domingo, julio 25, 2021

Proyecto Pegasus: espionaje para todos

En los últimos días, la empresa Israelí NSO Group ha quedado en el centro de la escena mundial, luego de que Amnistía Internacional y Forbidden Stories difuendieran una lista de 50.000 números de teléfonos pertenecientes a periodistas, activistas políticos e incluso políticos de alto rango -incluidos tres presidentes en funciones: el francés Emmanuel Macron, el iraquí Barham Salih y el sudafricano Cyril Ramaphosa- infiltrados por el virus informático espía "Pegasus", desarrollado por la mencionada firma. La información fue compartida y publicada por un consorcio de 17 medios de comunicación bajo el nombre de “Proyecto Pegasus”. 
 Las revelaciones sobre el alcance del uso del software espía Pegasus a nivel internacional están dando lugar a una serie de demandas y crisis políticas en todo el mundo. En Francia, el gobierno exigió una investigación y anunció que todo lo que sea recabado “será arrojado a la luz”. En México, si bien López Obrador ha negado que su gobierno haya echado mano al sistema, existe un manto de sombra sobre la gestión anterior. Los medios y activistas alcanzados por el espionaje ilegal -unos 15 mil afectados- presionan para que el estado mexicano transparente las informaciones y vaya a fondo con la investigación contra Peña Nieto. Entre los infectados se encuentran miembros de todos los partidos políticos, defensores de derechos humanos y periodistas - en un país donde, desde 2010, 86 comunicadores han sido asesinados-, incluso el presidente Lopez Obrador y su esposa. 
 Este ´malware´ -como se conoce a estos programas en informática- es capaz de recopilar toda la información de un Smartphone, sin que el usuario lo sepa. El virus, presentado como una herramienta defensiva “contra el terrorismo” por su desarrollador, es utilizado sencillamente para el espionaje estatal y paraestatal a mansalva. Entre los países que han adquirido el software se encuentran Azerbaiyán, Bahrein, Kazajstán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudita, Hungría, India y los Emiratos Árabes Unidos. Un eminente lobbista de este tipo de sistemas es el primer ministro israeli, el fascineroso Naftali Bennet, quien precisamente hizo su fortuna en el sector tecnológico. Bennet defendió al ´floreciente´ desarrollo comercial en materia de armamento y espionaje. “Por cada 100 dólares que se invierten en ciberdefensa en el mundo, 41 se invierten en empresas israelíes”, se jactó. Mientras fue ministro de Defensa, intentó que en el parlamento aprobará el uso de Pegasus, con la excusa de rastrear a las personas contagiadas de Coronavirus. 
 En la mira de los piratas informáticos figuran más de 180 periodistas del Financial Times, CNN, New York Times, France 24, The Economist , Associated Press y Reuters. Entre los antecedentes, en 2018, Amnistía Internacional había acusado a NSO Group de ayudar al régimen de Arabia Saudita a espiar y de jugar un papel clave en el asesinato del periodista del Washington Post, Jamal Khashoggi. 
 El estado de Israel, en manos de las camarillas belicistas que se reparten el poder político y oprimen al pueblo palestino, han transformado a su país en una plataforma exportadora de instrumentos de represión y guerra. 

Mauri Colón 
 24/07/2021

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