jueves, agosto 16, 2007

El Che y los astros



¿De qué signo era el Che? Hay biografías que dan por buena la fecha que consta en su acta de nacimiento, 14 de junio de 1928. Y las hay que se basan en una confidencia de su mamá: "Ernesto no nació el 14 de junio, sino el 14 de mayo. Yo me casé embarazada. Mis tías viejas hubieran muerto de saberlo", le habría dicho Celia de la Serna a la periodista argentina Julia Constenla, en 1959.
¿Géminis o Tauro? Aquí tenemos un problema más enredado que el principio de incertidumbre de Heisenberg, o de explicar qué es un año bisiesto a los niños nacidos el 29 de febrero.
Las biografías de Jon Lee Anderson y Pacho O'Donell aseguran que el acta del Che se falsificó debido a que sus padres se casaron cuando la cigüeña llevaba tres meses de camino.
Anderson empieza su biografía (buena como escalón para alcanzar libros de la biblioteca situados a más altura) diciendo que el Che "... es una de las pocas personalidades públicas de los tiempos modernos cuyos certificados de nacimiento y defunción son falsos". Y la de O'Donell (útil para nivelar las patas de una cama coja) dice que el biografiado "... nace transgrediendo las normas sociales, rompiendo los moldes del 'deber ser'".
En mis años de buen ver visité varias veces el edificio de departamentos donde nació el Che en la ciudad de Rosario, sin saberlo. En marzo de 1973 el periodista cubano Elio E. Constantin señaló el edificio ubicado en la calle Entre Ríos 480 (esquina con Urquiza), y me dijo: "Ahí nació el Che". Quedé mudo. "No puede ser -exclamé-, ¡ahí vivía mi novia!"
Constantin, primero en conseguir el acta de nacimiento, publicó el reportaje en el periódico Granma: "Por las huellas del Che en su 45 aniversario", el 24 de junio de 1973. El bebé fue dado a luz el 14 de junio de 1928, a las 3:05 horas de la madrugada, en el domicilio de sus padres. Por tanto, Géminis.
¿Qué si la influencia de los astros zodiacales es irrelevante? Posiblemente. Sin embargo, el horóscopo "made in China" dice que los nacidos en 1928 son dragones de tierra: "vida en constante movimiento en la que desde muy pronto aparece un rumbo marcado, que exige a los demás una perfección tan elevada como la que ellos mismos se imponen". Ah... ¿verdad?
Demasiadas biografías sobre el Che, y contadas reflexiones de su pensamiento, o del año en que nació, cuando Uruguay se consagra campeón olímpico de futbol, Sandino proclama la república de Nueva Segovia cuya bandera era un machete en alto y a sus pies un marine estadunidense, Bertolt Brecht estrena La opera de cuatro centavos, que ataca las bases ideológicas del capitalismo, y Carlos Gardel canta en la Opera de París, vendiendo 70 mil discos en tres meses.
En la vida del Che, astro fugaz, se dieron cita todas las sugerencias de eternidad que contiene la modernidad. En El pintor de la vida moderna (1863), Baudelaire escribe: "Todo viejo maestro tiene su propia modernidad, en la medida que capta el aspecto y el sentimiento de su propia época".
El Che fue capaz de dar belleza a los paisajes de una izquierda que no tenían belleza. ¿Tipo pintoresco o romántico? Lo uno, lo otro y lo fundamental: sacar a la luz la parte de alma humana que los luchadores sociales, a veces, ocultan.
Vigoroso y original retrato del hombre moderno cuyo camino, antes que evitar las contradicciones, nos propone un camino más seguro y profundo para entrar en esas contradicciones. El Che no hizo más que retomar, críticamente, las fijaciones clásicas y antiguas de las izquierdas, de las que Marx se quejaba ya en El 18 brumario. En consecuencia, el problema del pensamiento del Che resulta ser un problema que atraviesa toda la estructura de la propia vida moderna.
El Che nunca propuso el ejercicio de "las armas" como único camino de la revolución. No. Dijo, si bien lo interpreto, que todas las armas sirven para hacer la revolución y que "la última y más importante ambición revolucionaria es ver al hombre liberado de su enajenación".
El Che, en suma, creció y maduró con lo mejor de los astros: guerrero (Aries), persistente (Tauro), comunicativo (Géminis), intuitivo (Cáncer), creativo (Leo), práctico (Virgo), romántico (Libra), apasionado (Escorpión), sincero (Sagitario), disciplinado (Capricornio), independiente (Acuario), sensible (Piscis).
Quienes consultan horóscopos dirán que el Che también fue la versión imperfecta de tales atributos. Y los científicos sociales que niegan el papel del azar en la vida de las personas son los que niegan que "el método" es un camino, y no discusión eterna en torno a qué camino tomar. ¿Cómo resolver la incertidumbre?
Fácil: en vísperas del 79 aniversario, considerar que en los cumpleaños resulta muy gacho no aplaudir a quien los astros le forjaron tres personalidades en una: la del ciudadano Ernesto Guevara de la Serna, nacido en Argentina; la del comandante Che Guevara, nacido en Cuba, y la del Che espiritual, nacido en Bolivia, como símbolo perenne de la rebeldía universal.

José Steinsleger
La Jornada

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