Esta semana fue testigo de manifestaciones, paros y conflictos que sin más preámbulos pasamos a describir.
Los trabajadores del neumático nucleados en el Sutna se encuentran realizando un paro total de actividades. El miércoles, una maniobra gubernamental y patronal tendiente a imponer el cierre de la paritaria derivó en un acampe frente al Ministerio de Trabajo (sede Callao) que se extendió por casi 48 horas. El lunes habrá una nueva audiencia entre las partes en la cartera laboral. Los obreros pelean por un aumento salarial acorde a la inflación y el pago al 200% de las horas trabajadas los fines de semana. En este conflicto que lleva ya cinco meses, las empresas desenvuelven todo tipo de provocaciones y ataques. El último de ellos es el lock out (cese de actividades) anunciado este sábado por la multinacional Bridgestone, dueña de una de las tres grandes fábricas -las otras dos pertenecen a Pirelli y Fate.
La vigilia y acampe recibieron el apoyo y solidaridad de otros sectores. Así, la esquina de Bartolomé Mitre y avenida Callao, ubicada a dos cuadras del Congreso Nacional, se convirtió en un imán que atrajo a organizaciones piqueteras, sindicales, ambientales, estudiantiles y de la cultura sumergidas en sus propios conflictos.
Por allí pasaron los grupos de la Unidad Piquetera, que el jueves hicieron un plenario en el Obelisco que resolvió una movilización con permanencia para el 27 frente a Desarrollo Social. Los reclamos: trabajo genuino, la apertura y aumento de los planes sociales, asistencia a los comedores populares. Será una jornada con acciones en todo el país en rechazo al ajuste fondomonetarista de los gobiernos que agrava la crisis social e incrementa la pobreza.
También dijeron presente frente al Ministerio las organizaciones que componen Unidxs por la Cultura, que llevó a cabo previamente, también el jueves, una concentración ante el Senado para reclamar el tratamiento y aprobación de un proyecto que ya tiene media sanción de Diputados y prorroga por 50 años la asignación automática de recursos para entidades culturales (como el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales -Incaa- y el Instituto Nacional del Teatro -INT). Estos fondos están en peligro a raíz de una ley de caducidad votada a fines de 2017 en el Congreso Nacional. El “apagón cultural” empezaría a correr en 2023. La cámara alta, sin embargo, volvió a postergar el tratamiento del tema.
Quienes también se movilizaron frente al Congreso y se acercaron luego al Ministerio son las organizaciones ambientales que reclaman la urgente aprobación de una ley de humedales. Una sesión conjunta de tres comisiones de la Cámara de Diputados discutió el punto el jueves y pasó a cuarto intermedio. Romina Del Plá, diputada nacional del PO-Frente de Izquierda, señaló que “las comisiones desarrollan el debate como si se tratara de una situación normal, cuando no la es. Esto ya viene tan atrasado que vamos a terminar legislando sobre algo que no existe más; si seguimos este ritmo de debate, hasta que se apruebe la ley y luego se aplique nos quedamos sin objeto de acción”. El viernes, cabe agregar, se produjo una nueva huelga mundial por el clima, que incluyó acciones en nuestro país.
En el plano educativo, esta semana pararon masivamente los docentes porteños para rechazar una reforma laboral precarizadora que extiende el trabajo a los días sábados. Los estudiantes secundarios, en tanto, lanzaron tomas en varios colegios contra las pasantías laborales gratuitas. En la provincia de Buenos Aires, los Sutebas combativos y la Lista Multicolor impulsan un paro para el 27 por un salario equivalente a la canasta familiar. En su nota para Prensa Obrera, Daniel Sierra resume la cuestión en estos números: “el límite de la pobreza al día de hoy es de $120 mil, y desde el maestro de grado sin antigüedad con 78.549,21 pesos hasta el maestro con 24 años de servicio con 106.989,23 pesos, todos están por debajo de esa condición”. La docencia santafesina también está envuelta en medidas de fuerza.
En la salud, otra de las víctimas predilectas de los ajustadores, no faltan respuestas. Los prestadores pararon el jueves y se movilizaron en todo el país (con marchas de antorchas y una concentración en Buenos Aires frente a la Superintendencia de Salud) ante el atraso en los pagos de las prestaciones por discapacidad. Por su parte, los residentes y concurrentes de los hospitales, un sector superexplotado, hicieron un paro y asamblea en Plaza de Mayo este miércoles para demandar una recomposición salarial. La semana próxima se sumarán al paro convocado para el 27 por la Asociación de Médicos Municipales (AMM). En el Hospital Garrahan, por último, una asamblea este martes votó un cese de actividades para el jueves 29 en reclamo de un 80% de aumento en una cuota.
La explosión de una refinería en Plaza Huincul, Neuquén, se cobró la vida de tres obreros en Neuquén este jueves. La burocracia del sindicato petrolero lanzó un paro que desmontó enseguida, sin ningún compromiso serio de mejoras en la seguridad laboral. Esta conducción es la que suscribió una reforma durante el gobierno de Mauricio Macri que precarizó aún más las condiciones laborales, como recuerda César Parra en su artículo.
ATE llevará adelante un paro el 27, pero sin un reclamo salarial específico y quedó fuera de la convocatoria un lugar importante como el Astillero Río Santiago.
Cuando se pasa revista a todos estos hechos, resulta ensordecedor el silencio de la burocracia sindical. Un paro nacional y un plan de lucha es fundamental para impulsar todos los reclamos y derrotar las políticas de ajuste del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales.
Buen domingo.
Gustavo Montenegro
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