Al análisis social de Bebel se agregaron sentimientos personales de repulsión, disgusto y desencanto con el parlamentarismo. A fines de diciembre de 1884, en el momento en que estaba redactando el Proyecto de Ley de Protección de los Trabajadores, estaba tan deprimido por la forma en que el "parlamentarismo" era un refugio para la "corrupción" [Versumpfung] que a menudo pensó en abandonarlo por completo (55). A mediados de 1885, se quejó amargamente de que la mayoría de la Fraktion [socialdemócrata en el parlamento] había sido corrompida por el parlamento. Ocupar asientos en el Reichstag, dijo con desprecio, "satisface su ambición y su vanidad; con gran autocomplacencia, se consideran a sí mismos entre los 'elegidos de la nación' y encuentran un inmenso placer en la comedia parlamentaria; se lo toman muy en serio" (56). Esto le causaba repugnancia a Bebel. En marzo de 1886, después de que él mismo había estado tan activo en el trabajo parlamentario los dieciocho meses anteriores, confesó su desaliento y su amargura a su viejo amigo Motteler: “A menudo odio profundamente toda esta charlatanería parlamentaria; después de cada discurso siento una especie de abatimiento melancólico [Katzenjammer], porque debo decirme a mí mismo que sobre esa plataforma que es tan importante para el pueblo y que muchos toman en serio, [allí] no se decidirá ningún destino” (57) No hay razón para dudar de la sinceridad de la repugnancia declarada de Bebel hacia la “charlatanería parlamentaria". No tenía motivos para engañar a sus amigos más cercanos.
Vernon L. Lidtke
55 Bebel to Liebknecht, Dec. 28, 1884, Liebknecht Archive, IISH. 56 Bebel to Liebknecht, July 26, 1885, Liebknecht Archive, IISH. 57 Bebel to Motteler, March 13, 1886, Bebel Archive, IISH.
Extraído de Vernon L. Lidtke, The Outlawed Party: Social Democracy in Germany, 1878-1890, Princeton, N. J.: Princeton University Press, 1966, p. 234.
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