La huelga arrancó el 27 de septiembre
Desde fines del mes de septiembre, los trabajadores de las refinerías petroleras se encuentran en huelga en reclamo de un aumento salarial. La medida abarca a plantas de la Total y de ExxonMobil.
El gobierno francés ha lanzado una campaña brutal para quebrar las medidas de fuerza: apeló al uso de stocks estratégicos, incrementó la importación de combustibles de otros países (incluyendo Rusia, en violación de sus propias sanciones por la guerra en Ucrania), y, en los últimos días, impuso servicios mínimos obligatorios en ExxonMobil –bajo penas de hasta seis meses de prisión y multas de 10 mil euros en caso de incumplimiento.
La amenaza represiva del Ejecutivo francés contra los petroleros, en boca de funcionarios como el ministro de economía, Bruno Le Maire, y la primera ministra, Elisabet Borne, desató un gran malestar en el movimiento obrero y una corriente de solidaridad con los huelguistas. La refinería de Donges, la segunda más importante del país, se unió al movimiento esta semana. Sobre siete refinerías en Francia, seis han llegado a estar paradas a lo largo del conflicto. Un tercio de las estaciones de servicio sufren falta de combustibles.
Las patronales arribaron este viernes a un acuerdo con dos de las organizaciones que tienen presencia en las refinerías (sobre todo en las de ExxonMobil), CFDT y CFE-CGC, pero la CGT mantiene las medidas. Demanda un incremento del 10% para 2022, que está por encima del 7% suscripto por aquellas. Las empresas retacean el aumento, a pesar de haber obtenido ganancias extraordinarias en lo que va del año (10 mil millones de dólares en el primer semestre, en el caso de Total, según la agencia France 24 -14/10).
Al calor del conflicto, la central nuclear de Gravelines también votó ir al paro por aumento salarial, al igual que uno de los cinco centros técnicos ferroviarios, el de Landy, que aprobó una huelga reconductible (medida de fuerza de carácter indefinido que se ratifica diariamente en asamblea) a partir del próximo lunes 17.
El martes 18, la CGT y otras centrales realizarán un paro general con movilizaciones en defensa del derecho de huelga, por aumento salarial y de las jubilaciones. Se unirán organizaciones estudiantiles con sus propias reivindicaciones.
El triunfo de la huelga de las refinerías abriría una perspectiva para todo el movimiento obrero francés. El gobierno de Emmanuel Macron lo sabe y actúa en consecuencia. Viva la lucha de los trabajadores de las refinerías.
Gustavo Montenegro
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