sábado, marzo 07, 2015

Los estudiantes que desafían a Harvard



Los alumnos se oponen a que la institución invierta millones de dólares en compañías de gas, petróleo y carbón, por considerar que contribuye al cambio climático. Los estudiantes protestaron frente de las oficinas administrativas de la universidad.
En la universidad estadounidense de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, hay más de 20.000 estudiantes, pero siete se han convertido en una piedra en el zapato para la entidad educativa.
Estos estudiantes presentaron en noviembre del año pasado una demanda contra la universidad con la que pretenden que deje de invertir millones de dólares en compañías de gas, petróleo y carbón, por considerar que contribuye al cambio climático.
Harvard, como muchas otras universidades, tiene lo que en inglés se conoce como un "endowment", es decir un capital que muchas veces es donado por ex alumnos a lo largo de la historia y que la universidad invierte en distintas áreas para obtener beneficios y sostener sus operaciones.
Pero el "endowment" de Harvard es el más grande del mundo: 36.400 millones de dólares.
Los estudiantes consideran que al "financiar el cambio climático", Harvard está afectando a sus estudiantes y a las futuras generaciones, y que sus directores tienen la responsabilidad de desligarse de las "actividades insensatas" de estas industrias.
Y no están solos. A través de redes sociales han sido convocados eventos de protesta o de "desobediencia civil" en el campus, como ocupar pacíficamente el edificio donde están las autoridades educativas.
Y más de 200 profesores y miembros de facultades se han unido a la causa, al firmar una carta en la que aseguran que dejar las inversiones es una "responsabilidad ética".
La universidad, en un comunicado, rechazó que se estén utilizando medios como la "ocupación altamente perturbadora de un edificio como medio para promover su visión".

No cambia de rumbo

Este caso judicial ha aumentado la presión sobre Harvard, una de las universidades más importantes del mundo, que cuenta con unos 50 premios Nobel.
Los estudiantes y profesores que abogan por la "desinversión" (o "divestment", como se conoce el movimiento en inglés) alegan que "la Universidad de Harvard está respaldando este modelo de industria, que está extrayendo y quemando combustibles fósiles a niveles que descuidan de manera extrema el futuro del planeta y a quienes viven en este planeta ahora", dice Rothstein, de origen mexicano y estudiante de Política e Historia de América Latina.
Pero Harvard se ha negado a cambiar de rumbo y rechaza que dejar la "industria de los combustibles fósiles sea la respuesta apropiada" al desafío del cambio climático, aunque reconoce que éste es "uno de los problemás más urgentes y serios del mundo".
Así, esta universidad no se suma a decenas de organizaciones que en los últimos años se han comprometido a dejar de invertir en estas industrias. La universidad de Stanford, en California, anunció en mayo de 2014 que no invertiría en unas cien compañías que extraen carbón como su actividad principal.

Lucha contra los combustibles fósiles

En el caso de la lucha contra los combustibles fósiles, se trata de un movimiento que comenzó en 2011 en algunas universidades estadounidenses y desde entonces se esparció a unas 500 campañas a nivel mundial, según registra la campaña US Fossil Free.
Esa organización aseguró en septiembre del año pasado que 837 instituciones e individuos se han comprometido a desinvertir de los combustibles fósiles.
Y un análisis de la Universidad de Oxford, realizado como parte de un programa de estudios que se estableció en 2012, aseguró que esa lucha ha avanzado de manera más rápida que los intentos anteriores no sólo con el tabaco y el apartheid, sino también las armas, las apuestas o la pornografía.

Fuentes: BBC Mundo / La Nación (27/2)

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