jueves, marzo 03, 2016

La industria de las deportaciones: un negocio que genera millones



Empresas operadoras de cárceles privadas. Charters aéreos para las deportaciones. Fábricas de grilletes e instrumentos de vigilancia. Todas integran la economía del terror.

Con más de dos millones de deportaciones bajo las administraciones de Barack Obama se batió el récord histórico. Por eso Obama se ganó el mote de “Deportador en jefe”.
Y esta política de criminalización y persecución desatada contra los migrantes, viene de la mano del desarrollo de una verdadera industria de las deportaciones.

Criminalización y lucro

Como todo en Estados Unidos, el sistema de prisiones es complejo. Destinados a encerrar a los migrantes indocumentados, hay diez centros privados de detención, cinco centros del gobierno federal operados por empresas privadas y tres centros de detención estatales manejados por compañías privadas.
Reciben 193 dólares por cama ocupada. Cotizan en bolsa, con el cínico aviso “Cuantos más presos, más rendimiento bursátil”.
Las dos empresas principales son Correction Corporation of America (CCA) -propietaria de 66 cárceles con capacidad para 91 mil presos, con ganancias de 222 millones de dólares en 2015- y Geo Group -poseedora de 65 prisiones y una ganancia anual de 139 millones de dólares.
Cada preso le significó a CCA 3,356 dólares de ganancias, mientras que Geo Group obtuvo 2,135 dólares por persona detenida en sus cárceles.
Muchas de las empresas de cárceles privadas firman contratos con el gobierno estadounidense nacional o estatal que les garantiza pisos mínimos de camas ocupadas con hombres y mujeres detenidos.
Pero el negocio no termina ahí: cientos de miles de prisioneros -muchos aprehendidos por delitos menores como tener roto el faro de un auto o pasar un semáforo en rojo- trabajan para subcontratistas de empresas como Boeing, TWA, Konika, Texas Lockhart Technologies, Microsoft, Starbucks, Colgate Palmolive.
Sus salarios están por debajo del salario mínimo. Y además les descuentan los gastos de “estancia” en la cárcel.
A su vez, la Agencia de Migración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés), gestiona contratos millonarios con las empresas que se ocupan de administrar el transporte, la alimentación y los cuidados médicos de los migrantes detenidos.
En particular respecto a los cuidados médicos, un informe reciente de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Detention Watch Network (DWN) y el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes (NJIC), arrojó que al menos 8 mexicanos murieron por negligencia médicas en centros de detención privados entre 2010 y 2012.

CCA y Geo Group: socias de los partidos demócrata y republicano

Estas compañías y Management and Training Corp (MTC, la otra grande de la industria del terror)- acostumbran a invertir millones en campañas de presión en legislaturas estatales para que se aprueben o se descarten las leyes de seguridad y de migración de acuerdo con sus intereses.
De acuerdo con datos del Centro para Políticas Responsables (CRP), Hillary Clinton ha recibido hasta junio pasado $2,700 en contribuciones directas de una gerente de MTC.
También recibieron generosos aportes algunos candidatos republicanos, como Marco Rubio, y Jeb Bush, este último ya fuera de la carrera presidencial.
Una nueva evidencia de que nada pueden esperar los migrantes de los partidos de las grandes corporaciones que reinan en Estados Unidos. La comunidad latina sólo puede dar pasos hacia la conquista de plenos derechos políticos y sociales cuando avance en la alianza con los afroamericanos que luchan contra la brutalidad y el racismo, y las y los trabajadores que luchan por el aumento de salario mínimo a 15 dólares la hora.

Bárbara Funes
México D.F | @barbarafunes2

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