Estreno en Buenos Aires.
A menudo cuando nos hablan sobre hechos acontecidos en el pasado, nos cuesta enfocar la perspectiva sobre cómo era la sociedad entonces. Mika Etchebehere y su marido Hipólito fueron dos argentinos militantes marxistas que a finales de los años 20 del siglo pasado emprendieron un viaje en busca de la revolución, que iniciaron en la Patagonia y continuaron en Berlín y París para después situarse en Madrid, donde vivieron en primera persona el estallido de la Guerra Civil Española, tras lo cual, Mika fue la única mujer en alcanzar el grado de capitana.
Por una casualidad, un libro de memorias de esta activista republicana cayó en manos de los realizadores Fito Pochat y Javier Olivera. En él, Mika relata sus memorias partiendo de sus experiencias juveniles en la Argentina y las posteriores en Europa, con esa lucha tan turbulenta y desigual sucedida en España. El documental es una recopilación de sus testimonios, tanto gráficos como audiovisuales, con una amplia entrevista grabada en vídeo intercalada con descripciones publicadas por la protagonista y leídas por la actriz Cristina Banegas. Con una narrativa lineal, todo el conjunto nos da una idea bastante precisa sobre la época y sobre las acciones y el pensamiento común de este sagaz e inteligente matrimonio, tanto en su verdad como en sus reproches. “La política se nos traga la vida. No debemos dejar que nos devore” -dice en algún momento el libro que se pone a la venta en Argentina coincidiendo con el estreno del filme-.
Ambos realizadores nos comentan su experiencia en diálogo con Cinestel.
- ¿Mika e Hipólito son los únicos argentinos de los que se tiene constancia que participaron en la Guerra Civil Española?
Fito: No. Fueron más de 600 los argentinos que participaron de las Brigadas Internacionales. Sin embargo Mika e Hipólito estuvieron allí desde el inicio de la Guerra.
- ¿Cómo lograron reunir el material para la película y cuánto tiempo les llevó analizar todo lo que tenían a su disposición?
Fito: Reconstruir la historia de Mika no fue fácil. Si bien contábamos con el relato personal que ella hace en su libro, éste se limita solo a los primeros meses de la guerra. Apenas hace algunas referencias a sus orígenes en Argentina y a su paso por Francia y Alemania. Para reunir todo el material contamos con la ayuda invaluable de Carlos García, un historiador catalán que investigó mucho sobre Mika.
Javier: Además de Carlos, también contamos con el propio sobrino de Hipólito, Arnold Etchebehere, quien tuvo un vínculo muy fuerte con Mika en la últimas dos décadas de su vida. Con respecto al material de archivo, fue una tarea enorme. Consultamos archivos de España, Italia, Alemania y Argentina. De la Guerra Civil hay mucho pero nos restringimos a situaciones de la cotidianeidad de la guerra. Hay imágenes de batallas, claro, pero como el archivo lo usamos de modo narrativo y no ilustrativo, nos interesaron esas imágenes que narraran por sí mismas, más allá de la voz en off. Era importante ponerle rostro al horror de la guerra. Y tuvimos un golpe de suerte increíble: en París conocimos a una pareja amiga de Mika, poseedores de un álbum con toda su vida en fotos.
Todo este proceso duró unos 4 años.
- ¿Mika formó sus afinidades políticas en la Argentina para después desarrollarlas junto a Hipólito en España?
Fito: Llegan a España después de pasar por Alemania y Francia. Es allí donde fortalecen sus convicciones políticas y establecen vínculos como el de Alfred Rosmer (secretario privado de Trotsky) y su mujer Marguerite. En España se consagran a la lucha.
Javier: Ellos deciden dejar de lado una vida paradisíaca en la Patagonia argentina por su compromiso con la revolución, allí donde estallara. Y así hacen ese periplo. El disparador ideológico de ambos pasa por el surgimiento del marxismo y el anarquismo en la Argentina a fines de los años 20, una reforma universitaria y la represión a obreros en 1919 conocida como la “Semana Trágica”.
- En la entrevista que le hacen, deja entrever un desencanto por parte de los republicanos para defender Madrid de las tropas franquistas. ¿Se refiere más a que no hubo una buena coordinación o a la superioridad aérea de los segundos dado el apoyo que tenían de Italia y Alemania?
Fito: Uno de los problemas que debieron enfrentar los anti franquistas fue en todo momento las divisiones que hubo en el frente republicano. Estaban los que querían ganar primero la guerra y luego hacer la revolución y quienes creían debían hacer la revolución al tiempo que se peleaba para ganar la guerra. Todo eso derivó en los enfrentamientos en Barcelona en mayo del 37.
Mika mi guerra de España documentalJavier: Hasta que la República no forma el Ejército Popular, los republicanos se repartían en columnas que correspondían a su sindicato o grupo de afinidad política. Al principio fue todo muy espontáneo. Cuando Franco recibe apoyo -especialmente aéreo- de Alemania e Italia, los republicanos quedan en desventaja. Y luego otra cosa que plantea Mika en el libro y nosotros en la película: dentro del bando republicano hubo una interna muy fuerte: el PC español recibió armas y apoyo de Stalin, y la izquierda de la izquierda (o sea el POUM, el grupo trotskista al que pertenecía Mika) fue acusado de contrarrevolucionario y por tanto perseguido. Esa interna sumada la superioridad y organización militar de los nacionales, hicieron perder las esperanzas de los defensores de Madrid.
- Esa entrevista está registrada en vídeo magnético. ¿Se conservó bien la totalidad de la cinta hasta nuestros días?
Fito: La entrevista la conseguimos en un archivo en Turín. Está digitalizada y así nos la enviaron. No sé si existe el material original de registro.
- Su libro ‘Mi guerra de España’ fue fundamental para este documental y ¿en qué medida lo fue también la novela ‘La Capitana’ de Elsa Osorio?
Fito: El libro de Elsa Osorio es una novela que intercala datos históricos con otros imaginados por su autora. A nosotros no nos aportó nada nuevo a nuestra propia investigación.
Javier: El libro de Osorio ficcionaliza a partir del libro de MIka. Es un abordaje más a la historia de Mika, pero a nosotros no nos sumó nada.
©José Luis García/Cinestel.com
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