A escala nacional, LR (la sigla del viejo partido gaullista, conservador) ha obtenido un 38% de votos, seguidos de la unión del Partido Socialista (PS), los ecologistas (EELV) y otras formaciones de izquierdas con un 34,5% (El País, 27/6). El partido lepenista (la derecha nacionailista o fascistoide) no se consagróen ninguna región. Los conservadores retienen 7 regiones y el PS se alza con 5. La República en Marcha (LREM) de Macron, “no logró ganar en ninguno de los territorios” (ídem). Los medios caracterizan un fracaso) de la extrema derecha del RN, que pierde un tercio de los puestos (francetvinfo, 28/6), mientras que el PS gana 21 puestos y el “centro” 70, en relación a 2015. Para muchos medios, la abstención va a repercutir en las presidenciales del año que viene. El resultado electoral pone en cuestión la reforma previsional y laboral (infobae, 27/6) que tiene en carpeta Macrron.
“
El PS (en boca de su principal dirigentes Faure) destaca que ha logrado coaligar detrás suyo a los ecologistas y a la “extrema izquierda” (en donde ubican a Melenchon, el nacionalista de izquierda de La Francia Insumisa, LFI).
La crisis en la izquierda
Tras unos bajos resultados en las regionales y la salida de 300 militantes por diferencias con respecto a las candidaturas, el NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) hizo una conferencia nacional con 152 delegados para preparar las próximas elecciones presidenciales. Eligió a Phillipe Poutou como candidato, un ex trabajador automotriz , actualmente desocupado (L’anticapitaliste, 28/6). A pesar de la separación de la tendencia del PTS en el NPA, el partido sigue dividido. En oposición a la postulación de Poutou, se presentó Olivier Besancenot, un ex candidato a Presidente, que saco unos pocos votos menos. En una declaración, el NPA asegura que el partido pretende “liderar una campaña colectiva” a través de “un colectivo de voceros” (Marianne, 29/6).
El NPA caracteriza que hay un "ascenso del poder de la derecha y de la extrema derecha con profundas raíces sociales". Descarta de la lucha contra la derecha una alianza con el PS y el PC. “Desde el PS hasta el PCF, pasando por el posible candidato de ELV (verdes), todos estos partidos gestionan el sistema”, indican.
Caracterizan que hay una “ofensiva contra las clases populares” y que las luchas han sido defensivas: “recortes y despidos, reestructuraciones, desarrollo de la inseguridad, cuestionamiento de las libertades democráticas”. No plantean un programa para pasar de la defensa al ataque (programa de transición). En las listas comunes en Occitania y Aquitania, entre Poutou la LFI, el programa no salía del marco de algunas reformas y apoyo del estado al pequeño capital. En relación a “Jean-Luc Mélenchon y LFI no serán nuestros oponentes en las elecciones presidenciales, pero son la expresión de un populismo de izquierda (...) que no representa una alternativa para el campo de los explotados y oprimidos.”
“La ausencia de representación política anticapitalista de masas, la ofensiva reaccionaria y el retroceso de las luchas sociales, el aumento de la desesperación y el miedo a un futuro sombrío, son elementos que pesan sobre la situación. Por eso un eje central de nuestra campaña será construir frentes contra temas reaccionarios y avanzar en la necesidad de luchar paso a paso contra la extrema derecha construyendo las más amplias movilizaciones unitarias”. Estos son los ejes del NPA.
Las listas de Lutte Ouvrière “reunieron casi 320.000 votos, lo mismo que en las anteriores elecciones autonómicas de diciembre de 2015 y casi el doble que en las elecciones europeas de 2019” (27/6).
Emiliano Monge
01/07/2021
No hay comentarios.:
Publicar un comentario