La ministra de Cultura del gobierno golpista de Dina Boluarte, Leslie Urteaga, ha decidido privatizar/tercerizar la venta de entradas al histórico complejo turístico y arqueológico de Machu Picchu, en el Cuzco. Y no solo lo hizo a espaldas del pueblo del Cuzco, sino de una manera espuria, en una “licitación” que nadie conoce. La “beneficiada” fue la empresa Joinnus, que recibirá un 4% por cada entrada vendida. Se trata de una subsidiaria del holding Citicorp S.A., dirigida por el grupo Romero, con fuerte concentración de capitales no solo en Perú, sino también en Chile, Ecuador, Colombia y EEUU.
Esto produjo movilizaciones espontáneas que terminaron con cortes en la vía férrea que desemboca en Aguas Calientes -la entrada del complejo arqueológico. Los pobladores de la región denuncian que se trata de un avance privatista en beneficio del negocio del turismo, ya que el grupo Joinnus pasaría también a controlar toda la base de datos de usuarios existente y tendría ventajas en materia de control del comercio y demás.
El gobierno, cebado por haber ahogado en sangre (70 muertos, centenares de heridos y detenidos) la rebelión popular que se enfrento al golpe que encumbró en el poder a Dina en diciembre del 2022, volvió a aplicar la misma receta: represión con palos, gases y armas de fuego.
Una asamblea popular decidió movilizarse convocando al paro general indefinido hasta que sea anulada la resolución. El domingo último, masivamente se votó continuar y profundizar la medida de lucha.
La empresa beneficiada ha señalado que estaría dispuesta a retirarse antes del plazo previsto, para participar de una nueva “licitación”. Y el gobierno maniobra, pero la voluntad de lucha del pueblo cuzqueño se mantiene firme.
Hay que rodear de solidaridad la huelga general indefinida de la masa trabajadora del Cuzco. En Lima y en provincias debe ser tomada emblemáticamente para que este reclamo triunfe y asestar un golpe al gobierno derechista y entreguista que avanza en la imposición de una agenda revanchista, antiobrera y antipopular contra el pueblo trabajador y las libertades democráticas.
Rafael Santos
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