Defendamos la cultura y el cine nacional.
En los últimos días, Javier Milei ratificó el brutal ataque y la censura contra el cine independiente y la cultura en general que viene implementando. El decreto 662/2024 limita los subsidios para películas nacionales al 20% del ya escaso presupuesto del Incaa y elimina la cuota de pantalla que existía -pero era incumplida sistemáticamente por los exhibidores- dejándola al antojo del financista Pirovano (el mercenario puesto por Milei como presidente del Incaa). También queda en manos de este tipo, que reniega del cine y la literatura, la implementación del próximo plan de fomento restrictivo, elitista y anticine independiente que ya se viene anunciando y la continuidad de los despidos y del vaciamiento en el Incaa. Toda una política en favor de las grandes multinacionales.
Avanza la motosierra
Semanas atrás, este ataque pegó un nuevo salto al concretarse la “nueva estructura” y una nueva tanda de suspensiones de trabajadorxs: 254 empleados fueron despedidxs y se cancelaron 29 designaciones de planta permanente.
Esto vino de la mano del anuncio de la privatización del festival de Mar del Plata. Significa entonces que la realización del festival va a pasar a estar financiada en gran parte por empresas privadas, las cuales comenzarán a ser parte de la gestión del festival. Esto, sumado a que las inscripciones dejarán de ser gratuitas: un atentado contra la difusión nacional e internacional de las próximas y actuales películas nacionales.
Pero no solo “lo nuevo” sufre el recorte, con la suspensión de alquileres de varios edificios se perderían cientas de copias en fílmico que se almacenaban en varios de ellos, las cuales son parte de nuestro archivo histórico.
Esto no es otra cosa que un ataque directo y casi letal al cine independiente con apoyo estatal, ya que las producciones independientes y sin acuerdos de distribución directamente no podrán presentarse si se efectiviza el restrictivo plan de fomento de Pirovano.
Obvio, si hay perdedores también hay ganadores: las OTTs o grandes multinacionales (Amazon, Netflix, HBO, Disney, etc,) serían las grandes beneficiadas en todo esto al ocupar casi exclusivamente los circuitos de exhibición comerciales, recibiendo el financiamiento estatal por sobre las producciones independientes y formando parte del control creativo de nuestros festivales y nuestras historias.
Vienen por todo
Tengamos en cuenta que el cine nacional es el “conejillo de indias”, por lo que no va a ser el único atacado. Con esta ofensiva se están preparando las condiciones para atacar toda la cultura, como ya viene prometiendo Milei desde que asumió, y así vaciar los proyectos independientes y los distintos institutos (Inamu, INT, entre otros) de financiamiento.
Esto ya se ha visto: el ataque sobre nuestras condiciones de vida, los salarios a la baja, los despidos masivos y el ajuste presupuestario ya son parte de la película de terror a la que este gobierno somete a millones de trabajadores argentinos. En tan solo 6 meses demostró una orientación social profundamente antipopular: arrasó con derechos laborales, aumentó la pobreza, profundiza la entrega de los recursos nacionales, desabastece comedores y persigue a las organizaciones sociales y piqueteras que pelean contra el hambre. El cine es otro blanco más de un gobierno que quiere barrer con todo.
Este ataque nos tiene que poner en guardia para dar una batalla en defensa del cine nacional, que, si no queremos que sea tierra arrasada, solo se puede ganar con la derrota de todo el plan del gobierno; esta batalla encuentra como primera parada el “Fuera Pirovano”, la consigna que tienen que tener los trabajadores del cine si quieren asestarle un golpe a Milei.
No pasarán.
Organizarnos y luchar
No hay tiempo que perder, hay que organizarse y luchar; es necesario poner en pie un plan de lucha en defensa de la cultura. Solo se puede concretar a partir de la organización independiente, como lo demostraron la marcha educativa, gremios como el Sutna impulsando una marcha contra los miles de despidos en el Estado, o lxs bailarines armando el Sindicato de la Danza (Aatda); es clave formar un movimiento que defienda el cine independiente y la cultura nacional junto a los centros de estudiantes independientes y estudiantes de las universidades y establecimientos educativos del arte.
Mientras la CGT y el peronismo solo se levantan de la siesta para pactar con el gobierno, tenemos que ser los estudiantes y trabajadores de la cultura lxs que accionemos de conjunto con acciones directas contra el gobierno: una asamblea interfacultades de cine sería el primer paso para unificar los reclamos y encarar una instancia de organización, algo que luego tiene que continuar con movilizaciones y medidas de lucha entre trabajadores y estudiantes.
Es Milei o el cine, por lo tanto, los trabajadores de la cultura y los estudiantes, con las cámaras en las calles, tenemos que derrotar el plan de Milei. Solo así defenderemos el futuro del cine nacional.
Tomi T.
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