El último viernes han sumado un nuevo fallo reaccionario a la lista. En este caso se trata de suspender, en primera instancia, la obligación de la universidad confesional judía Yeshiva de Nueva York a inscribir al club “Yeshiva Pride alliance” que representa a estudiantes LGBTQ+ de dicha universidad.
De esta manera, la universidad bloquea que estos estudiantes obtengan el derecho que poseen otros clubes estudiantiles a realizar actividades públicas como charlas, congresos y seminarios, así como la posibilidad de realizar actividades de promoción dentro de la universidad.
Las autoridades universitarias habían apelado a la Corte Suprema un fallo de un juez de Nueva York que había obligado a la universidad a reconocer al club “Yeshiva Pride alliance” para el comienzo de clases de septiembre. En su apelación las autoridades señalan “Como universidad judía profundamente religiosa, Yeshiva no puede cumplir esta orden porque al hacerlo violaría sus sinceras convicciones religiosas sobre como formar a sus estudiantes (...) en los valores de la Torah" (Infobae, 9/9).
De esta manera, la universidad buscaría amparar su rechazo a una cuestión de respeto al culto religioso. Esto carece de todo fundamento legal. En la práctica, los estudiantes LGBTQ señalaron que existen múltiples clubes estudiantiles no religiosos: “No puede negar a algunos estudiantes el acceso a recursos no religiosos debido a su orientación sexual". (idem)
Por otro lado, en la página web de la universidad es posible encontrar a varios docentes e investigadores que desarrollan trabajos de investigación focalizados en establecer espacios seguros en las escuelas y combatir el bullying contra la comunidad LGBTQ, lo que en principio contradice la negativa de las autoridades al reconocimiento a sus propios estudiantes.
La Corte Suprema, por el momento, ha suspendido el fallo del juez neoyorquino. Al tratarse de la aceptación de una apelación, la Corte no está obligada a presentar argumentos ni tampoco a divulgar con cuantos votos ha sido aprobada.
La Corte Suprema se ha colocado decididamente como un actor político en los Estados Unidos. Los fallos reaccionarios contra las mujeres y las disidencias sexuales se inscriben en una línea de ataque contra la clase obrera y los oprimidos. El rechazo no puede estar subordinado a las elecciones y las tramoyas judiciales -que han demostrado ser un terreno desfavorable- sino en la lucha y organización callejera.
Joaquín Antúnez
13/09/2022
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