A diez días del vencimiento del plazo para inscribir las listas, la campaña electoral levanta temperatura. Una muestra fue lo ocurrido en Jujuy, donde los comicios tuvieron su segunda batalla en medio de irregularidades y maniobras fraudulentas. Desde urnas abiertas hasta el impedimento a ingresar a las mesas a los fiscales, Morales reafirmó su gobernación en una demostración del carácter estafador de todo el régimen político. Gracias al piso proscriptivo del 5%, reforzado por el adelantamiento de las elecciones orientadas a lograr una participación reducida del electorado, Morales y el PJ se aseguraron la totalidad de las bancas. Pero no puede pasar inadvertido el enorme ausentismo al voto, lo que refleja a su vez un claro descontento. Es un dato a tomar en cuenta, porque Jujuy repite el cuadro de Misiones: los partidos del régimen maniobran impunemente, pero se abre la posibilidad a un desarrollo de la izquierda que hay que saber conquistar.
Ante ello cobra mayor validez nuestra campaña para que el Frente de Izquierda – Unidad afronte en septiembre las primarias con listas únicas, y que, dado este cuadro de retroceso de las variantes del régimen, desarrolle un gran congreso para golpearlas con un solo puño. Lejos de tratarse de una misiva electoral es un llamado al reagrupamiento y la movilización política de los explotados ante una posibilidad que se le abre al FIT-U de intervenir en la crisis. Su necesidad se constata en los pronunciamientos crecientes en el movimiento obrero. Los tercerizados de Edesur, que siguen llevando una lucha tenaz por la reincorporación de los 60 despedidos y el reencuadramiento sindical, bloquearon el jueves y el viernes los obradores de la empresa energética. Cristian, uno de sus referentes, se pronunció recientemente por las listas únicas y el congreso del FIT-U. Lo propio entre los trabajadores de la salud y los estatales de Neuquén, que protagonizaron un enorme caravanazo que congregó a las luchas obreras y populares planteadas en la provincia. Varios de sus delegados y referentes se pronunciaron también por la importancia de que el FIT-U presente listas únicas y realice un congreso ante este cuadro de ascenso de los conflictos obreros. La docencia porteña, universitaria e investigadores y graduados, referentes del movimiento estudiantil bonaerense, miles de luchadores cordobeses como activistas de todo el país son parte también de un pronunciamiento cada vez mayor de la vanguardia de los explotados para encontrar en el Frente de Izquierda – Unidad un canal de independencia política. En ese sentido es que se inscribe nuestra propuesta, y bajo este horizonte es que lanzamos nuestra campaña en la provincia de Buenos Aires, que será mucho más que uno de los epicentros de la disputa electoral.
Elecciones, crisis política y crisis social
El creciente descontento popular con la coalición oficialista, que no logra ser capitalizado totalmente por una derecha repudiada por haber gobernado previamente aniquilando los salarios, las jubilaciones y las condiciones de vida de los trabajadores en general, se debe a la profundización de la misma política de ajuste ante el galope de la crisis en todos los planos. La inflación no desacelera, lo que llevará a que los salarios cierren por cuarto año consecutivo por debajo de la misma. Esto plantea un nuevo comienzo de la lucha por las paritarias, cuando la desmentida pauta oficial de una inflación del 29% anual impulsó a la burocracia a apresurar actualizaciones del 40%/45%, que también quedarán desdibujadas al promediar el 2021. Estas avanzadas sobre los salarios son uno de los factores que explican la magnitud del derrumbe social, que ha empujado a la mitad de los hogares del país bajo la línea de pobreza, y a cada vez más familias a endeudarse para subsistir. Al mismo panorama se agrega la confiscación a los jubilados, que habrán percibido en 2021 luego de la nueva fórmula previsional los haberes jubilatorios más bajos en años. Así las cosas, el gobierno sigue dilatando el pago del bono que les prometió. Ni que hablar entonces de los despidos, que han sumado cerca de un millón en el 2020 a pesar del decreto gubernamental que los prohíbe formalmente, y que se sigue prorrogando pero nadie cumple.
Esta crisis social se combina con la llegada de un frío polar que causa verdaderos estragos en la población más empobrecida. Una de las muestras más desopilantes de ello fue el caso de una niña que arribó a su escuela en San Juan al borde de la hipotermia. La presencialidad educativa en estos términos, claro está, es cuanto menos criminal. A los contagios se le suman las bajas temperaturas en aulas que deben permanecer abiertas para evitar la propagación del virus. En CABA, donde el aperturista Larreta avanza a una presencialidad completa, la respuesta de la comunidad educativa se hizo sentir con frazadazos y cortes de calle denunciando el estado de un sistema educativo derruido de Tierra del Fuego a La Quiaca, tal cual se graficó en la explosión de una escuela en Neuquén.
A su vez, el lunes se vivieron en el país distintas jornadas con motivo del día del orgullo LGBTI, tras el cual el movimiento de diversidades sexuales y de género salió a las calles por sus reclamos más sentidos y volviendo a preguntar dónde está Tehuel de la Torre. Tan solo unos pocos días después, la legisladora macrista Bou Pérez se refirió al VIH como la “peste rosa”, un término clerical para estigmatizar a las diversidades y responsabilizarlas por la propagación del virus.
Del otro lado de la General Paz las aguas no están mucho más calmas. Este viernes venció el lapso del ¡decimonoveno! aplazamiento de los compromisos de deuda de la provincia de Buenos Aires, lo que la coloca en las puertas del default. Restarán definiciones precisas sobre el desenlace de esta novela, pero el compromiso de Kicillof y los intendentes al pacto de ajuste fiscal exigido por el FMI y los acreedores sobre la base de los impuestazos municipales y los ataques a los salarios estatales es absoluto. La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, se esgrime como ejemplo de esta política alegando que su distrito pasó de tener el déficit fiscal más grande a un superávit, pretendiendo mostrarse como un «ejemplo» del ajuste. Vaya si quedó claro este jueves, cuando el gobierno de Kicillof llevó a cabo en su municipio el desalojo de 200 familias sin techo por parte de la gendarmería y la bonaerense. Es la muestra de la política represiva del gobierno bonaerense, por la que el gobernador estrella del kirchnerismo recorre con Berni el conurbano entregando patrulleros a los intendentes oficialistas.
Un desmadre sanitario colosal
Todos estos acontecimientos se desarrollan con el telón de fondo de la crisis sanitaria, que no da tregua. El país superó los 95 mil muertos con todos los pronósticos desfavorables. Los casos siguen creciendo y abren la puerta a una tercera ola, que llegará de la mano del arribo de las nuevas cepas, como la Delta. Frente a ello el gobierno atinó únicamente a reducir los vuelos internacionales sin ninguna medida de fondo, mientras el ritmo de vacunación sigue decayendo, haciendo más lejana la culminación del plan de inmunización. Estas nuevas cepas, además, requieren para prevenir los síntomas graves y la letalidad el esquema completo, y aún se estudia si no se necesitan también refuerzos adicionales. Rusia ya advirtió que priorizará por tanto avanzar en su vacunación local, lo cual, en principio, “complicaría” la llegada de principios reactivos de Sputnik V. Sin embargo, Richmond tiene en su poder 100 litros y anunció que recibirá pronto 560 más, pero el proceso de envasado se está viendo nuevamente retrasado por la dinámica capitalista que rige a la elaboración y la distribución de las vacunas.
El sistema sanitario, en tanto, sigue saturado y desfinanciado. Los trabajadores de la salud siguen precarizados, aguantando jornadas extenuantes, pluriempleo y una carga insoportable. Pero son parte también del reguero de conflictos obreros que atraviesan al país. Así lo prueban, además del mencionado caravanazo neuquino, la reciente jornada de paro en el Garrahan en rechazo a la paritaria entreguista firmada por la burocracia y reclamando el bono adeudado, o los trabajadores de la salud de La Matanza que integraron la jornada de lucha frente al municipio en reclamo de aumentos salariales para los estatales. La burocracia, mientras tanto, no mueve un dedo por estos reclamos urgentes de los trabajadores, pero sí lo hace para intentar abroquelarlos al lobby de la salud privada. Mientras tanto, las salas de los hospitales se siguen llenando de trabajadores.
La economía a medida del FMI
Por último, la agenda económica sigue estando marcada por el congraciamiento con el FMI. Por ello es que luego de la gira de Massa por Estados Unidos, finalmente el gobierno elaboró un decreto a medida de Pfizer. O se apresuró a aclarar que la Hidrovía Paraguay-Paraná, por donde fluye el 80% del comercio exterior nacional, seguirá privatizada a pesar del impasse concesionario que atraviesa, perpetuando un régimen de saqueo al que se sumó recientemente la tentativa de insertar a la Argentina en un carácter de coloniaje a la producción de litio. Un régimen de saqueo que, sin embargo, sufrió un revés con la conquista de la prohibición de las salmoneras en Tierra del Fuego. El caso de la Hidrovía, puntualmente, es bastante interesante; porque tiró por la borda la pretensión de un sector del kirchnerismo y la centroizquierda integrada a la coalición de gobierno de presentar el traslado a un ente estatal como una estatización, que en los hechos muy lejos está de ello. En un sentido similar se anota la no renovación de las concesiones sobre los trenes de carga que terminó decantando en una “estatización” completamente trucha.
Sobre esta agenda se delinean los nuevos ataques y confiscaciones que sufrirá la población trabajadora, como lo será el tarifazo por el que bogan los pulpos energéticos como Edenor. Y es que los grupos capitalistas tienen luz verde obrando en la defensa de sus intereses, como lo explicita de igual forma el cierre de Garbarino que dejaría a 4500 familias en la calle. En este cometido, el gobierno se apresta a arbitrar en las disputas capitalistas que brotan ante el desarrollo de la recesión, como lo prueba la media sanción a la Ley de Biocombustibles. Para garantizar la paz social mientras decapita a los trabajadores que cada vez más son condenados a la pobreza, el gobierno se vale de la contención de las burocracias sindicales y piqueteras, reuniendo a figuras rancias como el misógino Emilio Pérsico, que ya es un hombre del gabinete. Frente a esta embestida que se agudizará en los meses siguientes se plantea el desafío de las listas únicas y el congreso del FIT-U para enfrentar a los ajustadores.
Sin más, que sea un gran domingo para todes.
Manuel Taba
Editor de Prensa Obrera
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