Así se refirió el designado embajador argentino a la política económica del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien ya cuenta en su haber con una brutal reforma jubilatoria y decenas de privatizaciones.
Designado por Alberto Fernández como flamante embajador en Brasil, parece que el excandidato presidencial que compitió con Mauricio Macri en 2015 se encuentra a gusto en su nuevo destino diplomático.
Entrevistado por medios argentinos, Daniel Scioli no dudó en calificar con varios elogios aspectos de la política del derechista y racista Bolsonaro, especialmente aquellos que hacen a su política económica: “Los procesos que viven Brasil y Argentina no son contradictorios”, “Brasil está viviendo una etapa de reformas con impacto positivo en la economía; si crece Brasil crece la Argentina”, fueron algunas de sus definiciones.
Recordemos que una de las principales reformas que aplicó el Gobierno brasilero en este primer año de mandato es, entre otras, una brutal reforma jubilatoria, que aumenta varios años la edad mínima para jubilarse. “No queremos trabajar hasta morir” decían los carteles en las protestas que por meses enfrentaron este ataque a un derecho elemental.
Otra de las reformas que prepara el gobierno derechista es la Enmienda Constitucional de Emergencia, que permitirá un mecanismo de “estado de excepción” a partir del cual los gobernadores podrán reajustar pagos o incluso reducir jornadas laborales y salarios arbitrariamente.
También se prepara una nueva ronda de reforma laboral, con especial énfasis en atacar los derechos de los jóvenes trabajadores
Además, Bolsonaro y su ministro de Economía, Paulo Guedes, vienen llevando adelante un agresivo plan de recortes en los servicios públicos y privatizaciones, incluyendo la entrega de la gigante Petrobras y subsidiarias, plan que hoy enfrenta la resistencia de petroleros de todo el país en una huelga nacional que cumplió su tercer día. Los trabajadores enfrentan la "previa" de miles de despidos, la entrega de reservas marítimas, refinerías, plantas y oleoductos.
Estos son algunos, en una larga suma de ataques, realizados con el fin de favorecer a los grandes empresarios, sobre las espaldas de la población trabajadora.
Parece que el “impacto positivo” al que se refiere el exgobernador de la Provincia de Buenos Aires es al que festejan los grandes capitales internacionales. Poco tienen para festejar los millones de brasileros que vienen sufriendo sus consecuencias.
Estas declaraciones de Scioli fueron hechas en San Pablo, donde en los próximos días mantendrá reuniones con los representantes del gran empresariado brasilero, entre ellos Paulo Skaf presidente de la Fiesp (Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo) y Luiz Moraes, presidente de Anfavea (Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos).
Por último, con poco que envidiarle a Mauricio Macri, finalizó la entrevista afirmando que “Brasil se encamina a ser una gran potencia”.
A tono con la política de los días que corren, donde el Congreso votó las garantías de pagar peso por peso a los acreedores internacionales (sin siquiera investigarla), en la misma sesión en la que también aprobaron que las Fuerzas Armadas realicen ejercicios conjuntos con el ejercito yanky y mientras Alberto Fernandez va a rendir pleitesía a las grandes potencias europeas, parece que Scioli tampoco se quiere quedar atrás.
Diego Iung
Lunes 3 de febrero | 20:20
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