Sergio Massa anunció una suba por decreto del piso del Impuesto a las Ganancias, pasando de $280.000 brutos a 330.000. La suba del piso es tan sólo del 18 %, algo holgadamente superado por la inflación y los aumentos paritarios. Con paritarias que están pasando el 90 %, el nuevo piso en vez de disminuir la cantidad de trabajadores que pagan el impuesto, la termina subiendo. La suba del piso ha quedado muy por debajo de una actualización por RIPTE -índice salarial- y todavía más respecto de la inflación -que apunta arriba del 100 %.
El reclamo de la suba del piso de ingreso del Impuesto a las Ganancias recorre a todo un sector de la clase obrera, que ve cómo los aumentos paritarios que conquista son confiscados por la AFIP.
La novedad en este caso es que la suba del piso del 18 % no se corresponde con ningún índice, ni RIPTE ni INDEC, es un número caprichoso que no sale de ningún lado. Es decir que se ha desindexado el piso del Impuesto a las Ganancias, algo que, por ejemplo, no se había realizado en la última actualización, en donde se pasó de un piso de 225.000 a 280.000, siguiendo la variación del índice de salarios (RIPTE).
La resultante de esta modificación arbitraria es que la cantidad de trabajadores que pagarán ganancias seguirá subiendo, algo que cuestiona los propios fundamentos del piso -una invención de Massa y Guzmán-: "en los fundamentos de la medida se explicó que ese piso salarial sería actualizado en forma periódica de tal manera que sólo quedaran alcanzados por Ganancias 940.000 asalariados de altos ingresos, como supervisores, jefes, gerentes." (Clarín)
El decreto no modifica ni el "mínimo no imponible" ni las alícuotas que afectan a los salarios superiores al piso, por lo que quienes superan el piso pagan un verdadero tarifazo. Todo esto ocurre sin que la CGT ni la oposición macrista protesten contra este saqueo de los salarios. El kirchnerismo sindical tampoco abrió la boca. En definitiva, se trata de conjunto de defender un ajuste a la medida de lo que reclama el FMI.
La suba del piso además de ser tardía -es solo a partir de noviembre, por lo que rige solo para dos meses- no tiene carácter retroactivo, por lo que a los cientos de miles de trabajadores que ingresaron en el impuesto desde la actualización del piso de mayo no se les devolverá ni un peso.
En definitiva, la suba desindexada del piso es una nueva estafa a los trabajadores.
Pablo Busch
17/10/2022
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