En ocasión de su fallecimiento, reproducimos una entrevista a Hebe de Bonafini realizada en el programa “La Voz de los Trabajadores” de Radio San Nicolás de Rosario, realizada por compañeros del Partido Obrero en diciembre de 1986, cuando el gobierno de Raúl Alfonsín impulsara la sanción de la ley de Punto Final para garantizar la impunidad de los crímenes contra el pueblo cometidos por la dictadura genocida. La presente versión escrita fue publicada originalmente en Prensa Obrera N°165.
Evidentemente, Hebe, el tema obligado es la resolución del Poder Ejecutivo Nacional de enviar a extraordinarias un proyecto de ley de “punto final”.
Bueno, nosotras estamos rechazando el “punto final” desde hace mucho tiempo. La Junta Militar hizo un documento final pero se lo rechazamos; fue un 28 de abril de 1982, en que estuvimos bajo el agua todo el tiempo mientras la Junta hacía su documento. Hoy el gobierno constitucional, como muy bien lo dijiste, quiere mandar a extraordinarias un proyecto de punto final que si no lo aprobara el Congreso, como dijo Clarín el otro día, Alfonsín usará de su verticalidad para que se aplique esta amnistía.
Nosotras estuvimos hablando con la JR [Juventud Radical] y con Manzano [José Luis, actual dueño del grupo de medios América] de los renovadores [sector del PJ referenciado en Antonio Cafiero]. La JR dice que no quiere el punto final, yo les dije que no se nota, que tendrían que estar en la calle con nosotras, en la plaza, para demostrar realmente que no lo quieren, porque si no dentro de diez años los próximos cadáveres a ser exhumados pueden ser ellos. Los renovadores dijeron que en su totalidad van a votar en contra del punto final y nosotras con todas nuestras fuerzas estamos preparando una marcha del 3 al 4 de diciembre en contra de este punto final con el título de: “Basta de milicos”.
Porque en este momento el aparato represivo está intacto, porque el punto final está funcionando en la medida que [Alfredo] Astiz no está condenado, en la medida que nos dijeron que [Agustín] Feced se murió pero nadie lo vio muerto, en la medida que se quiere obviar la condena a la mayoría de los represores, el “punto final” está funcionando.
La obediencia debida es algo que también lleva al “punto final” y en definitiva, este gobierno quería que cada madre aceptara un muerto por decreto, una reparación económica, un homenaje póstumo, y un monumento. Y de esa manera era como que nosotras mismas con estas cuatro cosas, propuestas por el gobierno le íbamos a poner el punto final. Por eso rechazamos las exhumaciones, las reparaciones económicas y los homenajes póstumos.
¿Cómo liga usted la existencia de presos políticos en relación al punto final?
Bueno, yo creo que el gobierno, con su teoría de los dos demonios, de los dos terrorismos, los va a tener en la cárcel hasta que les dé la amnistía y los equipare con los verdaderos terroristas y asesinos que son los militares. Creo que cuando venga el Papa va a ser el momento, porque viene a ponerle el moñito a todo este paquete. Por algo la hija de Alfonsín y el general Sánchez tuvieron una entrevista secreta en el Vaticano hace un mes y algo. Habría que preguntarles de qué hablaron.
Quiere decir que serían una moneda de cambio.
Sí, desgraciadamente, yo creo que los tienen para eso y el punto final en cuanto a las demás cosas, porque el Dr. Alfonsín, con un criterio muy equivocado, ha dicho que tiene que dar tranquilidad a las Fuerzas Armadas, cuando el Dr. Alfonsín le tiene que dar tranquilidad al Pueblo, que es quien lo votó y lo puso en el sillón que está ocupando.
Yendo al pueblo aquí, en la provincia de Santa Fe, en toda la provincia, ya va para la novena semana de una huelga docente y el gobierno provincial justicialista ha mandado policías a las escuelas, ha declarado ilegal las huelgas con legislación de las dictaduras militares. Digo esto porque importa saber qué relación establecen las Madres entre el punto final, entre la amnistía a los militares, y la situación política concreta, es decir, la situación de lucha del movimiento obrero, del estudiantado. Por ejemplo, está el caso de la represión a los estudiantes de la UBA. Me parece importante ver la vigencia del aparato represivo.
Bueno, nosotras estamos convencidas de que en la medida en que tengamos que pagar una deuda que el pueblo no contrajo y a causa de esa deuda no haya aumentos de salarios, que no haya presupuesto para educación, que no haya presupuesto para salud, todo esto tiene un significado muy serio porque en la medida en que nos hagan pagar una deuda que nos hace apretar el cinturón, el pueblo va a reclamar y va a reaccionar y va a luchar, y el aparato represivo es necesario para reprimir a este pueblo que el gobierno quiere tener bien sojuzgado para aplicar este plan austral que nos está llevando a esta debacle; no nos olvidemos que a nuestros hijos se los llevaron para aplicar un plan económico y hoy el gobierno tiene que reprimir para aplicar también un plan económico.
Muchos organismos de derechos humanos crearon dentro del movimiento e incluso dentro de Madres, una línea de expectativa en la conciliación, en el acuerdo con el gobierno, nosotros como partido interpretamos que muchas veces esto ha llevado a una impasse al movimiento por los derechos humanos…
Bueno, hay muchos intentos de silenciarnos, pero a nosotras ni las balas nos van a silenciar.
Hay muchísima gente trabajando, hay una gran expectativa, la juventud está todos los días en la calle y creo que la marcha [de la Resistencia] viene muy bien porque convocan casi todos los partidos, menos la UCR. Nosotras estamos siempre en la calle porque vamos todos los jueves a la plaza, porque todos los jueves hablamos, estamos permanentemente movilizadas: al Partido Radical fuimos sesenta madres a hablar y para hablar con los peronistas fuimos también sesenta madres y todas entramos al Congreso. Eso es movilización aunque no seamos diez mil. Nosotras convocamos a todos los jueves a toda la gente que se quiera sumar y participamos de todas las marchas que hay, yo he abierto la asamblea estudiantil que se hizo en La Plata repudiando lo de la represión y así que estamos permanentemente en todas las movilizaciones y nosotras estamos movilizadas. Y a todo aquello que se convoca vamos y, además, convocamos nosotras, así que nosotras no tenemos problemas con mantener ocupada la calle.
¿No le parece que está realmente planteado firmar un pacto de lucha especialmente con el otro organismo de damnificados directos, que son los Familiares de Desaparecidos, ve posible esto, Hebe?
Bueno, con Familiares y Abuelas hemos hecho una carta en conjunto que presentamos al gobierno hace unos días, donde le reclamamos a Alfonsín en contra del punto final, la hemos hecho entre los tres movimientos. Bueno, a veces nosotras somos muy duras y los otros organismos no aceptan el problema más grande que tenemos ahora, es que ellos aceptan las exhumaciones y las reparaciones económicas y las Madres no. Y es un problema bastante serio en cuanto a las consignas para convocar, en este momento algunos organismos convocan a la marcha pero no con las mismas consignas que convocamos nosotras. Pero bueno, en definitiva tenemos muchos puntos en común que es la lucha por los 30.000, que es saber qué pasó con cada uno de ellos, aunque ellos acepten las exhumaciones y nosotros no las aceptemos, porque creemos que esta es una cuestión política y el gobierno quiere que la llevemos a la cuestión jurídica aunque ellos todo lo hacen políticamente.
Nos gustaría que usted transmitiera, además del saludo que ya dio, a los obreros de Villa Constitución y a la audiencia de Radio San Nicolás, especialmente, respecto a cuál puede ser el camino para los jóvenes o incluso familiares de desaparecidos, que sin duda los hay en Villa y San Nicolás.
Yo creo que la gente tiene que tomar conciencia que no hay reivindicación posible de levantar, si primero no aprendemos a defender la vida, si no tenemos vida no tenemos nada. Nada más que pedir entonces, creo que todos debemos salir a la calle en defensa de la vida que es ir en contra del “punto final” para defender nuestra propia vida. Cuando pedimos la libertad de los presos políticos, estamos defendiendo nuestra propia vida, la de nuestros nietos, nuestros hermanos, nuestros compañeros. Creo que eso es lo que hay que tener claro. Si queremos defender nuestra propia vida, tenemos que defender la del otro, y defender la del otro es estar movilizados, perder el miedo. Creo que el miedo es la peor cárcel, es una cárcel que no tiene barrotes pero que paraliza.
Bueno, luego de este mensaje quiero dejarle un minuto final para que agregue lo que considere justo.
El mensaje que dejo es que sigamos luchando con estas banderas que levantaron nuestros hijos y que hoy levantan otros compañeros, y que se unen con las nuestras en defensa de la vida y es luchar por la vida hasta la muerte.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario