El 15 de enero, Rage Against the Machine subió a su canal de Youtube el corto documental «Killing in thy name» que reformula el título de su canción más reconocida «Killing in the name», lanzada en 1992. El documental fue realizado en conjunto con el colectivo artístico internacional «Ummah Chroma» (Comunidad del Color), y desde su título nos propone algo interesante -que va más allá del juego con el título de la canción- presente a nivel sonido y texto durante todo el corto. Los productores de este audiovisual decidieron usar una forma antigua del pronombre posesivo de la segunda persona, usando el «thy» en lugar del «your». De esta forma, eligieron usar una palabra actualmente en desuso pero bastante usada durante el siglo XVIII.
«Killing in thy name» nos sitúa en la clase de un profesor en un rancho para enseñarnos sobre «la ficción conocida como los blancos». El profesor es interpretado por el reconocido activista antirracista Tim Wise, quien nos propone el comienzo del supremacismo blanco como parte de una estrategia de los terratenientes durante la época colonial. Es así que se presenta la idea de «ser blanco» para mantener la posición de privilegio de los terratenientes, mediante la cooptación de una gran masa de blancos pobres migrantes ante una posible amenaza de unidad entre los esclavos africanos y los blancos pobres.
Durante toda la obra audiovisual se nos presentan imágenes que hacen alusión a la idea del supremacismo blanco como el Ku Klux Klan, guerras o búfalos. En cuanto al uso del búfalo como recurso, es interesante porque este animal es considerado un símbolo nacional en Estados Unidos desde el año 2016, al igual que ya lo era el Águila Calva. Sin embargo, el búfalo representa también la conquista de los territorios habitados por los siux, kiowa y comanches, quienes tenían una economía y cultura en torno al búfalo. Es durante la década de 1860 que el ejército ya tenía la orden de matar búfalos porque «cada búfalo muerto era un indio menos».
El corto documental continuamente nos interpela en cuanto a la idea de «ser blanco», el supremacismo y el racismo. Al igual que lo hace la canción de la cual toma su nombre y que fue inspirada en la violencia policial y racial que se cobró la vida del afroamericano Rodney King en 1991.
La rebelión norteamericana que desató el crimen de George Floyd y, a su vez, como contracara, la proliferación de pequeños grupos armados supremacistas blancos bajo el gobierno de Donald Trump, muestra que la presentación de este documental es un aporte importante contra el racismo. Tal como lo manifiesta Zack De La Rocha (vocalista de la banda) en el propio documental, esta problemática no es ajena al régimen social capitalista y es necesario derrocar este régimen para terminar con el racismo y todo tipo de opresión.
Nicolas Awkache
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