Las infancias son las más atacadas por el ajuste fondomonetarista.
Según un documento de Unicef presentado por un miembro de ese organismo en la Comisión de Familia, Niñez y Juventudes de la Cámara de Diputados, el Presupuesto 2023 fondomonetarista elaborado por el gobierno del Frente de Todos contempla un ajuste en las políticas que tienen que ver directamente con la vida de las infancias. Esto, en un país donde más de la mitad de los menores de 14 se encuentra bajo el umbral de la pobreza.
El informe indica que el presupuesto transversal 2023 para la niñez se reduce interanualmente un 0,2% del PBI y casi un 15% si se lo compara con el panorama inflacionario que se espera para 2023. Estos recortes impactan en la oferta educativa y de cuidado para las infancias, así como en las prestaciones alimentarias.
Las erogaciones destinadas a la construcción de establecimientos educativos para nivel inicial son, según el escenario de inflación que se considere, entre un 14 y un 28% más bajas en términos reales respecto del presupuesto 2022. A su vez, “entre los programas del sector educativo que muestran signos de alerta para 2023 se encuentra el de ‘Infraestructura y Equipamiento’, con reducciones en términos reales de entre el 2% y el 18% según el escenario considerado” (La Nación, 19/10).
De acuerdo a Unicef, las asignaciones familiares podrían caer en términos interanuales entre un 6 y un 14%, las asignaciones contributivas entre un 9 y un 16%, y las Asignaciones Universales por Hijo y Embarazo sufrirían un desplome que podría alcanzar un 10%. Si se lo compara con la peor situación inflacionaria, el presupuesto destinado a la Tarjeta Alimentar caería un 30% interanual.
Estos embates contra los trabajadores y las infancias se sumarán a los que el gobierno nacional vino realizando este año. Massa recortó hace poco, en 30 mil millones de pesos, el presupuesto destinado al programa “Conectar Igualdad”, del cual dependen muchísimos jóvenes. Asimismo, ajustó sobre discapacidad, lo que atenta contra las trayectorias educativas especiales de los niños. No obstante, el Frente de Todos ya viene avanzando en la poda de montos destinados a programas sociales.
El carácter ajustador del Presupuesto 2023 tiene que ver con su orientación social. Se trata de una “ley de leyes” hecha a la medida de los intereses patronales y del FMI. Los recortes que tienen lugar en los presupuestos relacionados a las infancias se replican en los montos destinados a la educación universitaria, a la salud, a los programas sociales y al salario. Estamos ante un fuerte ajuste, en un cuadro de bancarrota económica.
La juventud y las infancias no tienen futuro con el peronismo en el poder. Tampoco con Juntos por el Cambio, porque sus políticos aplican ajustes allí donde gobiernan. Derrotemos este ataque contra las infancias y los trabajadores con la movilización popular.
Prensa Obrera
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