sábado, febrero 29, 2020

El Banco Mundial, el coronavirus y Wall Street



“Los `bonos pandémicos` del Banco Mundial podrían dejar de pagarse”

Que el capital lucra de las penurias humanas no es noticia. Lo que sí resulta relativamente novedoso es que desde 2017 el Banco Mundial –institución señera - emitió dos series de bonos por un total de u$s 320 millones atados a la eventualidad de cataclismos como … “una pandemia” (sic, Financial Times, 27/2). Lo hizo para “ayudar a los países en vías de desarrollo”.
Los bonos, muy atractivos, “pagarían intereses, de hasta un 15% anual (en dólares), siempre y cuando no se desatara una pandemia o se reunieran ciertos requisitos propios de ellas. (…) una vez que esas circunstancias se dieran, el repago a los acreedores se interrumpiría y el capital generado se utilizaría para ayudar a los países pobres que se vieran afectados por la emergencia sanitaria. Es decir, si efectivamente se desata una pandemia, el inversor pierde parte o la totalidad del dinero invertido en el bono” (ídem).
Según informa el Financial Times “los pagos no se interrumpieron durante anteriores brotes infecciosos como la epidemia de ébola de agosto de 2018 … sin embargo los inversores parecen creer que con el brote de coronavirus que se originó en China la cosa será diferente”.
Lo que los capitalistas llaman su “riesgo” (sic) se refleja en la cotización del bono en el mercado. Pues bien, el “llamado Tramo B –la más riesgosa de las dos series (emitidas)– ya se están negociando a un promedio de 57 centavos por dólar”. La eventualidad de que el capital pierda su inversión se produce, según los términos contractuales del bono, “pasadas doce semanas desde el brote inicial, lo que en el caso del coronavirus ocurrirá el 23 de marzo. Además, la enfermedad tiene que haber provocado al menos 250 muertes en el país de origen, una cifra ampliamente superada por el coronavirus en China … además es preciso que el virus haya cruzado una frontera internacional y provocado al menos 20 muertes en un segundo país, lo que según datos oficiales todavía no ha ocurrido” (aquí el Financial Times está atrasado; en Irán se superaron ya las 30 muertes).
El otro tramo del bono, el supuestamente menos riesgoso “se activa una vez que se han registrado al menos 2500 muertos”. Este bono “paga un interés anual del 6.9% por encima de la tasa Libor –el hecho que todavía se estén transando muy cerca de su valor nominal le da más munición a los críticos del instrumento” (ídem).
Como hasta ahora no hubo que activar la cláusula que transfiere el capital del bono al Banco Mundial, la operación ha representado una ganancia simplemente gigantesca para los fondos internacionales. Los intereses acumulados durante dos décadas, que ha debido pagar el BM superan la inversión inicial que recogió. Esto es así incluso si el BM ha invertido la recaudación de esos bonos en otros bonos o en préstamos a los países asociados. O sea que el Banco Mundial ha incurrido en un déficit – no tiene los recursos para ir en ayuda de la pandemia del coronavirus. Por eso la Organización Mundial de la Salud no la declara como tal. Si lo hiciera, los estados miembros del banco se convertirían en acreedores de un Banco Mundial que se encuentra en default. Esta circunstancia debe ser asociada al derrumbe de los mercados accionarios y de deuda pública.
Nada de esto, sin embargo, por importante que es, constituye lo fundamental. El capital derivado al Banco Mundial es el que falta al sistema de salud, que se encuentra definitivamente impreparado para atender a una pandemia. La utilización del sistema privado sería insoportablemente costosa para pacientes y estado; una pandemia obligaría a intervenirlo sin compensación para las compañías que lo regentean. Se hace evidente que la plata inyectada al BM es capital ficticio, no representa ningún activo productivo o real, como habría ocurrido con una inversión masiva en los sistemas de salud pública.
Es presumible que el impacto mayor de una pandemia recaería en Estados Unidos, que tiene el sistema privado más extenso del mundo. Para Wall Street el virus del capital ficticio podría ser más mortal que el coronavirus.

Norberto Malaj
28/02/2020

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