este acuerdo movilizados por la terrible situación económica que dejó la gestión anterior en cada una de las provincias. Creemos que este camino de endeudamiento que ya hemos recorrido lo único que nos va a traer es más pérdida de soberanía para nuestro país", aseguró Donda.
No es causalidad tanta “comprensión” por parte de la legisladora de Libres del Sur, ya que su aliada en las últimas elecciones (Stolbizer), va a apoyar con las dos manos el repetido "camino del endeudamiento”.
Con tristeza, con urgencia, con derrota o con supuesta “responsabilidad”, el grueso de la oposición se preparaba para apoyar el infame acuerdo que implica una escandalosa capitulación a los fondos buitre.
La mayoría de los diputados del Frente para la Victoria dejaron planteada su posición conscientemente testimonial (mientras mantienen la unidad en el PJ con los que apoyan el acuerdo con los buitres) y no tomaron ninguna medida seria, ni siquiera para que se efectivice la propuesta de consulta popular que fue rechazada “in limine” al comenzar la sesión.

La “ayuda” de Griesa

Como si hubiese estado siguiendo la sesión en vivo, el juez Thomas Griesa aprobó ayer por la tarde (hora local) el mecanismo de pago que la Argentina deberá ejecutar para hacer efectivo el acuerdo con los holdouts, y aseguró que tiene facultades para cercar acciones judiciales cuyo objetivo sea bloquearle al país el acceso al mercado financiero.
En su resolución, el magistrado avaló el protocolo y en otro punto de su dictamen puntualizó que ante posibles requerimientos de los demandantes, "este tribunal puede negar acciones" que tengan efectos "sustantivos sobre las finanzas de la República o su acceso al mercado de capitales".
El pronunciamiento de Griesa que hoy no es más que una declaración de intenciones, demuestra que el acuerdo alcanzado con una parte de los buitres (ya que hay otra que no es parte del mismo), no estaba exenta de un riesgo legal por el inicio de acciones judiciales de parte de los bonistas que no son parte del acuerdo. Con su resolución, Griesa confiesa que ese riesgo sigue existiendo. Para el Gobierno sería mejor pedirle a Griesa que no aclare que oscurece.

El rechazo del Frente de Izquierda

La única oposición consecuente a este vergonzoso acuerdo vino de los cuatro diputados nacionales del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
En su intervención, Néstor Pitrola del PO-FIT afirmó: "No hay que mentirle al pueblo, nunca los ciclos de endeudamiento fueron invertidos para el desarrollo nacional", y aseveró que "este Congreso va a pasar a la historia como el Congreso de la entrega".
Por su parte, la diputada Myriam Bregman del PTS-FIT afirmó: "Que esta sea la primera ley del nuevo Gobierno es todo un símbolo de la orientación política abiertamente proempresaria y atada al capital financiero internacional. Amenazas de hiperinflación y ajuste pronunciadas desde el más alto nivel nos trajeron aquí para intentar ponernos de rodillas: no aceptamos la extorsión ni la coacción que quieren ejercer sobre los diputados”.
Luego de reafirmar su propuesta de una consulta popular, concluyó: “Se cumplen cuarenta años del golpe genocida, y el presidente de EE. UU. vendrá al país. Repudiamos esa visita y nos vamos a movilizar este 24 de Marzo en forma independiente, como siempre lo hemos hecho. Por los treinta mil detenidos desaparecidos y por los hijos apropiados que dejó esa dictadura, le decimos no al pago de la deuda que contrajeron los genocidas”.
Al cierre de esta edición de La Izquierda Diario, la sesión continuaba y era probable que durase hasta altas horas de la madrugada, pero la aprobación del acuerdo estaba más que asegurada. La semana que viene comenzará el tratamiento del Senado, donde el oficialismo buscará consolidar definitivamente la capitulación a los buitres para iniciar un nuevo ciclo de hipoteca nacional.

Fernando Rosso
@RossoFer

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