La huelga de trabajadores de Petrobras contra su privatización total y los despidos está entrando en la tercera semana, con nuevas adhesiones. Son más de 20.000 trabajadores, en 118 unidades de la empresa, ubicadas en 13 estados (Amazonas, Ceará, Rio Grande do Norte, Pernambuco, Bahía, Espírito Santo, Minas Gerais, Rio de Janeiro, São Paulo, Paraná, Santa Catarina, Rio Grande do Sul). Entre las plantas en paro hay 57 plataformas, 11 refinerías, 24 terminales, siete termoeléctricas y una usina de biocombustible. Durante el fin de semana se sumaron a la huelga una plataforma del norte de Río de Janeiro y la estación de distribución de gas Camaçari, en Bahía. En el edificio de Petrobras, en Río de Janeiro, está instalado un acampe al que asisten organizaciones populares, estudiantes y movimientos sociales. En Araucária, los petroleros y petroquímicos de Fafen-PR y sus familias han estado acampados durante 27 días frente a la fábrica, contra el cierre de la unidad. La Federación Única de Petroleros (FUT, dirigida por el Partido de Trabajadores) convoca el martes 18 a una marcha nacional en defensa del empleo. En Río de Janeiro también están en huelga Data Prev (procesamiento de datos de los jubilados) y la Casa de la Moneda. La empresa de Agua de Río está ocupada en contra de la privatización, decidida durante el gobierno de Temer.
Desde la privatización de Petrobras, en el gobierno de Cardoso (FHC), se han sucedido distintas etapas en su entrega al capital privado, sobre todo extranjero y de vaciamiento, incluido el gobierno del PT. Ahora, Bolsonaro intenta su remate a fondo, con la línea de reducir la producción nacional e importar petróleo desde Estados Unidos, según denuncian analistas.
Es muy importante que gane la huelga de los petroleros, es crucial para Brasil, porque significaría no sólo que todas esas familias conserven sus ingresos. También golpearía la larga cadena de la entrega del patrimonio nacional de los brasileños. El gobierno fascista de Bolsonaro, que asesina y persigue a mujeres, negros y jóvenes, está siendo sacudido por esta huelga. El triunfo de los trabajadores de Petrobras será un triunfo de todos los luchadores sociales.
El 13 de febrero, ubicadas en la Plaza Municipal de Salvador, Dagmar Lima de Santos, esposa de un dirigente sindical petrolero del estado de Bahía, nos cuenta:
“Mi marido trabaja en Petrobras, en Amazonas, base de Urucú, es una plata de extracción de gas. Él es director sindical de la base. Los sindicatos de trabajadores de Petrobrás integran la FUT, que a su vez forma parte de la Central Única de los Trabajadores de Brasil”.
“La base de Urucú no entró en huelga, está previsto que se sume el sábado (15 de febrero); otras tres unidades de la zona sí ya están en huelga. Si no avanzan las negociaciones entrará en huelga porque ya tienen prevista la venta de las unidades, para el mes de abril. Los trabajadores están teniendo problemas de salud por la preocupación por sus familias. Hay un sistema de retiros internos, soportan hostilidad y persecución para que acepten las condiciones de la empresa. Estamos luchando y pedimos a los demás trabajadores estatales, proclamamos a la población que nos ayuden porque hoy somos las familias petroleras, pero mañana pueden ser más. Acá en Bahía hay privatizaciones en curso, despidos en masa, pobreza, dificultades familiares, así como hay muchos trabajadores que no saben cómo actuar”.
-¿No sería necesario que la CUT convoque a la huelga general para derrotar el plan de Bolsonaro?
La CUT podría convocar, en el estado de Bahía, a huelga general para el 18 [Nota: después aclaró que están en negociaciones para convocarla en marzo].
Le contamos a Dagmar la experiencia de la lucha de los trabajadores argentinos contra la privatización de YPF en el gobierno de Menem, y que nunca volvió a ser nacional. También que un grupo de nosotros planteábamos que no es suficiente que la empresa sea nacional, sino que debe estar en manos de sus trabajadores. También le contamos el importante papel de las comisiones de mujeres de obreros en lucha. Para el fondo de huelga, para romper el bloqueo de los medios y desarrollar todas las campañas para que las huelgas ganen.
“Es una batalla. Nosotros estamos en el movimiento de resistencia para que no se entregue el petróleo porque va a ser muy difícil, tenemos que resistir para que no ocurra la entrega”.
-Es muy importante para Brasil y para toda Latinoamérica que ustedes, que están enfrentando el gobierno de Bolsonaro, ganen.
-Realmente la disputa se vuelve internacional y extremamente importante que consigamos avanzar, está en juego el futuro del país. El movimiento está tratando de desbloquear el silencio de los medios por las redes.
Silvia Jayo
19/02/2020
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