“El acuerdo con el FMI está agotado”, volvió a declarar Andrés Larroque, el vocero informal de Cristina Kirchner.
Es una completa falta a la verdad.
Kirchneristas y macristas ya han decidido aprobar, dentro de siete días, el Presupuesto 2023, que establece el mayor ajuste contra los trabajadores, desde que asumieran el gobierno Menem, Bunge y Born y Alsogaray.
El ajuste reduce las prestaciones sociales entre un 25 y 50%, lo mismo ocurre con la asignación familiar para los trabajadores registrados y finalmente para la foja de salarios del estado. Crecen en cambio las concesiones fiscales a las grandes patronales (“gastos tributarios”) por más de 20 mil millones de dólares. El pago de intereses de la deuda pública sube del 6 al 9% del PBI, otra cifra de la misma magnitud.
Este atropello fenomenal combinado entre Massa y el FMI se produce cuando la tasa de indigencia se eleva a más del 10 por ciento. O cuando la participación de los salarios en la facturación de las grandes empresas sigue retrocediendo – de arriba del 48 a un 41 por ciento. Considerando a los trabajadores no registrados, la caída debe ser mayor.
El otro que acompaña a Larroque es Máximo Kirchner, o Yasky y Palazzo, que no han dicho una palabra acerca del acuerdo tejido por Massa para que JxC y el FdT voten este Presupuesto anti-obrero. El acuerdo con el FMI, casi doscientas páginas, reserva las jubilaciones sólo para lo que llama la “población vulnerable”. La reforma previsional acordada por ‘nacionales y populares” consiste en la liquidación del sistema y la construcción, sobre sus ruinas, de una pensión a la vejez.
Derrotar este Presupuesto sería una gran victoria política para los trabajadores. Abriría el camino para el entierro del ajuste, la recuperación de los derechos laborales y el despido con causa del FMI.
Proponemos sitiar al Congreso el próximo 26 de octubre para que el Presupuesto sea rechazado y para advertir contra cualquier intención de imponerlo por decreto.
Llamamos a que las direcciones piqueteras y las direcciones clasistas haganla convocatoria. Exigimos a los “federales” y “combativos” del oficialismo que dejen de cacarear contra la pobreza y contra el FMI, y se sumen a este llamado. Llamamos especialmente a auto-convocatorias para debatir acerca de la necesidad de quebrar el acuerdo macrista-kirchnerista-fondomonetarista y tomar la iniciativa de la lucha.
Con esta iniciativa ganaremos la atención acerca de la crisis que atraviesa la salud y la educación, la necesidad de tierra y vivienda, y la preocupación de todas las clases sociales laboriosas por la confiscación inflacionaria de nuestros medios de vida, por parte de un gran capital que se ha aprovechado de la inflación para acumular ganancias nunca vistas.
Nota de tapa de Política Obrera N°55.
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