La serie “Isabel”, de tres capítulos, es una producción exclusiva de la plataforma Amazon Prime que recorre de forma anacrónica la vida de la escritora Isabel Allende. En cada capítulo se presenta un eje respecto de su vida personal relacionado con momentos y lugares de su infancia como disparadores de su escritura.
La actriz Daniela Ramírez (Los Archivos del Cardenal) encarna a Isabel desde su juventud en Chile, siendo una ama de casa que se limita a observar la realidad como paso previo a su relación con la escritura, hasta el final abierto planteado en el estallido del éxito de “Paula”, de 1994. Comparte elenco con Néstor Cantillana (Prófugos, No, Neruda), Rodolfo Pulgar (Héroes Invisibles, El Reemplazante), Rosario Zamora (Semidiós, Bravo) y Paola Volpato (El Príncipe, ¿Dónde Está Elisa?)
Los personajes principales tienen una relación directa con el plano emocional de Isabel, la infancia sufrida en la que su padre, el diplomático Tomás Allende (primo de Salvador Allende), abandona a la familia y por ello deben dejar Perú y volver a Chile, donde comienza la etapa que el poder de análisis, observación e imaginación de Isabel comienza a ser una base para su futuro literario. A lo largo de la miniserie queda explícito el recorrido de la mujer respecto de superar sus propias contradicciones: los miedos/valentías, la impotencia/resolución, lo cercano/lejano, pero fundamentalmente, la dicotomía ausencia/presencia. Estas características se representan a partir del entramado de relaciones personales, desde romper con el estereotipo de mujer tradicional, ama de casa, madre y esposa, en su propia lucha interna –a la vez que social y familiar – hasta poder dar espacio a las concesiones de sus deseos.
Los movimientos físicos en la serie se presentan como fundamentales y determinantes en la vida de Isabel: la infancia con los abuelos, la estadía en soledad con su tata, el exilio en Caracas -cuando ya su nombre ha tomado un peso público por su escritura, en plena dictadura, la revolución feminista de sus palabras y un alcance masivo, a la vez que político-, el final del matrimonio con Miguel, su ida a España, su retorno al plano familiar y sus viajes como escritora ya reconocida, como parte de su consagración internacional que presentan un nuevo plano de vida, y el acercamiento con su hija Paula, cuando intenta compensar lo irrecuperable.
La construcción del marco histórico está lograda a partir del ensamble con videos de época: desde momentos especiales de la dictadura y las fuerzas represivas chilenas, hasta inclusive cómo se representa la situación latinoamericana general; el costo emocional del exilio en una Venezuela que repunta económicamente aunque ella no encuentra su lugar. Sin embargo, se mantiene difusa la relación de Isabel con la izquierda chilena: la serie muestra cómo ayuda a sacar a algunos compañeros del país hasta que sus hijos son secuestrados como una muestra de amedrentamiento. De allí, inmediatamente exiliada a Venezuela en soledad, hasta que tiempo después llega su familia.
Caminar sobre el límite y explorarse; la relación de Allende con la escritura se manifiesta como un espacio de sanación, cuasi terapéutico, en la que logra una vinculación de algún momento particular vivido para sanar a través de la palabra. Así, “La casa de los espíritus”, su primera obra literaria en 1982, tiene relación directa con su infancia y la forma de despedirse de su abuelo; o el caso de Paula, nombre de su hija mayor fallecida.
Los duelos personales, su rol de hija abandonada, esposa fallida, madre ausente, madre sin hija, logran ser plasmados en la serie. El final de su matrimonio ligado al final de las crianzas, al calor de su incipiente éxito mundial, el abandono de sus hijos en el divorcio. Es en sus escritos el espacio donde se autoexplora, como si fuera un reencuentro personal a partir del goce de la libertad. En síntesis, la serie muestra cómo la escritura puede ser un formato viable para volcar el caos de la vida, como también las reflexiones e incertidumbres de los propios episodios personales.
En declaraciones públicas, la misma Isabel Allende dijo respecto de la serie: “Desde el punto de vista emocional fue muy fuerte porque la serie empieza con mi hija que cae en coma y termina con la muerte de Paula, y, entre medio, son 50 años de mi vida comprimidos en un resumen de tres episodios. Ahí sale lo más luminoso de mi vida, pero también lo más trágico; entonces, las emociones son muy fuertes”.
Julieta Rusconi
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