martes, febrero 16, 2021

Marte calienta la carrera espacial


A partir de esta semana, con pocos días de diferencia, tres países colocaran naves de distinta índole en la órbita y superficie del planeta rojo. 

 La semana del 8 de febrero alcanzaron la órbita marciana naves de Emiratos Árabes Unidos (EAU), China y en pocos días lo hará también EE.UU. La llegada en simultaneo de los tres países se debe a que en este momento Marte y la Tierra se encuentran alineados, proveyendo la ruta mas directa entre ambos planetas y por lo tanto la que demanda menos combustible. China y EAU se suman a los países que ya habían realizado esta hazaña: EE.UU, India, Rusia y también la Agencia Espacial Europea.
 La sonda Amal (que significa esperanza en árabe) enviada por los EAU permanecerá en la órbita del planeta rojo. El proyecto de 200 millones de dolares tiene como objetivo monitorear la atmósfera, analizar el ciclo climático y también el proceso de perdida de oxigeno e hidrogeno en la superficie del planeta. Por su parte, las naves de China y Estadounidense se posaran sobre la superficie. 
 La segunda misión en llegar esta semana fue la china Tianwen-1, que se encontrara en órbita hasta su aterrizaje que se estima en mayo-junio. El objetivo de las sonda y rover chinos es estudiar el suelo marciano, su geología y también el medio ambiente. 
 Por último, la misión norteamericana tiene previsto llegar alrededor del 18 de febrero. Junto con una flota de orbitadores, el rover Perseverance analizará el suelo y el clima de Marte, como las otras misiones, en este caso con el objetivo particular de encontrar evidencia de vida microbiana antigua. Por primera vez esta misión, la más costosa de las que la NASA haya enviado hasta ahora, probará la posibilidad de volar en Marte un helicóptero que facilitaría la exploración y recolección de datos. 
 En el marco de las tensiones internacionales causadas por el agravamiento de la crisis capitalista, la carrera espacial toma un impulso destacado. Por caso los EAU celebraron su éxito en llegar a la órbita marciana como parte de plan de inversión científico y tecnológico para “reducir su dependencia del petróleo”. En el mismo sentido se puede leer el caso de China, que impulsa la exploración espacial tanto de Marte como de la Luna, para promover la imagen del país como una potencia mundial. Ya en 2019 Bao Weimin -director de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China- reveló que esperan establecer una “zona económica Tierra-Luna” que prevén que genere 10 billones de dólares al año. 
 Lo cierto es que los lanzamientos de naves espaciales (de todo tipo y destino) se triplicaron comparando 2019 con 2020. El despliegue de satélites comerciales aumentó casi un 500%. Parte de este impulso surge de la colaboración de la NASA con empresas privadas y la consecuente competencia que ello implica. 
 Por ahora el gran ganador de los recursos estatales viene siendo Elon Musk -con SpaceX- aunque su principal adversario, Jeff Bezos, ha dejado el puesto de CEO de Amazon y al parecer pretende centrarse en darle impulso a su empresa Blue Origin y conquistar espacios en este terreno. Según la consultora Euroconsult la inversión espacial ascenderá en la próxima década -2020 a 2029- a 260 mil millones de dólares contra los 167 mil millones de la década pasada. Por lo tanto, a contramano del resto de la economía mundial, esta industria se desarrolló en el año 2020 y se prevé que el crecimiento siga en 2021. 
 La exploración espacial podrá significar un progreso para humanidad cuando esté fundada en la investigación científica y no condicionada por la guerra comercial y la competencia imperialista. Si podemos llegar a Marte no caben dudas que también podemos organizar la sociedad sobre nuevas bases. 

 Domingo Díaz

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