Luis Petri, quien fuera candidato a vicepresidente de Bullrich, fue designado como nuevo ministro de Defensa del nuevo gobierno de Milei. Este nombramiento se da luego de largas negociaciones y días después de la designación de Patricia Bullrich en Seguridad.
Para Petri es la consolidación de una veloz carrera que inició en Mendoza en la interna con Alfredo Cornejo, hoy gobernador, en las Paso provinciales de agosto, donde perdió pero obtuvo el 40% del voto radical frente al bonapartista y exmandatario Cornejo. Con estos resultados, y tras muchas negociaciones, se coronó como vice de Patricia Bullrich para las presidenciales, con quien obtuvo menos del 24%.
Es también la consolidación de una política represiva que estará a cargo de los lacayos del PRO en Defensa y Seguridad, y una validación de la “doctrina Chocobar”. Se quedan además con enormes presupuestos destinados en gran parte al control y la represión interna.
Petri es un famoso derechista. En 2017 fue el impulsor de la que se llamó Ley Petri, que implicaba un endurecimiento de las penas de prisión. En 2018 presentó un proyecto de ley para prohibir que los extranjeros accedan a la educación y a la salud públicas en el territorio argentino. El movimiento de mujeres lo conoce por haber votado contra la IVE en 2018 y 2020. Además es público defensor de la baja en la edad de imputabilidad.
Durante el gobierno de Rodolfo Suárez en Mendoza presionó para que se colocaran inhibidores de señales telefónicas en las cárceles y aboga por el endurecimiento de los tratos en el sistema carcelario, alabando la política de Bukele en El Salvador. Un verdadero impulsor de la mano dura y el reforzamiento represivo.
Mientras vota a favor de las políticas de ajuste que hacen crecer la pobreza y defiende la arbitrariedad policial en las barriadas, se desentiende de la corrupción policial y judicial que encubre y participa de las mafias. El nuevo ministro es silencioso cuando en Mendoza se habla del juez federal Walter Bento o de policías implicados en el tráfico o la trata. No le preocupa la delincuencia de guante blanco.
Petri eligió un lugar. Ya cuando fue candidato anunció ante empresarios que “una reforma laboral es absolutamente imprescindible” y que promovería la eliminación de las multas laborales diciendo que incrementan las indemnizaciones en caso de despido con “un sistema irracional”, cuando en realidad las patronales violan un sinnúmero de derechos laborales aún con trabajadores en blanco.
Tras ser anunciado como ministro publicó en Twitter que trabajará por “volver a poner en valor el rol de nuestras las Fuerzas Armadas”, en línea con los discursos negacionistas que pretenden garantizar la impunidad de los genocidas.
Con Bullrich en Seguridad y Petri en Defensa está planteada la orientación de reintroducir a las Fuerzas Armadas en la política de seguridad interior, una estrategia al servicio de la represión, la persecución y el espionaje, y pretende ser el bastión de la gobernabilidad para el próximo período.
Bautista Franco
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