martes, septiembre 27, 2022

Bullrich, una lobista de las multinacionales contra los trabajadores


Se fue hasta Bridgestone para atacar el reclamo salarial del neumatico. 

 Las patronales y muchos de sus personeros políticos y medios de comunicación se han embarcado en una masiva campaña de ataque a la lucha de los trabajadores del Sutna. Patricia Bullrich, dirigente nacional del PRO, se sumó a ella y se prestó a filmar un video en el que se la ve paseándose por las inmediaciones de la fábrica Bridgestone, en Llavallol, donde saca a relucir todo su odio por la clase obrera. 
 “La industria automotriz está sin cubiertas, mucha gente se va a quedar sin laburo por la pasividad de este gobierno ante la extorsión de las mafias sindicales”, ¿A ustedes les parece que hoy tengamos tres fábricas de neumáticos cerradas, la industria automotriz y los argentinos sin cubiertas por no poder llegar a un acuerdo porque hay un grupo de sindicalistas que lleva las cosas al cierre de la empresa, al cierre de las fábricas y de las fuentes de trabajo?” lanzó entre otras cosas Bullrich.
 Resulta curioso que quien fuera ministra de un gobierno (Macri) bajo el cual se cerraron casi 25 mil empresas y que despidió a miles de trabajadores se preocupe por el “cierre” de las fábricas. Los campeones de la “cultura del trabajo” han acrecentado el desempleo y aplicado políticas opuestas a la creación de puestos de trabajo, tal fue el caso, por ejemplo, de la gigantesca bicicleta financiera bancada con el préstamo del FMI. 
 Bullrich defiende los intereses de los ricos, tal como hace el gobierno del Frente de Todos. Por esto es que solo le parece una extorsión la lucha de los trabajadores. Bullrich no aplica el concepto de “extorsión” cuando el capital agrario retiene los granos a la espera de una devaluación o cuando los bancos ensayan corridas cambiarias reclamando por subas de tasas o por la dolarización de los bonos que poseen en sus carteras.
 La concepción que tiene la lideresa del PRO sobre el conflicto es la de un burgués (y en particular el de una lobista de la multinacional Bridgestone). Equiparar con una mafia a una dirección sindical que lucha por los intereses de los trabajadores e intentar meter una cuña entre los obreros argentinos es un planteo de tipo fascista, que esconde el deseo de aplicar una política para atomizar a la clase trabajadora y liquidar sus sindicatos como herramientas de organización colectiva. 
 Bullrich confirmó esto diciendo que su equipo y ella van a “cambiar” la situación y que trabajará “para tener un sistema en el que sindicatos y empresas se pongan de acuerdo en algo razonable”. ¿Razonable para quienes? La exministra de Trabajo en el gobierno de De la Rúa pretende elevar a niveles mucho más altos la regimentación estatal de los sindicatos. Quiere sindicatos adictos a las patronales y al poder político. Su sueño incluso es que desaparezcan y que la negociación con las patronales la hagan obreros aislados, por medio de contratos individuales por empresa. A esto apuntó la política que desarrolló junto a Macri y compañía. Juntos por el Cambio gobernó aplicando la tesis de las “mafias sindicales”. Atacó la personería gremial de los sindicatos e incluso intentó orquestar la mentada “Gestapo sindical”. 
 Las organizaciones obreras son un producto del régimen social capitalista. León Trotsky explicaba su origen señalando que “tenían por objeto mejorar la situación material y cultural del proletariado y la extensión de sus derechos políticos”. Nuclean masas y masas de obreros. Sin embargo, con el transcurso de la historia se han ido convirtiendo en colaboradores de las patronales. Se pueden citar muchísimos ejemplos de esta degeneración, en Argentina basta con ver el rol que tiene la CGT. 
 Para los trabajadores, no obstante, lo que corresponde es defender la existencia de los sindicatos y luchar por recuperar sus direcciones, como hicieron los obreros del Sutna. Los sindicatos pueden mejorar la situación material de los trabajadores y ser una plataforma de lucha por sus derechos. El Sutna es un ejemplo práctico de eso. Los capitalistas también se organizan en “sindicatos” (UIA, Sociedad Rural, etcétera), pero para Bullrich esos no equivalen a ninguna mafia.
 Bullrich dice que “la mafia sindical” (sic) del Sutna quiere más pobreza para los trabajadores. La acusación se vuelve contra ella: si piden aumento de salarios ¿quieren más pobreza?, los trabajadores, que en decenas de asambleas votan las medidas de lucha y paran, ¿son mafiosos? Los mafiosos son los políticos capitalistas que pretenden atar a los trabajadores de pies y manos para que las patronales hagan lo que quieran. 
 Son las patronales del neumático y de todos los rubros las que quieren más pobreza. Lo que mueve a los capitalistas es el afán de obtener la mayor ganancia posible, por eso en todo momento quieren reducir los salarios. Bridgestone, Fate y Pirelli vienen amasando fortunas, importan insumos a dólar oficial (mientras los trabajadores lo pagan más caro y tienen más restricciones) y venden y exportan sus mercancías a precios internacionales. Los salarios, entretanto, los abonan en pesos. 
 Que Bullrich defienda intereses parasitarios no solo se deriva de su condición como expresión política de la burguesía, sino también de que ella misma es una parásita del Estado. Todos los gobiernos en los que participó fracasaron y llevaron al país a un desastre. A Bullrich lo único que le importa es derrotar a los obreros porque defiende la explotación capitalista. 
 Defendemos y apoyamos la lucha de los trabajadores del Sutna. Vamos por su victoria. 

 Nazareno Kotzev

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